OPINIÓN. Litoral Gráfico. Por Jorge Alaminos
Diseñador Gráfico04/07/14. Opinión. “La idea de que lo democrático es dar ‘barra libre’ a los representantes elegidos en las urnas, sin necesidad de consultar y rendir cuentas por sus decisiones políticas -la mayoría de las veces contrarias a la ley- durante su mandato resulta perverso y tiránico”. Ésta es una de las reflexiones que realiza el diseñador gráfico Jorge Alaminos en esta nueva colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.
La Demos
La Oligocracia
LA culpa la tiene Grecia, pero no la Grecia actual, devastada por las políticas neoliberales, sino la Grecia Antigua. Hace más de 2.500 años tuvieron la osadía de unir las palabras dḗmos «pueblo» y krátos «poder» para designar como Democracia a la forma de convivencia social de los miembros (supuestamente) libres e iguales de una sociedad y donde sus relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
SIN intención de profundizar sobre el origen etimológico de la palabra ni de abordar la cuestión de que si en verdad “la democracia es el sistema de organización social menos malo de los conocidos”, lo que verdaderamente me preocupa del término en cuestión es la utilización fraudulenta que hacen los poderes económicos y financieros que nos gobiernan –por cierto, no elegidos precisamente por cauces democráticos- y de cómo sus mentiras se han instalado en nuestra sociedad. Ejemplos hay muchos, a diario, lamentablemente. La idea de que lo democrático es dar “barra libre” a los representantes elegidos en las urnas, sin necesidad de consultar y rendir cuentas por sus decisiones políticas -la mayoría de las veces contrarias a la ley- durante su mandato resulta perverso y tiránico.
JOHN Berger, en su ensayo ¿Dónde estamos?, apunta que “la democracia es una propuesta (rara vez comprendida) en torno a la toma de decisiones; poco tiene que ver con campañas electorales. Su promesa es que las decisiones políticas se tomarán después y a la luz de la consulta con los gobernados. Esto depende de que se informe adecuadamente a los gobernados de los asuntos en cuestión, y de que quienes toman las decisiones tengan la posibilidad o la voluntad de escuchar o tomar en cuenta lo que escucharon. No debe confundirse la democracia con la "libertad" de escoger de manera binaria, ni con la publicación de las encuestas ni con el apretujamiento de la gente a datos estadísticos”.
La Corporocracia
HACE bastante tiempo que la democracia fue secuestrada por el capitalismo, éste se apropió de ella como si de verdad fuese su modelo social natural. Antes lo fueron las dictaduras: América Latina fue un lamentable ejemplo durante décadas. Afortunadamente, hoy en día, América Latina supone el ejemplo más destacado del abandono de las políticas neoliberales y de la tiranía impuestas por los mercados y es un referente para los movimientos sociales europeos anticapitalistas y antineoliberales.
QUIZÁS, sería más correcto usar el término Corporocracia en lugar de Democracia, para definir la deriva a la que nos llevan estos gobernantes en la sombra, estos representantes de los poderes financieros que excluyen modelos democráticos contrarios a su sistema económico, es decir, a sus intereses corporativos. El ejemplo más destacado es el ataque continuado a la Venezuela bolivariana, un país considerado como un modelo democrático por organismo internacionales (nada imparciales por cierto), pero demonizado a diario y donde la participación ciudadana en la prioridad de toma de decisiones políticas y económicas resulta ejemplar y que, gracias ello, el nivel de pobreza se ha reducido considerablemente, todo lo contrario a lo que ocurre en la actual Europa de la austeridad. Un ejemplo: Venezuela es el único país del mundo donde mediante un referéndum revocatorio se puede expulsar al presidente de gobierno en pleno mandato y convocar nuevas elecciones. Se sabe poco de ello, nuestros medios prefieren ocultarlo.
La Falsicracia
CONTINÚA John Berger diciendo que “el mecanismo político de la nueva tiranía -aun cuando requiera de tecnología muy sofisticada para funcionar- es bastante simple. Usurpar las palabras democracia, libertad, etcétera. Imponer las nuevas formas de obtener dividendos y un caos económico por todos lados -no importan los desastres. Asegurar que las fronteras tengan un solo sentido: abiertas para la tiranía, cerradas para los demás. Y eliminar toda oposición llamándola terrorista.”. No es de extrañar que bajo estos argumentos se pueda entender que no es precisamente para “instaurar la democracia” lo que ha motivado toda la serie de invasiones neocoloniales recientes: Afganistán, Irak, Libia,…
ANTE este panorama lo que nos queda es recuperar la democracia, recuperar nuestra soberanía y desmantelar toda la arquitectura que el neoliberalismo ha tejido en torno a nuestras vidas y modelo de convivencia social. Pero antes hay que sacar la basura.
La Cleptocracia
SI fue la Grecia Antigua la que acuñó el termino Democracia, es posible que sea también ahora, la Grecia actual en caso de que Alexis Sipra llege al poder, la que empiece en Europa a llenar nuevamente de contenido la milenaria palabra secuestrada durante tanto tanto tiempo.
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