OPINIÓN. La
fachada indiscreta. Por Anton Iván Ozomek Fernández
Geógrafo y autor del blog ‘Edifeicios’
25/07/12. Opinión. Tras detallar “el relato cronológico de los extraños, confusos y paradójicos acontecimientos que rodean la demolición de uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura civil del siglo ilustrado, que según los expertos historiadores del arte era obra cumbre de la arquitectura doméstica en Málaga”, Anton Ozomek ofrece en primicia en esta colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com el testimonio de
“Porfirio
Tejera Picossi, quien es Arquitecto Técnico colegiado y con Máster en
rehabilitación y patología de edificios por la Universidad de
Granada, que lleva ejerciendo profesionalmente desde hace un cuarto de siglo y
que actuó como Perito Forense en el Juicio que un comerciante, cuyo
establecimiento se ubicaba en uno de los locales de las fincas afectadas,
interpuso en el año 2010 contra la promotora SALSA”, empresa que pensaba construir
un hotel de lujo en el palacio de la
Sonora de calle Granada.
En busca del
palacio perdido. O cómo demoler un edificio con protección integral al amparo
de la Ley del
Patrimonio Histórico sin que las autoridades supuestamente competentes
investiguen nada de nada
CUENTA la leyenda que D. José
Bernardo de Gálvez -Marqués de la
Sonora, oriundo de Macharaviaya y héroe de la independencia
de los Estados Unidos de América-mandó construir un lujoso palacio frente a la Iglesia de Santiago en la
ciudad de Málaga al mismo tiempo que los aires revolucionarios hacían saltar La Bastilla en el París de
1789.
PERO
los historiadores, a través de la investigación de archivos documentales, han
venido a desmentir estos hechos, salvo en lo referente a las fechas, pues fue
D. Félix Solecio -un aristócrata de origen genovés cuyo blasón familiar luce
como emblema principal un sol- quien realmente ordenó la construcción del mal
denominado Palacio del Marqués de la
Sonora, a pesar de que en su fachada luzca el escudo de armas de los Gálvez de Macharaviaya que parece fue colocado a mediados del siglo XX.
ADEMÁS
del uso como residencia, D. Félix Solecio planificó que en los bajos del nuevo
inmueble se llevaría también a cabo actividad comercial relacionada con los
negocios que eran de su propiedad y que deberían ayudar a garantizar la fortuna
familiar, objetivo que resultó infructuoso pues a su muerte en 1806, dejando
una herencia repleta de deudas, el palacio fue embargado y pasó a manos de una
familia burguesa de Madrid, también con intereses económicos en Málaga que
entre otros usos le dio -vía arrendamiento a terceros- el de escuela de
señoritas.
LA calidad
constructiva de este palacio le permitió seguir en pie en perfectas condiciones
tras dos siglos, justo hasta que se inició el habitual y sistemático proceso
especulativo inmobiliario sobre este edificio histórico, que fue así condenado
al abandono y la falta de mantenimiento durante al menos dos décadas.
TODO
el proceso comienza en noviembre del año 2000, cuando el Ayuntamiento de
Málaga, a instancias de la
Sociedad Azucarera Larios S.A. (SALSA),
decide iniciar el procedimiento administrativo para modificar su uso legal
según normativa urbanística vigente, de modo que se propone eliminar el uso de Equipamiento
Social (interés General-Público) y transformarlo en Terciario-Oficinas (interés
Particular-Privado). Aunque en agosto de 2003 se produce un nuevo cambio de
planes, pasando la propuesta de modificación a uso Hotelero, que es la que
definitivamente se aprueba en el Pleno Municipal de 27 de mayo de 2004, con la
preceptiva autorización por parte de la Consejería de Cultura (CCJA) y de la Consejería de Obras
Públicas de la Junta
de Andalucía (COPJA) vía informes favorables de julio y octubre de 2002.
DENTRO de
este periodo de tramitación que transcurre entre 2000 y 2004, la promotora
adquiere formalmente el inmueble (Escritura Pública firmada en diciembre de
2001) y procede a firmar con el
Ayuntamiento, en marzo de 2004, un Protocolo de Obligaciones por el que SALSA
garantizaba que la actuación sería de rehabilitación (según concepto detallado
en las Ordenanzas PEPRI-Centro), dado que el edificio gozaba de Protección
Integral, además de por su elevado valor histórico-artístico, por el hecho de
quedar inscrito en el Entorno del Bien de Interés Cultural de la Iglesia de Santiago. Cabe
destacar que el proyecto de SALSA no afecta exclusivamente al Palacio, sino
también a otros dos inmuebles colindantes, números 57 y 59 de calle Granada.
