“Ahora seguiremos con el rocanrol del bueno en la Casona del Parque, con un alcalde aprovechando para castigar el hígado del presidente de la Diputación hasta verlo caer en la lona. Y es que está esto más entretenido que el último combate de Rocky IV”
OPINIÓN. Camino a Laponia. Por Sergio Brenes
Concejal socialista en el Ayuntamiento de Málaga
25/07/18. Opinión. El concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento de la capital, Sergio Brenes, reflexiona en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la victoria de Pablo Casado en las primarias del PP y sus consecuencias en el partido a nivel autonómico, donde el presidente es Juanma Moreno Bonilla, y en el PP provincial, que dirige Elías Bendodo, también...
...presidente de la Diputación de Málaga. Quienes mostraron su apoyo a la candidata derrotada, Soraya Sáenz de Santamaría. “La victoria de la terna Frankenstein de Pablo Casado, María Dolores de Cospedal y Margallo ha sacado de sus destierros a los castigados y aparcados en los ‘cementerios políticos’ del Senado y la Mesa del Parlamento andaluz como Joaquín Ramírez y Esperanza Oña. Y es que dicen algunos que no esperaban el batacazo de Soraya”, indica Brenes.
Pasó lo inevitable: Moreno Bonilla y Bendodo volvieron a perder
UNAS veces se gana y otras veces se pierde. Esta manida frase es quizás de las más repetidas a lo largo de nuestras vidas. Y es algo a lo que estamos muy acostumbrados los militantes políticos en nuestras elecciones internas de las organizaciones realmente democráticas. Aquí no vale aquello de lo importante es participar. Las victorias y las derrotas marcan el devenir de los partidos y de los políticos.
CREO que por primera vez desde que se creó en 1976 Alianza Popular por siete exministros franquistas, los militantes del PP han podido elegir a su líder sin dedo que les indique el camino y les imponga el nombre del sucesor. Una militancia raquítica, casi esquelética en número, tras demostrarse que los 870.000 militantes eran un cuento, una falsedad de la política de comunicación-intoxicación a las que el Partido Popular ha acostumbrado a España. Al final sólo 66.384 personas se inscribieron para votar.
COMO Ciudadanos les roba apoyos han optado por el aznariano Pablo Casado y han endurecido su discurso conservador más ultra contra todo lo que suponga avance social o en derechos y libertades. Una especie de Donald Trump con 40 años con unos estudios de Derecho y de máster tan poco claros como lo que dice defender. Lo que podría definirse como un rubio-moreno-pelirrojo y que se define como liberal-conservador y de centro y derecha al mismo tiempo. ¿Quién da más por menos?
JUNTO a Soraya Sáenz de Santamaría y Rajoy, el gran derrotado ha sido el PP andaluz que puso casi todos sus huevos en la misma cesta. Así es que ni el presidente del PP Juanma Moreno Bonilla, ni el omnipresente Javier Arenas han podido salvar ni las cáscaras, tras la victoria incuestionable de Pablo Casado.
Y en Málaga, la situación de la dirección del PP no ha salido mucho mejor del combate. Empezando por el presidente del PP Elías Bendodo, acostumbrado a las mil derrotas, y siguiendo por Celia Villalobos, sus parlamentarios y alcaldes se han quemado a lo bonzo y hasta han achicharrado a sus Nuevas Generaciones al completo. La victoria de la terna Frankenstein de Pablo Casado, María Dolores de Cospedal y Margallo ha sacado de sus destierros a los castigados y aparcados en los “cementerios políticos” del Senado y la Mesa del Parlamento andaluz como Joaquín Ramírez y Esperanza Oña. Y es que dicen algunos que no esperaban el batacazo de Soraya.
CAPÍTULO aparte merece el victorioso Francisco de la Torre que en su dulce venganza contra el tándem Moreno Bonilla-Bendodo, nuevamente empleó su estrategia camaleónica para la supervivencia; así primero apostó por Cospedal y Pablo Casado, en su claro objetivo de incordiar a Bendodo. Y es que más que por coincidencia ideológica con el nuevo líder del PP, ha aplicado aquello de “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”.
AHORA seguiremos con el rocanrol del bueno en la Casona del Parque, con un alcalde aprovechando para castigar el hígado del presidente de la Diputación hasta verlo caer en la lona. Y es que está esto más entretenido que el último combate de Rocky IV.
LA improvisación y los retrasos con los que comienza la obra de semipeatonalización de la Alameda Principal pueden esperar a que terminen de lanzarse chinitas o pedruscos. Tampoco he oído al alcalde de la ciudad pronunciarse sobre los Baños del Carmen y la solución por la que apuesta el equipo de Gobierno popular. Y es que ahí están como beneficiarios dos exconcejales del PP con los que el alcalde tampoco acabó bien.
Y es que algunos consideran que los enfrentamientos en sus partidos políticos deben ser a vida o muerte y para siempre. Pero la democracia interna y el poder optar por diferentes ideas para conseguir un fin de transformación social va de otra cosa.
PERO por lo menos es bueno que en el PP, por primera vez en 42 años, los hayan dejado votar.
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