Sguiglia presentó las cuentas de la campaña en el último encuentro provincial, que también moderó. Las posturas de Podemos Málaga crean brechas entre las corrientes de la formación. La sede parlamentaria, abierta pero sin actividad
09/02/16. Opinión. El secretario de Organización de Podemos en la provincia, Nicolás Sguiglia, moderó el encuentro del partido en el Centro Cívico de la capital el sábado pasado. Este cargo, elegido mediante dedazo de la dirección regional de Teresa Rodríguez, comienza su ascenso en la estructura local de la organización, después de que el anterior líder orgánico en...
...la capital, José Vargas, anunciase su dimisión irrevocable en enero. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha sabido, en boca de algunos asistentes al encuentro, que el malestar en el seno de la formación es patente en varios círculos (sectoriales, como Diversidad y Discapacidad o Feminismos; o de barrio, como Ciudad Jardín o Cruz de Humilladero). La bronca continúa a cuenta de las posturas que adopta la agrupación provincial con respecto a diversos temas. Mientras, la sede parlamentaria de la organización, en la plaza Diego Vázquez de Otero, lleva abierta varias semanas, pero sin programación de ningún tipo.
LA asamblea del sábado pasado sirvió para que Sguiglia, acompañado de parlamentarios andaluces como Félix Gil o Juan Antonio Gil, o del diputado nacional Alberto Montero (y ‘pope’ en la sombra del partido en Málaga desde sus inicios) hiciesen una muestra de poder frente a un auditorio que no alcanzó la plenitud. Asistentes al acto, que adelantaron que el sábado que viene se convocará otra asamblea (ésta, de carácter municipal, intercírculos), mostraron a este medio su malestar en el reparto de turnos de palabra.
SGUIGLIA trepa desde comienzos de 2015 en Podemos Málaga. Evitó la primera línea política en las primarias para elegir directiva municipal a finales de 2014, si bien ya en la campaña a las andaluzas fue nombrado por el ahora diputado Alberto Montero como coordinador de campaña para Málaga y Córdoba. Sguiglia percibió una remuneración por ese trabajo, según apuntaron entonces varias fuentes a esta revista, y su trabajo fue muy discutido. Podemos solo logró 15 escaños en la Cámara andaluza.
AHORA su rostro es bien visible en las mesas de dirección del partido. No en vano, la directiva regional de Teresa Rodríguez le designó como secretario de Organización provincial. Otro reparto de asientos del que también fue partícipe Kiko Vallejo, que desde que llegó a Málaga se le ha señalado como el ‘enviado’ desde Madrid. Vallejo es el secretario de Sociedad Civil y Movimientos Sociales en Málaga, a pesar de que no se le conoce una trayectoria particular en la provincia con respecto a estos temas.
SGUIGLIA, activista del entorno de La Casa Invisible (centro social okupado de calle Nosquera del que en más de una ocasión ha sido su más firme portavoz) ahora se dedica a la vida orgánica en política. Hace apenas unos meses era un discreto militante de Izquierda Unida que abandonó su doctrina en cuanto comenzó el auge de Podemos. Muchos compañeros de Sguiglia en La Invisible han cuestionado en infinidad de ocasiones el papel de Montero en Podemos, dado que nunca se le ha visto en una manifestación en Málaga. Esa era una de las principales réplicas y reproches que ejercía la anterior directiva de Podemos en Málaga capital al que ahora es también el presidente de la Comisión de Economía y Empleo en el Congreso de los Diputados, además de profesor de Economía aplicada en la Universidad de Málaga.
SON muchas las polémicas que no han estallado en los círculos de Podemos Málaga. La normativa del partido con respecto a los movimientos sociales que confluyeron en candidaturas ciudadanas para las municipales de mayo del año pasado exige lealtad institucional a la organización por parte de sus concejales. Málaga Ahora cuenta con cuatro ediles en el Ayuntamiento de la capital, y aunque varios de ellos son militantes de la organización de Pablo Iglesias, no hay ningún órgano común entre ambas entidades (Málaga Ahora es de facto y legalmente un partido independiente, instrumental pero con personalidad jurídica propia).
TAMBIÉN sorprende la situación de la sede parlamentaria de Podemos en la plaza Diego Vázquez de Otero, ya en marcha desde finales del año pasado y que esta revista anunció en primicia meses antes (ver Podemos quiere abrir una Oficina Parlamentaria en la Plaza Diego Vázquez de Otero, en Málaga. La apertura llega tras broncas por la selección del personal que la gestionará. El parlamentario Juan Antonio Gil quería designarlo a dedo). La sede se abre, pero de momento no cuenta con ningún tipo de programación cultural ni se sabe para qué sirve ni cómo se paga. Las cuentas del partido están actualizadas a mediados del año pasado y no se sabe de momento cómo se ha financiado la campaña electoral en Málaga. En la asamblea del sábado pasado las autoridades del partido hablaron de una inversión menor a los 6.000 euros.
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