LA
ficha del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz indica que el
Palacio es una de las obras más importantes de la arquitectura civil del siglo
ilustrado, cumbre de la arquitectura doméstica de su época, destacando en su
fachada la portada de acceso, cuyo vano adintelado se abre entre pilastras
cajeadas, con orejetas laterales, y sobre aquéllas cuelgan estilizadas
ménsulas, quizás concebidas como soporte del balcón y convertidas en ornato.
Tras este acceso se encuentra el zaguán, al fondo del cual surge la escalera,
que cuenta con otra bella portada de mármol que se compone de dos columnas
toscanas antepuestas a las pilastras y abundantes elementos decorativos, todos
ellos característicos del barroco clasicista.
DE
acuerdo con la referida obligación de conservación y rehabilitación, la
promotora encarga al arquitecto D. Salvador Moreno Peralta la redacción de un
primer Proyecto Básico, que recibe el visado del Colegio de Arquitectos de
Málaga (CAM) en julio de 2003; y tras el visto bueno de la Gerencia Municipal
de Urbanismo (GMU) en abril de 2004, el CAM procede al visado del Proyecto de
Ejecución en noviembre de 2004.
OCURRE en
abril de 2005 que V.M.R., una ciudadana a título particular, presenta escrito
al Ayuntamiento comunicando que “oyó ruidos como de caída de escombros” en las
fincas, tras lo que, sin conocerse más detalles al respecto, es sabido que
promotora y arquitecto modifican el Proyecto de Ejecución, que recibe nuevo
visado del CAM en el mismo mes en que se escuchan los referidos ruidos y que
recibe nueva aprobación por parte de la
GMU en julio de 2005.
POR
fin en enero de 2006, tras un lustro de trámites administrativos, SALSA puede
comenzar las obras de rehabilitación de las fincas, con el “infortunio” de que
a los pocos días se produce un derrumbe parcial de
parte del Palacio y aún hoy día sigue sin existir consenso sobre si afectó a la
1ª ó 3ª planta de la crujía que da a Calle Tomás de Cózar, porque en la GMU parece haber desaparecido
“de forma misteriosa” (solo queda la carátula) el dossier redactado por el
Director de Obras y arquitecto, Salvador Moreno Peralta; dossier que,
extrañamente, la promotora no presentó a la administración hasta noviembre de
2006, diez meses después de producidos los hechos.
ADEMÁS,
este dossier no fue presentado de forma “voluntaria” sino a instancias de la GMU, que en octubre de 2006
-siendo ya de dominio público que con plena intención, ya sin accidentalidad
alguna, se había demolido casi por completo el interior de las fincas- emitió
Informe Técnico en el que el Arquitecto Municipal (D. Alberto Ruiz Carmena)
considera inadmisibles las obras llevadas a cabo sin licencia, por exceder
ampliamente la actuación máxima definida en el PEPRI-Centro y no existir justificación
fundamentada de dicha actuación, ya que se constata la demolición total de los
inmuebles de Calle Granada 57 y 59, así como aproximadamente un tercio del
inmueble de Calle Granada 61 esquina con Calle Tomás de Cózar. Promotora y
arquitecto justifican esta demolición casi total en necesidades imperiosas y
urgentes de seguridad pública.
EN
febrero de 2007 SALSA solicita al Ayuntamiento la apertura de Expediente de
Declaración de Ruina para así poder proceder a la retirada de escombros del
solar, y en mayo del mismo año el CAM procede a visar un nuevo Proyecto Básico
también redactado por D. Salvador Moreno Peralta, toda vez que las fincas han
sido demolidas y ahora “se aprovecha” la oportunidad derivada de la demolición
casi total de los edificios históricos para rediseñar el hotel proyectado con
mayor “comodidad” y, por supuesto, mucho menor coste económico.
