OPINIÓN. La fachada indiscreta. Por Anton Iván Ozomek
Fernández
Geógrafo y autor del blog ‘Edifeicios’
31/05/12. Opinión. “La cuestión es si los políticos de IU podrán soportar tanta levedad como les hará falta cuando sus ahora socios de gobierno en la Junta les soliciten callar y no seguir luchando contra un ejemplar caso de especulación inmobiliaria que, no lo olvidemos, implica la demolición injustificada de un emblemático edificio centenario como es La Mundial, la desaparición de una calle pública como es el Pasillo de Atocha, y la construcción de
una mole de hormigón de más de cuarenta metros de
altura, que supondrá la degradación definitiva del paisaje urbano de este
sector del BIC Centro Histórico de Málaga”. Este artículo de Antón Ozomec para EL OBSERVADOR /
www.revistaelobservador.com reconstruye
los hechos por los que se ha dado el visto bueno a la construcción de un hotel
de Rafael Moneo en Málaga: “Si tienes dinero y puedes
contratar los servicios de un arquitecto de prestigio, puedes terminar
posibilitando el cambio de las normas para que se adapte a lo que tú quieres”.
La insoportable levedad del hotel de Rafael Moneo. Relato sobre la
grave especulación urbanística en el Hoyo de Esparteros y la destrucción del
patrimonio histórico
“TAMBIÉN parecía bonito cuando se hizo el Málaga
Palacio y hoy todos pensamos que es un disparate que nos tapa la Catedral,
¿verdad? Pues lo mismo”.
SON éstas las palabras literales que Juan Ramón Casero -por entonces
Teniente de Alcalde y Delegado de Urbanismo- pronunció durante la celebración
del Pleno del Ayuntamiento de Málaga (26/9/2003) y las recordamos aquí porque
ahora más que nunca el mensaje es de máxima actualidad.
HACE apenas unos días emitió la Gerencia Municipal
de Urbanismo (GMU) atenta notificación avisando que disponemos de dos meses de
plazo máximo para interponer recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo
plenario del pasado 27/4/2012, según el cual se procede a la aprobación
definitiva de la Modificación de elementos del PAM-PEPRI Centro en la ribera oriental
del río Guadalmedina, contra la cual 43 ciudadanos presentaron otras tantas
alegaciones -respaldadas además por más de medio millar de firmas- todas y cada
una de las cuales, sin excepción, fueron desestimadas con argumentos que
oscilaban entre lo absurdo y lo insultante.
PARA aquellos que no estén al corriente de la referida modificación
del PEPRI, resulta necesario aclarar que no se trata sino de una argucia planteada
por la GMU para poder legalizar el proyecto de hotel en la zona de Hoyo de
Esparteros y Pasillo de Atocha, que fue en varias ocasiones rechazado
frontalmente por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
MÁS concretamente el Delegado Provincial, Francisco López, realizó
unas duras declaraciones a la prensa (Málaga
Hoy, 7/10/2008) indicando que “esta agresión a la ciudad no se puede justificar ni por el
autor ni por el principio de oportunidad coyuntural. Queremos que se respete el
patrimonio y estamos muy preocupados por la ciudad, porque el alcalde y el
Ayuntamiento no tienen interés por preservar sus valores fundamentales. Hay
edificios de la misma altura que la planteada, pero se trata de inmuebles de
los años 70, por lo que los errores que cometimos en su momento no se pueden
justificar ahora y cometerlos de nuevo. El proyecto plantea además la
eliminación de una calle, con argumentos tan peregrinos como que se quitará el
carácter marginal de la zona”.
DE este modo, puesto que la Ley prohibía construir en
tan sensible zona histórica un gigantesco edificio de características muy
similares al Málaga Palacio, no quedó a sus defensores otra posibilidad más que
modificar torticeramente el marco legal vigente. Y así se hizo.
EL primer paso no podía ser sino esperar el cese de un
político tan áspero, de modo que menos de dos meses después de sus
declaraciones a la prensa (25/9/2008), Francisco López fue
sustituido por Manuel Jesús
García, quien, tras la emisión del segundo informe vinculante
negativo, declaró a los medios (Málaga
Hoy, 6/9/2009) que “se trata de una intervención a la que no se puede dar
carpetazo e insistió en la necesidad de abrir vías de diálogo y tratar de
hallar una solución armónica para dar vía libre a la actuación”. Dicho y hecho,
pues tras algunos lentos pero firmes trámites burocráticos, el 13/7/2011 la
Consejería de Cultura dio el visto bueno definitivo.
