Arquitectos de la capital coinciden en que la construcción de un kiosco de 80 metros cuadrados en la parte superior de Muelle Uno, en el Paseo de La Farola, conectado con “un nuevo ascensor y escaleras interiores”, será un precedente para duplicar la superficie de uso comercial hasta ahora restringida a la plata baja

“Qué sigan haciendo barbaridades. Esta utilización de la parte superior del Paseo de La Farola desvirtúa por completo el espíritu del Plan Especial del Puerto. Costó mucho imponer la visión urbanística a la comercial en la esquina de oro, donde querían hacer un centro comercial”: Moreno Peralta

“A cualquier empresa que extiende la pandemia del aterrazamiento le dan licencia. A los vecinos de La Malagueta les afectará el ruido. No creo que se les pueda dar licencia con esa rapidez y sin hacer un periodo de información pública”: Carlos Hernández Pezzi, arquitecto

“Es lo de siempre. Se crea un contexto favorable mediante el diario ‘inmobiliario’ para imponer una ‘ilegalidad’ manifiesta, degradar la permeabilidad visual desde el Paseo, y permitir que un privado se apropie de las vistas sobre el paisaje urbano. Como el rascacielos, pero a pequeña escala”, señala otro arquitecto

Fernando Ramos, arquitecto: “La cubierta se ha respetado hasta el momento. Si abrimos esta puerta ahora los demás locales [de Muelle Uno] harán lo mismo”

Hard Rock Café Málaga tendrá 1.500 metros cuadrados; una terraza de 300 metros en la planta baja y otra con un kiosco “transparente” en la parte superior, en el Paseo de la Farola pegada al Museo Pompidou. Un espacio en el que no estaba previsto construir para mantener las vistas entre el mar y la ciudad según los arquitectos consultados

13/07/18. Opinión. “La construcción de un cuerpo edificado es el principio de la colonización del Paseo de La Farola”, denuncia el arquitecto Salvador Moreno Peralta en referencia al kiosco de 80 metros cuadrados y a las pérgolas que protegerán las mesas y sillas de la terraza panorámica superior del nuevo Hard Rock Café de Muelle Uno. Un proyecto que recoge el diario Sur (AQUÍ). La marca norteamericana...

...aterriza en la capital de la Costa del Sol y lo hace en un local de 1.500 metros cuadrados situado enfrente de la puerta del Museo Pompidou. Arquitectos de la capital coinciden en que la construcción de un kiosco de 80 metros cuadrados en la parte alta de Muelle Uno y de una terraza “con vistas a la dársena del Marqués de Guadiaro y al Centro Histórico”, en el Paseo de La Farola, que estarán conectados a la planta baja con un nuevo “ascensor y escaleras interiores”, será un precedente para duplicar la superficie de uso comercial hasta ahora restringida a la plata inferior, donde se encuentran los demás locales de restaurantes y tiendas. “Qué sigan haciendo barbaridades. Esta utilización de la parte superior del Paseo de La Farola desvirtúa por completo el espíritu del Plan Especial del Puerto. Costó mucho imponer la visión urbanística a la comercial en la esquina de oro, donde querían hacer un centro comercial”, señala  Moreno Peralta. (Las imágenes del proyecto del nuevo Hard Rock Café han sido publicadas por diario Sur). Es una información de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

EL establecimiento de Hard Rock Café Málaga tendrá 1.500 metros cuadrados; una terraza de 300 metros en la planta baja y otra con pérgolas junto al kiosco “transparente” que se va a construir en la parte superior, en el Paseo de la Farola, según publica Sur (AQUÍ). Este kiosco estará conectado a la planta baja con un nuevo ascensor y escaleras interiores según recoge Sur. Un espacio en el que no estaba previsto construir para mantener las vistas entre el mar y la ciudad según explican varios arquitectos malagueños.


“EN Muelle Uno lo que impera es la lógica comercial y no la urbanística y es lo que hemos estado criticando. El Hard Rock Café está creado dentro de la lógica comercial pero no dentro de la lógica urbanística. Muelle Uno es un centro comercial, igual que el Centro Larios. Ha costado mucho implantar la visión urbanística, de ahí la polémica de la esquina que está antes de llegar al Pompiduo, donde querían levantar un centro comercial”, indica el arquitecto Moreno Peralta. Que añade que: “Es importante que haya explotación comercial pero tiene que estar compensada con la visión urbanística porque es un suelo público con una significación especial”.

UN arquitecto de la ciudad asegura en referencia al proyecto del Hard Rock Café que “es lo de siempre. Se crea un contexto favorable mediante el diario ‘inmobiliario’ –en referencia a diario Sur- para imponer una ilegalidad manifiesta, degradar la permeabilidad visual desde el Paseo, y permitir que un privado se apropie de las vistas sobre el paisaje urbano. Como el rascacielos del Puerto –un edificio de 150 metros que una empresa catarí quiere levantar en el dique de Levante- pero a pequeña escala”.


“A cualquier empresa que extiende la pandemia del aterrazamiento le dan licencia. A los vecinos de La Malagueta les afectará el ruido. No creo que se les pueda dar licencia con esa rapidez –la inauguración está prevista para el mes de diciembre- y sin hacer un periodo de información pública”, asegura el arquitecto y colaborador de esta revista Carlos Hernández Pezzi (AQUÍ).


EL arquitecto Fernando Ramos señala que “estoy en contra de que se construya en la superficie del Paseo de la Farola porque está fuera del objetivo con el que se acordó el Plan Especial del Puerto. En el que se recogía la necesidad de mantener una panorámica visual entre el Puerto y la ciudad. ¿No estábamos persiguiendo que ese paseo no tuviera barreras visuales y por eso los ascensores son de cristal, los arbustos son poco voluminosos y discutimos por los casetones de ventilación? Este proyecto va en contra del espíritu de lo que se acordó. Por eso se prohibió lo que pretendían levantar en la esquina de oro, el centro comercial. No se permitió porque tapaba. No se trata de que fuera legal o no”.


“ES una tendencia evidente que las marcas necesitan imponerse visualmente y crear unos ‘iconos’ que nadie ha pedido y que no encajan con el espíritu de las intervenciones urbanas y que al final convierten el espacio público en un espacio de iconos comerciales. Dentro de lo discutible, Muelle Uno ha mantenido unos mínimos hasta ahora. La cubierta se ha respetado. Si abrimos esta puerta ahora los de más locales harán lo mismo”, añade Ramos.


DE todas formas, algunos establecimientos hosteleros han conseguido ya colonizar la gran terraza de Muelle Uno. Según el grado de influencia de sus propietarios se puede o no se puede montar un chiringuito de copas en ella, como ha hecho el restaurante de José Carlos García con una estrella Michelin. El restaurante tiene instalada una terraza con mesas y sillas en la cubierta del Muelle Uno, y ni siquiera sobre su local, sino bastante más cerca del Museo Pompidou. Se ocupa durante todo el día al ser la única con esas vistas. ¿Legal? Como tiene una estrella…

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