PERO
paradójicamente tras el tono habido en su Informe sobre las obras de demolición
sin licencia, la GMU
y la Consejería
de Cultura (agosto y septiembre de 2007) dan el visto bueno al plan de SALSA
para terminar de demoler el resto del Palacio que aún quedaba en pie, salvo,
eso sí, los muros de fachada de las tres fincas afectadas y con la obligación
de reconstruir lo demolido sobrepasando la licencia de obras inicialmente
concedida (Informes de la GMU
y la CCJA de
octubre y diciembre de 2007), aunque no proceden a depurar responsabilidad
alguna ni a establecer ninguna sanción, ni administrativa ni civil ni penal por
demoler un edificio histórico con Protección Integral.
ASÍ
pues, entre febrero y abril de 2008, el CAM procede a visar el nuevo Proyecto
Reformado, del mismo arquitecto, y la
GMU emite Informe Técnico firmado por el Arquitecto Municipal
(D. Alberto Ruiz
Carmena) proponiendo aprobar el nuevo proyecto y conceder
Licencia, que extrañamente no contempla ya la obligación de reconstrucción
establecida el año anterior.
PERO
esto ocurre ya cuando la burbuja inmobiliaria española ha estallado, lo que
acaba provocando la paralización de las obras definitivamente, por lo que tras
cuatro años de parón en las obras la
GMU comunica a SALSA la declaración de ineficiencia de la
licencia de obras en junio del presente año 2012.
FINALIZA
esta secuencia con una pequeña vuelta atrás en el tiempo, haciendo mención a la
denuncia por la demolición del Palacio del Marqués de la Sonora que un ciudadano a
título particular -precisamente quien redacta y firma el presente texto-
presentó en julio de 2011 ante la
CCJA y la Fiscalía Provincial de Málaga, sección de delitos
contra la Ordenación
del Territorio y el Patrimonio Histórico, y que en noviembre de ese mismo año
fue archivada por el Fiscal Decano D. Juan B. Calvo-Rubio Burgos, alegando que
“no se puede deducir ni siquiera incidiariamente, la existencia de delito”; al
igual que el Delegado Provincial de Cultura, D. Manuel Jesús García Martín, quien
“se lavó las manos” en este asunto alegando, sin tapujos y literalmente ser
“incompetente” en materia de Patrimonio Histórico en el BIC Centro de Málaga.
HASTA
aquí queda expuesto pues el relato cronológico de los extraños, confusos y
paradójicos acontecimientos que rodean la demolición de uno de los ejemplos más
importantes de la arquitectura civil del siglo ilustrado, que según los
expertos historiadores del arte era obra cumbre de la arquitectura doméstica en
Málaga.
AHORA
cabe razonablemente preguntarse qué ocurrió realmente entre enero y octubre del
año 2006, desde que se produce el desplome “fortuito” de una de las crujías del
Palacio y posteriormente se lleva a cabo la demolición completa de los
edificios de la calle
Granada 57-59 y de gran parte del número 61 (el Palacio).
PARA ello
ha de entrar en juego el testimonio y saber hacer de D. Porfirio Tejera Picossi,
quien es Arquitecto Técnico colegiado y con Máster en rehabilitación y
patología de edificios por la
Universidad de Granada, que lleva ejerciendo profesionalmente
desde hace un cuarto de siglo y que actuó como Perito Forense en el Juicio que
un comerciante, cuyo establecimiento se ubicaba en uno de los locales de las
fincas afectadas, interpuso en el año 2010 contra la promotora SALSA.
ES en marzo del presente año 2012 cuando D. Porfirio Tejera
redacta el Dictamen Pericial -que un ciudadano indignado por la impune
demolición del Palacio nos ha permitido consultar- y del que nos permitimos
reproducir literalmente los párrafos más destacables entre sus 68 páginas, con
lo cual concluye el presente artículo, dejando al lector la libertad para
interpretar lo ocurrido en relación con la demolición del Palacio erróneamente
conocido como del Marqués de la
Sonora y del que en el futuro ningún arqueólogo al estilo
Indiana Jones podrá rescatar ningún tesoro pues éste fue expoliado, al
aparecer, impunemente y ante el silencio cómplice de una ciudadanía aletargada.
