OPINIÓN. Camino a Laponia. Por Sergio Brenes
Concejal socialista en el Ayuntamiento de Málaga

28/04/14. Opinión. Sergio Brenes, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, repasa en esta columna en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com algunos de los proyectos anunciados por el Gobierno local del PP que no han sido acabados, deficitarios o que ni siquiera se han llevado a cabo. Entre otros, incluye en esta lista al cine Astoria, el Museo de las Gemas, el Museo del Automóvil o los Baños del Carmen.

Me alquilo para soñar

EL otoño del patriarca o el último viaje del buque fantasma son dos buenos títulos que definen lo que viene sucediendo en la Ciudad ante el vacío, no de poder, sino de gobierno en el Ayuntamiento de Málaga.

UNA realidad incontestable e incapaz de ser tapada en el día a día más allá de titulares tan grandilocuentes como artificiales por inventados. Relato de un náufrago de proyectos estrellas que acaban estrellados como los del Astoria o el museo de las Gemas. Millones de euros de los malagueños que son inyectados anualmente para tratar de reflotar inversiones cuya supuesta rentabilidad económica murió antes de nacer, como el museo del Automóvil o el Palacio de Ferias.

TODA esa hojarasca (cosa inútil y de poca sustancia, especialmente en las palabras y promesas) de años de noticias en periódicos que amarillean por el paso de estos 18 años del Partido Popular prometiendo por ejemplo mes a mes la solución definitiva para los Baños del Carmen. Ya el 27 de mayo de 2001 De la Torre iba a ir a Madrid para cerrar el Plan de los Baños del Carmen para las supuestas obras que iban a comenzar aquel verano. Trece años después De la Torre sigue negociando con el gobierno del PP las soluciones para Baños del Carmen. No hay mejor ejemplo de la incapacidad de gestión y de acordar del alcalde. Ni con Aznar, ni con Zapatero, ni con Rajoy mientras los Baños se caen. Una reciente sentencia de la Audiencia Nacional obliga al Ministerio de Medio Ambiente a retomar el proyecto que tenían en marcha los socialistas desde 2010 para rescatar la concesión administrativa y garantizar así el uso público de los Baños del Carmen. De la Torre cómplice de estos 18 años de abandono de ese espacio anda tapando la dejadez y la paralización que ha sufrido ese proyecto en estos años del ministro Arias Cañete.

LA Málaga del trampantojo y de los proyectos de hoteles y puertos deportivos que nunca pasarán de la tinta a la realidad, quizás esperando que un día de éstos, o quizás un siglo de éstos se materialicen. Cien años de soledad para un alcalde senador incapaz de sacar proyectos para la ciudad de Málaga en los Presupuestos Generales del Estado del gobierno del PP tanto en 2012, 2013 y 2014. Hemos pasado de ser la tercera ciudad con mayor inversión del Gobierno central durante los 8 años del PSOE a ocupar el puesto 42 entre las capitales de provincia españolas. Málaga ha sido borrada del mapa de la inversión ante el silencio ensordecedor del Partido Popular malagueño. De vergüenza.

LA crónica de una muerte anunciada de un Plan General de Ordenación Urbana que incluyó 80.000 nuevas viviendas para construir, fruto del afán especulador, del reparto de una tarta de intereses urbanísticos que no dejó suelo sin urbanizar entre el mar y los montes de Málaga. Un PGOU creado como marco de oropel para dar cobertura a operaciones como los rascacielos que se pretendían para Málaga a cambio de convenios millonarios, de los que 130 millones de euros el alcalde le ha perdonado para mejorar la situación económica del banco gallego y de ENDESA.

EL mar del tiempo perdido de un alcalde que ha frenado continuamente proyectos de otras administraciones en Málaga simplemente por venir de la mano de gobiernos socialistas como los retrasos continuos en el Metro (muros pantalla o tuneladora, polémica por los desvíos de tráfico en carretera de Cádiz, sobre el pavimento a colocar en superficie en calle La Unión, los daños a la flota de la EMT por las obras del Metro… y por último ahora que la Junta de Andalucía peatonalice la Alameda Principal, proyecto que en estos últimos 18 años no le había dado tiempo al PP en el Ayuntamiento de Málaga acometer).

O enredando el general en su laberinto  como en el caso del parque en el Campamento Benítez. A De la Torre le parecían pocos los 8 millones ofrecidos por el gobierno de Zapatero para invertirlos y entregarle a Málaga un parque terminado  para uso y disfrute de los ciudadanos. Ahora que gobiernan los suyos, tras su nefasta y esperpéntica gestión con su gobierno del Partido Popular, a Málaga nos ha costado ya el Campamento Benítez 20 millones de euros en cesión de carreteras de titularidad estatal. A estos hay que sumarle los 5 millones de euros que nos van costar las primeras fases de ese parque cuyo coste final supondrá un mínimo de otros 20 millones de euros que correrán a cargo de los ciudadanos malagueños. A De la Torre le suena a canto celestial la negativa del gobierno del PP de poner ni un solo euro.

EL coronel no tiene quien le escriba por el continuo desprecio que ha mostrado a instituciones públicas como la Universidad de Málaga o a Unicaja. Visto con recelo hasta por sus compañeros de partido y alcaldes de municipios colindantes que han huido de ningún proyecto de área metropolitana. Los inversores privados tampoco se fían de De la Torre. Los que ayer fueron socios con acuerdos firmados en fotografías y portadas de periódicos hoy nos tienen en los Tribunales reclamando a Málaga millones de euros de indemnización por incumplimientos de contratos como en los casos de los propietarios de la Royal Collection del Museo de las Gemas que iba a ir en Tabacalera, los propietarios que vendieron al Ayuntamiento los cines Astoria y Victoria o los constructores que pretendían hacer un edificio sobre el antiguo mercado del Carmen en el Perchel.

UNA mala hora en la que se adoptaron decisiones erróneas a sabiendas, sin importar los costes del despropósito que nos han llevado a acumular deudas de más de 700 millones de euros que lastran la capacidad inversora, de generador de empleo y riqueza del principal motor de esta ciudad, su Ayuntamiento. Se puede seguir ese rastro de tu sangre en la nieve hasta dejarla morir desangrada. Proyectos como la nueva sede de Urbanismo que se encareció un 70% pasando de los 20 millones de euros previstos a más de 36 millones o los museos de Tabacalera que acabaron costando más de 30 millones de euros a los malagueños cuyas puertas se encuentran cerradas. Los más de 20 millones de euros de los malagueños que se gastaron en comprar los cines Astoria y Victoria y que ahora, sin proyecto, se encuentran pendientes de su inminente derribo. Los espantos de agosto de millones de euros en sobrecostes de obras del Instituto Municipal de la Vivienda, la venta indiscriminada de parcelas de titularidad municipal, propiedad de todos los malagueños que fueron vendidas por la puerta de atrás con el único objeto de hacer caja.

LOS socialistas hemos pedido en el Ayuntamiento que el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, recientemente fallecido, cuente con una plaza, una calle o avenida en nuestra ciudad. Aunque aquí el realismo no es mágico sino pesadilla. Es una obligación el contribuir a generar una ciudad llena de ideas transformadoras, de proyectos y oportunidades que se materialicen, una Málaga abierta a la esperanza de una juventud en paro forzoso o camino del exilio. Nuestra ciudad no puede seguir siendo el ahogado más hermoso del mundo.

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