ASÍ pues para poder encajar este mamotreto al que, dada su condición
y autoría, algunos ingeniosos malagueños se refieren como “hotel del maMoneo” -consideran
que la firma de Rafael Moneo, un ganador del Pritzker y del Príncipe de
Asturias tampoco avala la destrucción del Patrimonio Histórico- se ha venido a
legalizar una serie de edificios construidos durante el desarrollismo
franquista, fácilmente reconocibles por ser perfecta expresión del más
abominable feísmo arquitectónico y por sobresalir desmesuradamente su altura
entre los vecinos inmuebles históricos y que, por tanto, durante los últimos veinte
años tuvieron la calificación urbanística de Fuera de Ordenación. Hasta ayer
mismo, porque hoy ya son plenamente legales, abriendo la veda a extender estas
alturas desmesuradas y estilos incongruentes a la siguiente franja, como una
plaga, penetrando ya del todo en el casco histórico. Y es que si el argumento
ha sido admitido esta vez, habrá de serlo también en las siguientes solicitudes
que, lógicamente, vendrán, pues de otro modo se estaría discriminando
injustamente a otros promotores deseosos de ver multiplicadas las plusvalías.
PORQUE la avaricia nos hace débiles; tanto, que en las
mejores historias, en las más leídas, contadas y recordadas, la debilidad
humana es la protagonista, porque si algo nos caracteriza a las personas es
precisamente nuestra lucha constante por encontrar cierto equilibrio entre la
levedad propia de los animales, sin ataduras ni preocupaciones morales, y la
pesada carga de la responsabilidad que nos corresponde como individuos
conscientes, racionales y reflexivos, a partir de las decisiones que tomamos en
todo momento.
PERO mientras no se demuestre lo contrario, como bien nos cuenta
Milan Kundera en su inolvidable novela, la vida humana acontece sólo una vez,
por lo que sin posibilidad de comparar alternativas nunca podremos averiguar
cuáles de nuestras decisiones fueron correctas y cuáles erraron, recayendo
entonces sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad.
ES por ello que para huir de tan pesada carga tendemos a
distanciarnos de la realidad, aumentando nuestra levedad todo lo posible, en un
vano intento por considerar que el vacío, la ausencia de responsabilidad,
representa la
felicidad. Así, nuestra vida, despojada del peso de las
decisiones, se convierte en algo cada vez más leve, cada vez más insignificante,
resultando al final, paradójicamente, aún más insoportable este no querer
saber.
Y es
precisamente esa ausencia de responsabilidad la que ha permitido la aprobación
de esta aberración urbanística que es la modificación del PEPRI. Porque no
podemos olvidar que no se trata aquí de cualquier lugar de la ciudad: hablamos
del Conjunto Histórico-Artístico del Centro de Málaga, incoado BIC desde 1985 y
declarado definitivamente este mismo año 2012, amparado por los principios de
defensa, protección y conservación contenidos en la Constitución Española
y en la Ley del Patrimonio Histórico.
NO obstante, una inmensa mayoría de malagueños ha elegido la levedad. Han
preferido despojarse de la pesada carga que supondría defender el Patrimonio
Histórico legado por sus antepasados y que habría de ser transmitido en las
mejores condiciones a las generaciones futuras, de las que somos deudores.
Porque el silencio de estos ciudadanos es, en última instancia, el que ampara a
unos políticos que planifican en contra del interés general, regalando a cambio
de unas “migajas” un incremento de edificabilidad del setenta y cinco por
ciento, que se traduce en un extra de aproximadamente veintiocho millones de
euros de los que Braser, la empresa promotora, obtendrá un beneficio bruto de
dos tercios de la referida plusvalía: a un razonable precio de seis mil euros
la unidad, se pasa de los iniciales seis mil metros cuadrados de techo
edificable a algo más de diez mil según Convenio, aunque correspondiendo a la promotora la
entrega de siete millones de euros al Ayuntamiento y la inversión de dos
millones de euros en “adecentar” la zona.
PARA lograrlo se ha necesitado, primero, una vergonzosa
secuencia de incendios “fortuitos” y consecuentes demoliciones, que convirtieron
la zona en un “pequeño Sarajevo”, eliminando de un plumazo el problema que
representaba para el proyecto la existencia de varios edificios históricos en
el lugar elegido, algunos con trescientos años de antigüedad. Después, a través
de un esperpéntico e hipócrita baile de procedimientos burocráticos, cuyo único
objetivo ha demostrado ser modificar todo el marco normativo para imponer un
proyecto que incluye tanto la demolición programada de un emblemático edificio
centenario como “La Mundial” -al que previamente degradaron en su nivel de
Protección Patrimonial a pesar de estar repleto de historia material y
simbólica, como bien han demostrado las recientes investigaciones de los
especialistas en la materia [http://es.scribd.com/doc/74005581/Articulo-La-Mundial-Heredia-Loring]-
así como la ruptura de la trama urbana histórica mediante la desaparición de
una calle pública y una profunda alteración del parcelario histórico,
teóricamente protegidos por su condición de BIC.