“A la vista de las condiciones en que se autorizó la obra: licencia para
la rehabilitación con mantenimiento de las unidades arquitectónicas y
protección integral del edificio (incluidos los forjados que forman parte de la
estructura) no parece razonable pensar que, de haberse tomado las previas
medidas mínimas y necesarias para el apeo, refuerzo y consolidación de los
forjados que se derrumbaron, estos lo hubiesen hecho. En consecuencia, ni debió
ser imprevisible, ni obedecer a causa de fuerza mayor, sino y más bien, a una
falta de las condiciones de apeo y consolidación del forjado”.
“NO solo es razonable, sino que resultaría incomprensible y/o
indolente que, ante el concreto, permanente, público y certificado compromiso
de mantener las unidades arquitectónicas del edificio objeto de protección
integral (incluida la estructura), no se tuviera la previa precaución, en un
proyecto de rehabilitación, de chequear minuciosamente el estado real de la
estructura del edificio, y en particular el de la crujía afectada”.
“QUE
el derrumbe inicial de un forjado, en una de las crujías del edificio, no fue
imprevisible, ni obedeció a causa de fuerza mayor, sino a la falta de medidas
de apeo y consolidación del mismo y que en cualquier caso no implicaba la ruina
del resto de la edificación y que antes de haber sobrevenido por causa de
fuerza mayor, lo fue por una decisión continuada de demoler y vaciar el
edificio”.
“ES
evidente que, correspondiendo la fotografía al periodo donde se produjo el
derrumbe del forjado en una de las crujías, lo que se estaba llevando a cabo
era un metódico y programado proceso de demolición y vaciado del edificio donde
se pretendía ubicar el hotel. Vaciado que ya se había completado en el inmueble
de calle Granada nº 59”.
“DE
lo expuesto se deduce que el derrumbe, que se dice se produjo, lo fue de forma
contenida (no a lo largo de toda la
C/ Tomás de Cózar) y que, estando arriostrada la fachada no
era necesario el vaciado (con la toma de medidas adecuadas), del resto del
inmueble. En cualquier caso ni implicaba la ruina del resto del edificio, ni
derivaba en unas condiciones de sensiblemente menor resistencia -para la
estructura- de las que ya tenía”.
“EN
el informe del Departamento de Disciplina Urbanística de la GMU se indica que la
demolición de los forjados parece haberse realizado mediante el corte de la
viguería con maquinaria (...) y podría argumentarse que ese corte se produjo
con posterioridad al desmontaje de la tablazón y otros elementos que
constituían el forjado, para que fuese menos traumático en los muros de
fachada. Explicación que vendría a reforzar la tesis de que la estructura
horizontal era fuerte y resistente. Y lo que no tendría crédito alguno es que
se dijese que la viguería en su conjunto era deficiente, pues como se puede
apreciar las secciones de la madera presentan un más que aceptable aspecto y
estado, además de unas generosas dimensiones en sus escuadrías. De todo ello
concluyo que la ruina del edificio no sobrevino por causa de fuerza mayor,
obedeció por el contrario a una identificada decisión de demoler y vaciar el
edificio”.
“SÍ que
hay ventajas, y que hay que calificarlas como extraordinarias. Por un lado, y
una vez demolido el edificio (tal y como hoy se encuentra), las posibilidades
de dotar al mismo de una nueva estructura interior (sea como reinterpretación,
o no, de la anterior) permite una organización de los trabajos muchísimo más
eficaz que realizarlos con el corsé que supone el refuerzo, restauración y
recuperación de las antiguas estructuras”.
“SON reveladoras las manifestaciones que el Arquitecto proyectista hace en el primer párrafo de la página 5 del proyecto visado con fecha 9 de mayo de 2007 (partiendo del edificio ya vacío) para justificar las modificaciones con respecto al proyecto original y que a continuación se reproducen: La rehabilitación no puede ser una coartada para reinventar la historia, pero menos aún una justificación para perpetuar la cochambre como un valor cultural”.
PUEDE ver aquí anteriores artículos de Anton Ozomek:
- 31/05/12 La insoportable levedad del hotel de Rafael Moneo. Relato sobre la grave especulación urbanística en el Hoyo de Esparteros y la destrucción del patrimonio histórico
- 30/04/12 Geografía del desastre. Una minuciosa descripción del expolio del centro de Málaga, que tiene más casas nuevas que históricas
- 03/10/11 Infografía del proyecto definitivo para acabar de una vez por todas con la Catedral de Málaga