“Sobre el proyecto de hotel de lujo en el muelle de levante del Puerto de Málaga no puedo estar más de acuerdo en que es un proyecto “exclusivo y excluyente”, algo que nosotros calificábamos como gentrificación en una de nuestras alegaciones como Ecologistas en Acción”
OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía
06/10/17. Opinión. Rafael Yus, coordinador de GENA-Ecologistas en Acción, hace una aportación al artículo del arquitecto Jesús Flores en el que se contraponen el edificio del museo Guggenheim y el proyecto del rascacielos del puerto. El autor apoya la idea de que es un hotel “exclusivo y excluyente”, algo que desde las alegaciones presentadas al proyecto por su organización calificaban como fruto de la gentrificación...
...Al igual que Flores, coincide en que el futuro hotel del dique de Levante no repercutirá positivamente en la ciudad y que no se puede construir sin consenso social. Añade que la diferencia básica entre ambos es que el Guggenheim trajo “riqueza, ofrece cultura, mientras que la Torre Oscura ofrece explícitamente servicios exclusivos y excluyentes, o tal vez “otra cosa oscura”. Es una opinión.
Guggenheim y la Torre Oscura
HE leído el artículo del arquitecto José María Flores Vila sobre el proyecto de hotel de lujo en el muelle de levante del Puerto de Málaga (publicado AQUÍ) y no puedo estar más de acuerdo en que es un proyecto “exclusivo y excluyente”, algo que nosotros calificábamos como gentrificación en una de nuestras alegaciones como Ecologistas en Acción. Aspecto éste que, subconscientemente, puede estar tras el rechazo de sectores de la ciudadanía malagueña.
EN este sentido, tomando como referencia el Museo Guggenheim de Bilbao, me gustaría aportar, adicionalmente a lo dicho por el mencionado arquitecto, un comentario. Recién inaugurado este museo, allá por el año 1997, fui invitado a dar una conferencia en Bilbao y luego me llevaron a dar una vuelta por esta maravillosa ciudad y a ver este hotel. Quien me acompañaba, una simpática y amable colega, me contaba que ella formaba parte de un “asociación de amigos del Museo” creada en su momento para enfrentarse al rechazo que había en sectores de la ciudadanía que lo veían como un esperpento para el paisaje clásico del puerto y la ciudad antigua. Ciertamente, a nadie se le escapa que las características arquitectónicas de este museo son llamativamente discordantes y se puede comprender el rechazo de la ciudadanía. Pero también es cierto que al poco tiempo la gente empezó a cambiar de opinión, no sólo porque acababa acostumbrándose, como sucede con tantos otros esperpentos creados en las ciudades, sino porque en un amplio entorno del museo se activó repentinamente la economía, precisamente tras un periodo sombrío de depresión ocasionado por la desaparición de la actividad industrial y portuaria en la zona vinculado a los Altos Hornos. Esto ayudó mucho a aumentar la simpatía por este polémico edificio.
DICHO esto, cualquier comparación con el proyecto de hotel del Puerto de Málaga, la “Torre Oscura” como algunos la llaman, puede llegar a conducir a equívocos, ya que se trata de dos realidades bien diferentes. Estoy seguro que si se hubiera proyectado un hotel de esas características en el puerto (desde luego no en el lugar en que se quiere emplazar la torre oscura, sino más cerca de la ciudad), la reacción de los malagueños no hubiera sido tan negativa, y dicho sea de paso, sería un elemento que potenciaría la cualidad de Málaga como destino turístico de museos. La Torre Oscura es un proyecto “exclusivista”, que utiliza un suelo público, privilegiado para escapar de los controles urbanísticos que se le exigiría dentro de la ciudad, que se dirige también a un público “exclusivo”, al que se le ofrece un servicio, como el poder contemplar magníficos paisajes, a costa de deteriorar el que, de forma gratuita, todos los ciudadanos pueden contemplar en la bahía de Málaga. Un edificio cuyos beneficios para la ciudad (y por tanto para los ciudadanos) son nulos, y cuya funcionalidad explícita es más que discutible, porque nadie se puede creer que este edificio se pueda vincular al turismo de cruceros, y nadie puede entender que haya tantos clientes de lujo como para necesitar Málaga uno hotel de lujo más, cuando ya hay uno construido recientemente. Es posible que pueda llegar a tener otro tipo de beneficios, pero no será por el uso hotelero, y no será para la ciudad. Tal vez con este pretexto que a las autoridades se vende como un “bien social”, a pesar de que se dirige a una parte de la sociedad que no necesita que le regalen bienes (porque ya los tiene), los promotores tengan un carta escondida en la manga, un uso lucrativo del edificio que ahora no es políticamente correcto enseñar. Esta es la diferencia básica entre ambos edificios: Guggenheim trae riqueza, ofrece cultura, mientras que la Torre Oscura ofrece explícitamente servicios exclusivos y excluyentes, o tal vez “otra cosa oscura”.
PUEDE ver aquí anteriores artículos de Rafael Yus:
- 03/10/17 Regar sin necesidad de trasvases (2): Aguas residuales regeneradas - 20/09/17 Regar sin necesidad de trasvases (1): mejorar la eficiencia del riego
- 07/09/17 Los trasvases de agua intercuencas inflarán la burbuja del mango
- 24/11/16 Un ejemplo de los desastres de la burbuja del mango en la Axarquía
- 19/10/16 La prevaricación omitiva de la Junta propicia la guerra del agua
- 13/09/16 Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. ¿Un reservorio ideal para plantas invasoras?
- 16/05/16 Un nuevo peligro se cierne sobre la Axarquía: el cultivo del mango
- 25/11/15 Regeneración de dunas versus paseos marítimos
- 29/10/15 ¿Quieres ahorrar energía? Olvida el cambio de horario
- 24/09/15 Maltrato animal, adrenodependencia y mito del héroe
- 21/05/15 Málaga: ¿de ciudad merdellona a smart city? Sobre el creciente smartwashing de ciudades insostenibles
- 12/05/15 Los inmigrantes climáticos indignados por ser acusados de colonizadores del paisaje
- 24/04/15 Demoler, o no demoler, ésta es la cuestión. Sobre la cantinela de los llamados “terceros de buena fe”
- 18/03/15 El medio ambiente en los programas políticos de las elecciones andaluzas