CGT denuncia que la sociedad ha iniciado una caza de brujas contra sus afiliados, ya que ha despedido a su delegado y a una afiliada por organizar la sección sindical en la empresa
Miguel Montenegro, secretario general de CGT en Andalucía: “Parece evidente que Novaluz Energía quiere eliminar cualquier persona que tenga algún indicio de pertenecer o simpatizar con CGT”21/09/22. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El pasado día 9 de septiembre se constituyó legalmente la sección sindical de CGT en la empresa Novaluz Energia SL, cuyo centro de trabajo se encuentra en la malagueña calle Larios. Según relata el sindicato, apenas 10 días después la empresa ha despedido a Alberto, que había...
...sido elegido delegado de la sección sindical, y a otra afiliada. Para CGT se trata de una reacción de Novaluz al ver “que el sindicato se ha implantado en la empresa y que van a tener que respetar las normas”.
A partir de este lunes 26 Alberto va a estar “en calle Larios, en la puerta de la empresa denunciando su situación, y es que ahora tiene todo el tiempo del mundo…”. Por lo que “la actitud antisindical de esta comercializadora de luz no va a tardar en tener cumplida respuesta por parte de CGT, que ya diseña una campaña de acción sindical dura y sostenida en el tiempo hasta la readmisión de Alberto, estando en condiciones de poder afirmar que desde el próximo lunes 26 de septiembre la calle Larios se va a teñir de rojo y negro [los colores del sindicato]”. Además, desde la organización sindical hacen un llamamiento “a toda la gente de CGT y a todos los colectivos sociales para que participen, bajo el mensaje ‘Que Alberto no esté solo’, y que en esas horas cada día que esté allí pues que Alberto esté acompañado”.
Novaluz, que empezó hace dos años en Málaga, “es una comercializadora de luz y de servicios de representación de más de 4.000 empresas con un consumo equivalente a 88.000 residenciales. Sus fundadores llevan años prestando servicios a miles de PYMES en el Norte de Europa”, según su lee en la web.
La historia
Tal y como explica Miguel Montenegro, secretario general de CGT en Andalucía, el pasado día 9 tuvieron una reunión con algunos de sus afiliados en Novaluz en la que les informaron del mal trato que están recibiendo por parte de la empresa, que “no les respeta el convenio de telemarketing, que es el que es de aplicación”, además de que “una mejora que tienen pactada, que es un plus de 100 euros” la empresa “hace lo posible para quitárselo a los trabajadores, por ejemplo, si alguien se casa, que son días de licencia con sueldo, pues este plus te lo quitan, o si fallece un familiar, o si te vas de vacaciones, ahí les están metiendo la mano en el bolsillo”.
Para reivindicar sus derechos los trabajadores decidieron constituir una sección sindical, ya que “es una empresa de más de 100 empleados pero no tienen representación legal”. Así, según Montenegro, nombraron “al compañero Alberto como delegado de la sección sindical, y le mandamos a la empresa la legalización de la sección sindical para que ya identificara a Alberto como representante de la afiliación de CGT en la empresa”.
A continuación enviaron una carta a la empresa con sus reivindicaciones, porque no quieren “tener que recurrir a vía de denuncias a Inspección de Trabajo o denuncias al Juzgado de lo Social, intentando que haya unas relaciones normales”.
Sin embargo la reacción de la empresa consiste en “convocar una especie de asamblea en la que dicen que han visto que hay trabajadores que se están incorporando como seguidores a la cuenta de la sección sindical de CGT en Instagram, y que peligra el puesto de trabajo de quien siga a CGT, a Alberto o a la cuenta de la sección sindical”, asegura Montenegro.
Esta medida de presión “surte efecto a medias, porque hay gente que sí que se salió, por el miedo, pero hay otra que se ha quedado”. Tras esto, la empresa “en vez de despedir a muchos, para no incurrir en despido colectivo, ayer le dio la carta de despido a Alberto”, explica Montenegro, para el que dicha carta “no se puede coger por ningún sitio, porque no hay motivo, es una reacción a que ven que el sindicato se ha implantado y que van a tener que respetar las normas”.
La “caza de brujas” se confirma, según Montenegro, ya que “acaban de despedir a otra compañera que asistió a la asamblea de constitución de la sección sindical de CGT, es seguidora del perfil de Instagram de CGT, y se ha dirigido a la dirección exigiendo el cumplimiento del convenio colectivo y las normas laborales básicas”. Por lo que “parece evidente que Novaluz Energía quiere eliminar cualquier persona que tenga algún indicio de pertenecer o simpatizar con CGT”.
Ante esto desde el sindicato lamentan que tendrán que tomar “las acciones legales correspondientes ante la Inspección de Trabajo por las condiciones ilícitas que se aplican a la plantilla, como ante el Juzgado de lo Social por el despido desproporcionado y radicalmente nulo realizado por la empresa”.
En concreto para la defensa de los derechos de Alberto van a tomar dos medidas de momento, por un lado “se van a poner las acciones jurídicas como no puede ser de otro modo, porque tenemos 20 días para impugnar el despido”, afirma Montenegro. Cuando se celebre el acto de conciliación, “haremos una gran concentración, para intentar que la empresa recapacite y devuelva el puesto de trabajo a Alberto”.
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