OPINIÓN. Ponte en forma. Por Eduardo L. Quintanilla Guzmán
Especialista en Fisiología del Ejercicio
03/06/13. Opinión. El experto en Fisiología del Ejercicio, el entrenador Eduardo L. Quintanilla Guzmán, retoma su colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. En esta ocasión, el experto da una serie de recomendaciones antes de realizar una prueba de esfuerzo, “muy convenientes, tanto para las personas que realizan actividad física de forma recreacional como para mí, como entrenador personal”.
Recomendaciones previas a una prueba de esfuerzo
CUANDO oímos hablar de las pruebas de esfuerzo, las relacionamos a menudo con dos colectivos: el de los atletas de alto rendimiento, por lo escuchado o leído en las noticias deportivas al finalizar algún fichaje de un jugador; o el colectivo de personas que tienen algún tipo de patología.
EN realidad estas pruebas de esfuerzo son muy convenientes, tanto para las personas que realizan actividad física de forma recreacional como para mí, como entrenador personal. Nos aportan datos sobre el estado de salud y también importantes parámetros para optimizar el entrenamiento, como por ejemplo la cuantificación objetiva del nivel de fitness que nos permite dosificar de una forma más personalizada el programa de entrenamiento.
PUEDEN detectarse patologías que en el gimnasio con la aparatología que contamos no podemos ver, como por ejemplo, arritmias, hipertensión, insuficiencia cardiaca, y diversas cuestiones relacionadas con la función bio eléctrica del corazón.
ESTAS pruebas no son tan costosas como podemos creer. Incluso en Málaga por 50€ aproximadamente podemos hacer una prueba muy completa, teniendo en cuenta que lo recomendado es una por año. La amortización está garantizada.
¿Para quiénes es recomendable?
PODRÍAMOS decir que para todo aquel que realice actividad física, pero es muy importante en hombres mayores de 35 años y mujeres mayores de 40 años tal como nos recomienda el Colegio Americano de Medicina Deportiva.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de esta prueba?
LO principal es no realizar actividad física intensa antes de la prueba, dado que esto alteraría el normal desarrollo de la misma. Se ha de acudir con ropa cómoda y adecuada para la misma, no comer nada desde tres horas antes de la prueba y mantenerse bien hidratado, para lo que te recomiendo utilizar bebidas isotónicas.
ENTRE los alimentos previos a la prueba, lo mejor son los hidratos de carbono que te proporcionaran energía para la prueba. Evita aquellos alimentos con alto contenido en grasas o muy proteicos. El volumen también debes controlarlo, y por su puesto nada de alcohol, café o té, dado que fomentarán la deshidratación.
SI al hacer actividad física has sufrido desmayos, mareos o alguna sensación fuera de lo normal, consulta con tu entrenador personal para ver dónde es más apropiado realizar este tipo de pruebas, no lo dudes: tu salud está por encima de tu rendimiento.
Eduardo L Quintanilla Guzmán
Especialista en Fisiología del Ejercicio y entrenador personal
www.educoach1.blogspot.com.es
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