SI habláramos de un bosque incendiado “fortuitamente”,
arrasado dentro de un Parque Natural, cuyo suelo se recalifica para poder hacer
un campo de golf y centenares de pareados, pocos tendrían la menor duda de
calificar todo lo ocurrido de “pelotazo” urbanístico en toda regla. Pero, claro
está, no se trata de un bosque sino de un minúsculo sector urbano que algunos
legisladores “radicales del conservacionismo” decidieron hace 27 años calificar
como área de reserva legalmente protegida, en el mismo momento en que el BOE publicó
que apenas 50 hectáreas
(menos del 1% del suelo urbano del municipio) debían considerarse Bien de
Interés Cultural de Conjunto Histórico-Artístico, siguiendo las orientaciones y
propuestas planteadas por igualmente “radicales” instituciones internacionales
como la UNESCO o el Consejo de Europa.
A pesar de ello, por activa y por pasiva, Ayuntamiento de Málaga,
Consejería de Cultura, Consejo Consultivo de Andalucía, Fiscalía de Ordenación
del Territorio, etc. han dado ya su visto bueno al proyecto, que parece por
tanto inevitable.
QUEDA pues solo saber ya si los políticos de Izquierda Unida, que en
reiteradas ocasiones a lo largo de los últimos años han luchado por impedir la
aprobación de este aberrante proyecto inmobiliario estarán a la altura de las circunstancias.
O si repentinamente cambiarán de opinión, como ya hicieron los políticos
socialistas cuando la jerarquía les ordenó el cambio de rumbo; en relación con
lo cual cabe aquí recordar las palabras que el concejal del PSOE, Sergio Brenes Cobos,
pronunció en el Pleno Municipal (31/7/2008): “¿cuántas modificaciones de
elementos del PEPRI Centro han pasado por los distintos órganos de este
Ayuntamiento? Yo recuerdo ahora mismo la del hotel de Moneo, y nosotros, en la Diputación Provincial,
que yo sepa, no hemos planteado doblar el número y que llegue a diez plantas, y
hacer ahí un rascacielos. No lo hemos planteado, ¿verdad? Pero en Moneo sí, y
sí podemos hacer un edificio exclusivo de oficinas en la zona de Hoyo
Espartero. Ahí sí lo podemos hacer, ¿verdad? ¿Saben Uds., lo de Moneo, lo que
hay detrás? Seis millones de euros de un convenio urbanístico. Ese es todo el
interés que Uds. tenían”.
LA cuestión es, por tanto, si los políticos de IU podrán soportar tanta
levedad como les hará falta cuando sus ahora socios de gobierno en la Junta les
solicitan callar y no seguir luchando contra un ejemplar caso de especulación
inmobiliaria que, no lo olvidemos, implica la demolición injustificada de un
emblemático edificio centenario como es La Mundial, la desaparición de una
calle pública como es el Pasillo de Atocha, y la construcción de una mole de
hormigón de más de cuarenta metros de altura, que supondrá la degradación
definitiva del paisaje urbano de este sector del BIC Centro Histórico de
Málaga.
RESULTA procedente, para finalizar, recordar algunas de las
palabras que el concejal de IU, Pedro Moreno Brenes, pronunció en Pleno
Municipal (30/9/2010): “El mensaje que se le puede lanzar a la ciudadanía es
terriblemente negativo. Si tienes dinero y puedes contratar los servicios de un
arquitecto de prestigio, puedes terminar posibilitando el cambio de las normas
para que se adapte a lo que tú quieres. Es un mensaje decepcionante para el
principio de igualdad de los ciudadanos. Las normas están para cumplirlas y se
pueden cambiar, pero no frente a un supuesto mediático que ha generado al final
que los que decían antes una cosa, ahora digan otras. Esta actuación fue
rechazada hasta en dos ocasiones por la Junta de Andalucía. Los técnicos de la
Consejería de Cultura emitieron dos contundentes informes negativos a la
propuesta privada. Yo no puedo entender cómo se puede decir en varias
ocasiones: no al cambio del PEPRI; no a la elevación de alturas por las razones
que se daban, especialmente las jurídicas y las urbanísticas, y ahora decir que
todo lo que antes estaba mal, ahora está bien.”
AHORA que IU forma parte del Gobierno de la Junta de Andalucía, a
buen seguro resultará mucho más fácil encontrar las respuestas y detener esta
sinrazón.
PUEDE leer aquí el blog de Anton Ozomec: http://bodrios-arquitectonicos-centro-malaga.blogspot.com.es/
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