Según informan los medios, la invitación la realizó el centro que dirige Fernando Francés, que se desvincula ahora de esta acción, afirmando que “depende sólo del artista”. Este, ‘pega’ diversos mosaicos por toda Málaga como el que ha puesto en la fachada del edificio en calle Santa María

29/05/17. Opinión. Málaga continúa su transformación a ciudad ‘amiga’ del arte, tanto callejero como de museo. A los artistas urbanos que trajo la remodelación del Soho bajo el fallido proyecto MAUS que encabezó Fernando Francés, director del Centro de Arte Contemporáneo, y en en cuyas calles sólo están permitidos los grafitis “oficiales”, hay que sumarle la última visita, mediada también...

...por el CAC, del internacional Invader. Este artista instaló sin aviso y de forma secreta diferentes mosaicos por las paredes de Málaga, en lo que denomina una ‘invasión’, uno de ellos lo ha ‘pegado’ en un lugar polémico: la fachada del Palacio del Obispo, un Bien de Interés Cultural (BIC) protegido por la Junta, como publica la cuenta en Twitter de Edifeicios Málaga (@edifeicios) AQUÍ. Según varias informaciones en medios malagueños, Invader fue invitado por el CAC para realizar una exhibición y una de estas ‘invasiones’. Pero el centro municipal de Francés se desvincula ahora de esta acción, aludiendo que “depende sólo del artista”. Informa EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.


ASÍ ha quedado la fachada del Palacio Episcopal que da a calle Santa María, tras la intervención del artista urbano francés Invader. Esta se enmarca en esa serie de acciones denominadas ‘invasión’, que consisten en instalar mosaicos sin previo aviso en diferentes lugares de la ciudad. Málaga cuenta ahora con numerosas de ellas, pero la ya mencionada de calle Santa María desata la polémica. La cuenta de Twitter de Edifeicios Málaga (@edifeicios), defensores del patrimonio histórico en el centro como ellos mismos se definen, señala que este acto supone un “atentado visual contra el BIC”, aclarando que les “encanta el arte urbano, pero JAMÁS contra un BIC. Es ilegal”.  “Pedimos que las autoridades tomen cartas en el asunto, hay leyes que impiden poner esas instalaciones ahí, nos gustan, pero deben hacerse desde un punto de vista responsable”, cuentan a esta revista, haciendo una comparación con el artista malagueño Dadi Dreucol, que demuestra que “se puede hacer arte urbano sin dañar el patrimonio”. Le trasladaron la queja a través de las redes sociales al Ayuntamiento de Málaga y a la Consejería de Cultura de la Junta, recibiendo un ‘me gusta’ de la última, por lo que consideran que ya les ha llegado la información.



EL edificio es un Bien de Interés Cultural (BIC), lo que supone que cuenta con un alto grado de protección arquitectónica que no permite este tipo de modificaciones, según la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía AQUÍ. El Artículo 19 dice que “se entiende por contaminación visual aquella intervención, uso o acción en el bien que degrade los valores de un inmueble integrante del Patrimonio Histórico o distorsione su contemplación”.

SEGÚN varias informaciones de los diarios locales Sur AQUÍ y Málaga Hoy AQUÍ, el artista “ha llegado de la mano del CAC, que en su día ya intentó programar una exposición, instalación o un proyecto de invasión (…) en el marco del proyecto MAUS”. Añaden que el acuerdo “se materializará en el último trimestres con una exhibición” pero que antes ha aparecido “a su manera, sin pedir permiso, sin avisar con antelación”. En el hilo en Twitter de Edifeicios el propio Centro de Arte Contemporáneo contesta a las críticas diciendo que “no tiene nada que ver, es algo que depende solamente del artista”. A lo que el periodista con la cuenta @Jlerena  le contesta que su director, Fernando Francés envuelto en una polémica por registrar el nombre del CAC para su empresa privada en 2002 AQUÍ, “presume de la llegada del artista”, añadiendo que “entonces, lo que afirmaban algunos medios estos días de que la llegada venía propiciada por el CAC, ¿es falso?”. Desde Edifeicios entienden que hay relación del artista con el CAC, pero que esto es una acción independiente del autor.


ASÍ el centro de arte por un lado se desvincula por la controversia, pero se atribuye el ‘mérito’ de la llegada de este artista de renombre, acorde con las publicaciones de los diarios malagueños. Edifeicios pide en una publicación posterior que no quieren “ningún perjuicio para un artista urbano cuya obra nos gusta. Sólo pedimos que dichas obras sean retiradas de aquellos edificios legalmente declarados BIC” (AQUÍ).


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