Una trabajadora de la UMA asegura que Optima, que empezó a actuar en la Universidad en diciembre, “ha echado a la calle a cinco personas que estaban fijas discontinuas, una con cáncer según me han dicho, y quieren echar a otras diez”

Por su parte fuentes de la Universidad mantienen que “una de las cosas que viene en los pliegos, es que la empresa que entra se tiene que quedar con todos los trabajadores que estaban ya empleados”

14/02/24. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Las trabajadoras de la subcontrata ‘Optima Grupo’, que se encargan de la limpieza de algunas de las facultades de la Universidad de Málaga, se reunieron ayer con su empresa para intentar solucionar el conflicto que mantienen a raíz de sus condiciones laborales. Se trata de un capítulo más, en este...

...caso debe ser el último, de los problemas que ha mantenido el exrector de la UMA, José Ángel Narváez, con el personal de limpieza que trabaja en la institución.

Hace unos días una trabajadora de la UMA se ha puso en contacto con EL OBSERVADOR para denunciar la situación que están viviendo las limpiadoras, “que para mí son compañeras aunque sea una contrata externa” de la empresa ‘Optima Grupo’, que es una subcontrata que se encarga de la limpieza de algunas facultades de la universidad malagueña.

La trabajadora explica que “en la ampliación de la universidad, la contrata externa de limpieza está fatal desde que entró la empresa Optima”, y es que “han echado a la calle a cinco personas que estaban fijas discontinuas, una con cáncer según me han dicho, y quieren echar a otras diez”.


Por su parte, EL OBSERVADOR ha preguntado a fuentes de la UMA que confirman que existe “un conflicto entre trabajadores y  una empresa, la Universidad no es responsable ni de los trabajadores ni de la empresa. En este caso es un pliego de prestación de servicios que se firma el 22 de diciembre pasado”, por el anterior equipo, antes incluso de que el actual rector, Teo López, recibiera su reconocimiento oficial como tal por la Junta.

Se trata de un problema heredado del anterior rector de la UMA, José Ángel Narváez, que ha tenido varios incidentes con el personal de limpieza que trabaja en la institución malagueña. Así, a principios de marzo de 2020, antes del confinamiento por Covid, los trabajadores de limpieza se manifestaron durante más de una semana reclamando las condiciones que les prometieron tras la huelga de 2004 (AQUÍ).

Más adelante, en noviembre de 2020, el servicio de Limpieza de la Universidad convocó una manifestación ante la falta de seguridad que sufrían ante el Covid, por no estar incluidas en el protocolo sanitario para el personal de la UMA, y por la precariedad laboral en la que se encontraban (AQUÍ).


Actualmente la UMA “tiene un contrato público en el que la limpieza de la universidad se divide en tres lotes, hay tres contratas”, explican fuentes de la UMA, “el problema es entre los trabajadores de una contrata y esa empresa, que además solo lleva trabajando en la universidad desde diciembre”.

Estas fuentes aseguran que ayer se produjo una reunión entre las partes, “están negociando y están intentando llegar a un acuerdo, que hasta ahora estaban las posturas muy distanciadas. Hay un conflicto laboral, están negociando, que se sienten y que las posturas se acerquen, o por lo menos que hablen, es fundamental”.

Indican que la Universidad, en este caso, lo único que puede hacer es “encargase de supervisar que se cumplan las condiciones, como con cualquier contrato que tiene la UMA. Evidentemente somos sensibles a las condiciones de los trabajadores, velamos por que se cumpla lo que viene en el pliego de condiciones, que se garanticen las condiciones laborales de los trabajadores”.

Además apuntan que “una de las cosas que viene en los pliegos, es que la empresa que entra se tiene que quedar con todos los trabajadores que estaban trabajando”.

Estas fuentes defienden que “la gente que trabaja en la universidad tiene unas condiciones laborales buenas, que podrían ser mejores, sí, pero ya son buenas, porque la universidad vela porque los contratos públicos que saca a la calle se preserven las condiciones que ya tenían los trabajadores, y si es posible que se mejoren. La universidad es un sitio agradable para trabajar, para los propios y para los trabajadores de las empresas con las que contrata”.