El coordinador de las exploraciones espeleológicas de la Asociación Excursionista de Málaga, relata a EL OBSERVADOR las vicisitudes que llevaron a un equipo de profesionales a poder entrar y estudiar el interior de la cavidad y hacer el gran descubrimiento de las Estegamitas
“Cada vez son más las cartas y los movimientos de adhesión, no solamente de España, sino de otros países como Argentina, Francia, Italia, de científicos y de compañeros, que se quedan sorprendidos de que en un descubrimiento de este tipo pueda darse la posibilidad de que se destruya”07/09/22. Opinión. DOSSIER Cueva de la maravilla Blanca. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Desde el momento en que el pasado verano aparecen las primeras informaciones sobre la aparición de la cueva llamada de la Maravilla Blanca, los espeleólogos malagueños de la Sociedad Excursionista de Málaga intentaron que se les facilitase información sobre ella e intentaron...
...conseguir el permiso para poder visitarla, según relata José Enrique Sánchez, presidente de la Asociación Española de Espeleología. Sánchez es el firmante de la denuncia presentada en el Juzgado de Instrucción nº Tres de Málaga pidiendo la paralización de la prevista voladura de la cavidad y medidas de protección para su contenido, y uno de los tres coordinadores del equipo de casi 30 profesionales que ha estado investigando el interior de la cueva durante tres meses, de abril a julio.
Sánchez, que también es coordinador de las exploraciones espeleológicas de la Asociación Excursionista de Málaga, narra a EL OBSERVADOR las vicisitudes que llevaron a este equipo de personas a poder entrar y estudiar el interior de la cavidad y hacer el gran descubrimiento de las Estegamitas, y otros que reflejan en el Resumen Ejecutivo entregado en el Juzgado para documentar la denuncia, y que puede leerse AQUÍ.
Una historia
Sánchez es actualmente uno de los profesionales que mejor conoce la historia y contenido de la llamada Cueva de la Maravilla Blanca. Su intención al pedir información sobre ella al principio era la de poder valorar y determinar la importancia que pudiera tener, ya que “muchas veces las noticias e imágenes que aparecen en redes pueden no corresponderse con la realidad o con las manifestaciones que se estaban dando en ese momento de que podía ser tan grande como la cueva de Nerja”, explica Sánchez.
Así, desde un primer momento intentan hablar con la fábrica de cementos y con la Junta de Andalucía, “sin conseguir ningún tipo de permiso para visitar la cueva”. Por un lado, “bajo la excusa de que había un expediente informativo en trámite por parte de la Consejería de Cultura” nos dicen que “por lo tanto no se podía visitar”. Por otro lado, “que la Junta no tendría inconveniente en que entráramos en la cueva pero que eso estaba en terreno privado”. Y luego la fábrica, que “dice que hay una orden de Cultura diciendo que allí no puede entrar nadie excepto los autorizados por Cultura. Así entramos en un bucle en el que nadie se responsabiliza y no conseguimos nada”, lamenta Sánchez.
De esta manera pasan los meses hasta que a finales de marzo “nos enteramos que hay un informe presentado por la empresa FRASA del ingeniero Fernández Rubio en el que se vierten una serie de conceptos que en principio nos llaman la atención. Este informe de más de 150 páginas se hace desde un despacho de Madrid y sin visitar la cueva”, asegura Sánchez sorprendido.
Para justificar que el informe es correcto se sugiere que “permita a un equipo de geólogos poder tomar muestras y poder realizar un estudio de muestreo paleoclimático”, a lo que accede la propia fábrica que confia en el informe que presenta esta empresa, que dice que la cueva tiene alrededor de 700 metros, que no tiene ningún tipo de restos, que no tiene valor, etc”.
Aquí es como el equipo del que forma parte Sánchez, compuesto por casi 30 personas, consigue por fin acceder a la cueva. Y es que los miembros de la Universidad de Málaga y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que reciben el permiso para poder investigar la cavidad durante 3 meses, “claro, son científicos pero no son espeleólogos, con lo cual piden el apoyo del grupo de espeleología de la Sociedad Excursionista de Málaga, que llevamos desde los años 70 trabajando en las cuevas de la zona”.
Éstos aceptan el encargo, “teniendo en cuenta que la condición que nos impone la fábrica es que ellos no corren con ningún gasto. Nosotros asumimos los costes de estar durante tres meses trabajando allí”.
“Desde el primer día empezamos a ver que aquello reúne una serie de características geológicas y geomorfológicas bastante importantes y que no son las que se comentan en el informe madrileño”, asegura Sánchez. Y conforme van pasando las semanas “vamos explorando más galerías hasta llegar a los 1.300 metros, que de momento están topografiados por nuestra parte”.
No han podido seguir avanzando porque los tres meses han pasado y ha caducado el permiso. “Hay zonas que no hemos podido explorar porque no nos ha dado tiempo y ya no se nos ha permitido continuar con la investigación”. Y es que Sánchez entiende que “empiezan a salir esta serie de descubrimientos porque allí hemos entrado unos investigadores y unos exploradores que somos independientes, y que estamos diciendo desde el primer momento que la administración nos tenía que haber permitido la entrada para investigar aquello”, ya que si “solo permite la visita de empresas contratadas por la fábrica, claro, quien contrata un perito procura que los informes sean a su favor”.
El equipo ha solicitado permiso para continuar con las exploraciones, pero “cuando terminó el permiso nos dicen que no se renueva la autorización, a pesar de que se les ha informado de que quedan bastantes cosas por investigar”.
Estos últimos días “llega a nuestros oídos que les van a dar el permiso para continuar de nuevo con la explotación”, narra Sánchez. “Intentamos que las autoridades de la Junta, de Cultura y de Medio Ambiente, nos reciban, oigan nuestra exposición, y nos piden que esperemos y que esperemos”.
Y ya están saliendo informaciones que aseguran que “reanudaban la explotación minera a partir del lunes pasado o el martes. Hemos visto imágenes de voladuras en la fábrica, no tiene porque ser precisamente en la cueva, pero sí confirma que había voladuras pendientes”.
Para Sánchez el descubrimiento de la cueva es un acontecimiento “de una repercusión mundial”, por lo que para protegerla se han visto obligados a presentar una denuncia en el Juzgado de Instrucción número Tres de Málaga en la que se advertía de la inminente voladura de la oquedad y se pedía la protección de la misma dados los importantes hallazgos encontrados en ella (ver AQUÍ).
Sánchez confirma que “cada vez son más las cartas y los movimientos de adhesión, no solamente de España, sino de otros países como Argentina, Francia, Italia, de científicos y de compañeros, que se quedan sorprendidos de que en un descubrimiento de este tipo quepa la posibilidad de que se destruya”.
(Continuará)
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