“Cuando empezaron los trabajos en la zona de la Torre del Homenaje, que estaba junto a la rampa, volvieron a escucharse ruidos de gente que no existe, sombras, lamentos…”

04/04/24. 
Sociedad. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La ciudad de Málaga tiene más de dos milenios y medio de historia, tiempo en el que han tenido lugar multitud de anécdotas y curiosidades. La cuenta de Twitter @malagacuriosa (AQUÍ) recopila una gran selección de ellas, “basadas en el recuerdo de sus gentes, lo que hace que se mezcle lo real con la ficción, nada confirmado...”. Hoy, ‘La Leyenda de la Torre Maldita...

...del Homenaje’. Por su interés, lo compartimos con nuestros lectores.

A continuación reproducimos el hilo, que puede ver en su fuente original AQUÍ.

“La Leyenda de la Torre Maldita del Homenaje.
Cuando era crío, había una parte de la Alcazaba olvidada, la Ciudadela, un montón de casas viejas, derruidas, donde los toxicómanos entraban a consumir. Algunos días entrábamos allí por los muros de la Coracha, el sitio daba...


Miedo, casas de piedra, la mayoría derruidas, dentro de las casas, colchones viejos, jeringuillas, trozos de revista pornográficas, excrementos humanos, siempre que veíamos a algún toxicómano, nos decían, chavales, este no es sitio para vosotros,... (puta mierda la droga)...


Había en esa ciudadela, una rampa por un camino empedrado con musgo que conducía a una puerta, por debajo del nivel de la tierra, la puerta conducía a algún lugar bajo tierra, pero jamás entramos allí, por una razón...
Y es aquí donde comienza la leyenda....
Era invierno…


Un sábado por la tarde, había llovido y el cielo estaba encapotado, ese fue el día que entramos por primera vez a la Ciudadela, estamos jugando en la Coracha, empezó a chispear, uno de nosotros dijo de ir a las casas viejas de la Alcazaba y meternos allí, así que por...

La Muralla de la Coracha, entramos dentro, justo al lado de la rampa, que no le prestamos atención y seguimos a las casas, en una de las callejas había un hombre, bajo el zaguán de una puerta, nos asustamos y paramos, el hombre nos miró y saludo a uno de nosotros...


Por su nombre, este hombre era amigo de su hermano mayor, nos acercamos, el tipo estaba fumándose un cigarro,
- ¿Qué hacéis aquí?, a tu hermano no le va a hacer gracia...
- Hemos venido para refugiarnos de la lluvia...
- Venga pegarse aquí debajo de estas tejas, quedarse conmigo, que por aquí habita el mal, os voy a contar una Historia...



Aquí, en la Alcazaba, se escucha gente que no existe, se ven sombras sin gente, se oyen lamentos y ruidos de cadenas, todo fue cuando comenzaron a reformar la Alcazaba, un poco antes de la Guerra Civil...

Empezaron a mover la tierra de la Alcazaba, que llevaba siglos, sepultando el mal, en una de las casas, encontraron enterrado dos estatuillas de época Romana, y aquí fue donde se desató el Mal, comenzó una lluvia de piedras que duró un día entero, cuando cesó...


Las gentes se acercaron a las casas de donde salían las piedras, la puerta estaba cerrada, al forzarla para abrirla, vieron a un hombre al fondo, que se esfumó por una pequeña ventana y cuenta un niño que el hombre, entró por la puerta que había al final de la rampa...

Las obras de rehabilitación continuaron, todo volvió a la normalidad, pero cuando empezaron los trabajos en la zona de la Torre del Homenaje, que estaba junto a la rampa, volvieron a escucharse ruidos de gente que no existe, sombras, lamentos, esto llevó a que…


Juan Tembury aislara esa parte de la Alcazaba y no la tocara, y así ha llegado hasta nuestros días, así que chavales, este sitio no es para vosotros, marcharse...
Cuando dejó de llover, nos fuimos de allí...
Yo siempre pensé que esa historia se la inventó para que no...


Fuéramos por allí, y ver lo que se hacía. Pasados los años, por casualidad, di con un artículo de periódico que hablaba del incidente que nos contó aquel tipo, investigué un poco y puede que las estatuillas romanas podían representar a dos Larvae, son duendes malignos...


De la Mitología Romana, o de dos Manes, que eran almas que defendían el hogar de una familia y al ver extraños escarbando en la casa, estos se manifestarían...
Se como sea, la Torre del Homenaje y esa zona de la Alcazaba, sigue sin tocarse, lo que da fuerza a esa leyenda...


De que hay en la Alcazaba una entidad extraña, que no quiere que esa parte se toque, a día de hoy, cuando voy por la Alcazaba y paso por el muro desde donde se ve la rampa y la puerta al fondo, me sigue dando escalofríos...”.