“La alternativa salvaguardaría los interés económicos de la operación y el paisaje de la Bahía y además, permitiría a la bicentenaria Farola, recién declarada BIC, seguir funcionando, algo que no ocurrirá si se construye el hotel rascacielos en el Dique de Levante”
19/11/23. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo ha propuesto cambiar la ubicación del rascacielos del Puerto a la marina de San Andrés y dividirlo en dos edificios para así mitigar su impacto paisajístico. Lo explica Alfonso Vázquez en un artículo para La Opinión de Málaga (AQUÍ), en el que destaca que...
...así se respetaría el negocio hotelero, y en una zona más atractiva que el Dique de Levante y cuya concesión también tiene el grupo catarí.
En respuesta a la controvertida propuesta de construir un hotel rascacielos en la Bahía de Málaga, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo ha presentado una alternativa que busca conciliar los intereses económicos con la preservación del paisaje urbano. En lugar de erigir el hotel en el Dique de Levante, la academia sugiere trasladarlo a la explanada portuaria frente a la futura marina deportiva de San Andrés, donde también se ubicaría el auditorio. Dividir el rascacielos en dos torres reduciría el impacto paisajístico, manteniendo la bicentenaria Farola en funcionamiento y concentrando la inversión del grupo catarí. La propuesta busca evitar un error irreversible en la ciudad, similar al de las torres de Martiricos, destacando que el cambio de ubicación podría realizarse en unos pocos meses.
Los defensores de la propuesta argumentan que esta alternativa favorecería tanto los intereses empresariales como la imagen de la ciudad, al tiempo que permitiría la actualización del proyecto del auditorio. Consideran que la zona del puerto deportivo ofrece oportunidades para usos mixtos, como oficinas y hoteles, además de un centro comercial unido al puerto. Aunque reconocen la necesidad de trámites administrativos, creen que la modificación del plan especial del Puerto y la adaptación del auditorio podrían completarse en un plazo de tres a seis meses, destacando que la altura de las torres en la nueva ubicación sería menos determinante que en el Dique de Levante.
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San Telmo propone trasladar el rascacielos del Puerto, dividido en dos torres, a la marina de San Andrés
La Real Academia de San Telmo considera que así se respetaría el negocio hotelero en una zona más atractiva que el Dique de Levante y cuya concesión también la tiene el grupo catarí. Esta alternativa eliminaría el impacto «negativo e irreversible» del hotel rascacielos en la Bahía de Málaga
En lugar de un hotel rascacielos presidiendo la Bahía de Málaga -un proyecto que sigue levantando un gran rechazo en la ciudad- trasladarlo, dividido en dos torres, a la explanada portuaria frente a la futura marina deportiva de San Andrés, cuya concesión fue adjudicada al mismo grupo catarí que promueve la Torre del Puerto.
La alternativa salvaguardaría los interés económicos de la operación y el paisaje de la Bahía y además, permitiría a la bicentenaria Farola, recién declarada BIC, seguir funcionando, algo que no ocurrirá si se construye el hotel rascacielos en el Dique de Levante. Esta es la propuesta que acaba de presentar la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
«Si al grupo catarí le dan la marina, ¿por qué no se pone la torre ahí también y el auditorio se lleva a esa parcela? Y como la torre es un volumen muy fuerte, se harían dos torres, como pasa en la Villa Olímpica de Barcelona», argumenta el arquitecto y vicepresidente de San Telmo Ángel Asenjo.
Conciliar negocio y paisaje
El abogado y pintor José Manuel Cabra de Luna, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, recuerda a este diario que su institución «está por la defensa de la imagen de la ciudad, de su paisaje» y con esta propuesta no habría daño alguno a la operación empresarial: la inversión del grupo catarí «va a estar mucho más concentrada» y además se rebajaría el impacto paisajístico, al desplazar el rascacielos y dividirlo en dos, argumenta. La Academia de San Telmo ya argumentó en un informe al Ministerio de Cultura en 2021 que la Torre del Puerto causará «un impacto de carácter irreversible y negativo que la ciudad no puede ni debe permitirse».
José Manuel Cabra de Luna hizo hincapié en que, con este proyecto, «la Academia no está en absoluto cercenando una inversión, al revés, lo que está es conciliando los intereses de la ciudad, del paisaje y la conservación con una importante inversión económica», resalta el presidente.
Como recuerda Ángel Asenjo, en Málaga «las personas que observan la ciudad sin intereses concretos piensan que la Torre del Puerto es una actuación innecesaria y negativa; llegan a la conclusión de que no es necesario destruir el paisaje urbano de la ciudad, por eso planteamos esta alternativa», destaca.
El vicepresidente de San Telmo está convencido además de que la zona del puerto deportivo favorecería mucho más los intereses empresariales de los cataríes que el proyectado emplazamiento del hotel de lujo, aislado en el Dique de Levante.
«Tienes la posibilidad de hacer un centro comercial unido al Puerto, pueden ser incluso usos mixtos de las torres: de oficinas y hotel, no tiene que ser solamente hotel», sugiere.
El agrupar el futuro auditorio de música en la misma parcela, señala Ángel Asenjo, sería la ocasión para actualizar «un proyecto de 20 años y lo primero que hay que plantearse es si el programa funcional por el que fue concebido aquel auditorio es el que hoy Málaga necesita», explica Ángel Asenjo, quien para no levantar suspicacias sugiere que esa reforma o adaptación del auditorio podrían realizarla «los mismos autores» que ganaron en su día el concurso.
No repetir el error de Martiricos
Para el vicepresidente de San Telmo, Málaga no puede permitirse repetir un error «de por vida» como el de las Torres de Martiricos, un proyecto a su juicio «equivocado» desde el comienzo, porque ha creado una gran «pantalla» visual en la ciudad «que no tiene ningún atractivo» y ha sido «una intervención muy desafortunada».
Por este motivo, Juan Manuel Cabra de Luna subraya la «irreversibilidad» de una operación como la Torre del Puerto pero remarca que hay una alternativa sin merma económica por la que podría salvarse el paisaje urbano de Málaga.
«De tres a seis meses»
Por su parte Ángel Asenjo quita hierro a los trámites administrativos que conllevaría este cambio: «Lo difícil era modificar el plan especial del Puerto, ahora estaríamos ante un cambio de uso y si los funcionarios fueran medianamente responsables se puede hacer en tres, seis meses y el proyecto del auditorio, en seis meses o un año», calcula.
Con respecto a la altura que pudieran tener las dos torres en las que quedaría el hotel rascacielos de la Torre del Puerto, el vicepresidente de San Telmo considera que la altura final ya no sería tan determinante como en el Dique de Levante y se emplazarían en una zona con edificios modernos como la Gerencia de Urbanismo. «Al lado están las torres de Lamela, si usted homogeiniza, hay una zona de la ciudad que se desarrolla en altura porque estamos en el siglo XXI y el suelo no puede extenderse hasta el infinito; el futuro va a ser en vertical», concluye.