OPINIÓN. La Provincia del Paraíso
Por el Colectivo Eloy Herrera Pino

09/02/16. Opinión. El colectivo Eloy Herrera Pino pone de relieve un dato alarmante: el Ayuntamiento pierde más de un millón de euros al año en el mantenimiento del Palacio de Ferias y Congresos, un diseño que, según opina para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, mantiene un diseño afuncional. “Una estructura antifuncional y cara de mantener. Un ejemplo gráfico: para cambiar ciertas bombillas hace...

...falta un elevador. Un claro ejemplo del eslogan municipal: Málaga funciona. Pero a su manera”.

El diseño afuncional del Palacio de Congresos cuesta un millón de euros anuales al Ayuntamiento de Málaga. La obra de Ángel Asenjo sigue aumentando el déficit de la Casona

EL jueves pasado la periodista Nieves Egea señalaba en cadena Ser Málaga una información que ha pasado inadvertida en el resto de medios de comunicación locales, a cuenta de la presentación de cuentas de la empresa municipal que gestiona el Palacio de Ferias y Congresos (Fycma). El inmueble sigue perdiendo más de un millón de euros anuales públicos por ser un edificio insostenible. Su diseño es afuncional, como ya señaló esta revista hace años. Las labores de mantenimiento son complejas, requieren maquinaria, y el desfase económico que provoca a la corporación local sigue siendo demasiado grave.

EN definitiva, lo esperpéntico del Palacio de Ferias y Congresos se vuelve en lo habitual en una ciudad como Málaga en la que se le permite aumentar el ego a los grandes arquitectos de las administraciones públicas, como el profesional Ángel Asenjo, con la completa connivencia de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Todo por un diseño moderno y transgresor, da igual que después resulte ser un pastiche como tantos ejemplos da el arquitecto español Santiago Calatrava.

ESTE Palacio de Ferias y Congresos abrió sus puertas al público en 2003 y representa en su fachada a un pez nadando en un océano de titanio. La imaginación desbordante de quien ve esa figura a los pies de este recinto no arguye excusa alguna ante la ingente cantidad de dinero público perdido en su mantenimiento. Según señalaba la emisora la semana pasada, la Casona “sigue teniendo que ingresar al Palacio de Ferias en torno a 1,5 millones de euros al año. De ellos, el palacio le devuelve 250.000 en forma de canon, por lo que sigue habiendo un desfase de 1.250.000 euros en negativo para el recinto de exposiciones que el acaba aportando el consistorio. La mayor parte de ese dinero, un millón de euros, se va en el mantenimiento del edificio”. También “en pagar la luz y el agua de las instalaciones, donde también se ubica todo el año la radiotelevisión municipal Onda Azul” además de otras entidades privadas.

NO es extraño pensar en estas cantidades al ver cómo para el simple porche de las instalaciones tiene que ser pintado con andamios dado que las columnas que sostienen el panel translúcido que arroja sombra sobre el vestíbulo y entrada suponen no ya solo un dispendio, sino un riesgo para los operarios que tienen que hacer malabares y equilibrios para hacer su trabajo.

“ENTRE los problemas que presenta el inmueble de cara a su mantenimiento, se encuentran las dificultades para climatizarlo por la existencia de galerías abiertas que dan al exterior. No entran aquí las facturas en luz o agua que generan los eventos, que suponen un coste aparte. Tampoco los más de cien mil euros que el ayuntamiento tuvo que destinar en 2015 a reparar la cubierta”, según la Ser, que también recoge cómo “la facturación durante el último año del palacio rondó los 4,6 millones de euros”, y de ellos “dos millones fueron para subcontratas relacionadas con la instalación de eventos y con el funcionamiento del recinto, un millón para el mantenimiento, luz y agua del edificio, setencientos mil euros en personal y más de quinientos mil en agua y suministro eléctrico de los eventos”.

SON cantidades que la administración local debe sufragar para preservar un inmueble obra de Ángel Asenjo, que ya fue bendecido por la crítica crítica por su novedoso y arriesgado diseño. Pero resulta una estructura antifuncional y cara de mantener. Un ejemplo gráfico: para cambiar ciertas bombillas hace falta un elevador. Un claro ejemplo del eslogan municipal: Málaga funciona. Pero a su manera.

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