Josele Aguilar, parlamentario andaluz y viceportavoz del PSOE Andalucía: “Responde a un plan premeditado que tiene Moreno Bonilla, que es castigar a la universidad pública, o hacer que la universidad pública tenga cada vez menos medios, y generar un espacio de negocio para las universidades privadas”
Paloma de la Peña, ex subdirectora general de Universidades: “El problema que existe ahora es la simbiosis entre la comunidad autónoma y los promotores de la creación de universidades privadas, y eso, que es una corruptela, se está produciendo porque las comunidades autónomas no tienen un marco coordinado con sus universidades para repartir juego”
23/05/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Junta de Andalucía que gobierna Moreno Bonilla ha dado el visto bueno en el último año a la implantación de cuatro universidades privadas nuevas en la comunidad (hasta hace un año solo había una), de las que tres de ellas llegan directamente a Málaga: la Universidad Tecnológica del...
...Atlántico-Mediterráneo (Utamed), la Universidad Alfonso X el Sabio Mare Nostrum y la Universidad Europea de Andalucía. La aprobación de estas instituciones, especialmente por la vía de urgencia, ha generado críticas de la oposición, aunque la Junta defiende la legalidad y el cumplimiento de los requisitos.
La Universidad Alfonso X el Sabio Mare Nostrum es conocida por ser la primera universidad privada de España, ahora es propiedad del fondo de inversión CVC Partners, ha sido objeto de rumores de venta y ha tenido problemas legales con Hacienda por irregularidades fiscales, tal y como explica Emilio Cabrera en un artículo para La Voz del Sur (AQUÍ).
Por su parte, la Universidad Europea de Andalucía, recientemente adquirida por el fondo EQT, también se ha visto envuelta en polémicas debido a su conexión con el portal inmobiliario Idealista, que ha sido multada por prácticas desleales en el mercado inmobiliario.
La entrada de ambas instituciones en Málaga ha sido facilitada por la cesión de terrenos públicos por parte del Ayuntamiento del PP del alcalde Paco de la Torre, lo que ha añadido más combustible a las críticas sobre la idoneidad y los intereses que hay detrás de estas universidades.
Pese a las controversias, la Junta de Andalucía sostiene que la creación de estos centros privados evitará la fuga de talento y cumplen con los estándares de calidad necesarios. Aseguran que el nuevo Plan de Inspección garantizará que estas instituciones sigan la normativa vigente.
Sin embargo, persisten dudas sobre la necesidad de estos nuevos centros, ya que muchos de los grados que ofrecen ya están ampliamente disponibles en otras universidades públicas andaluzas, cuestionando la pertinencia de su implantación y el posible impacto en la oferta educativa regional.
Las universidades privadas son rentables
La alta rentabilidad de algunas universidades privadas está atrayendo a los grandes fondos de inversión (AQUÍ). En marzo se anunció la compra de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX) por parte del fondo de inversión CVC por 1.100 millones de euros, tras la adquisición previa de la Universidad Europea por Permira por 770 millones. Estas transacciones reflejan el creciente interés de los fondos de inversión extranjeros en las universidades privadas en España, un sector atractivo por su alta rentabilidad.
Actualmente, España cuenta con 87 universidades, de las cuales 37 son privadas, incluidas nuevas incorporaciones como CUNEF, ESIC y Villanueva, autorizadas por la Comunidad de Madrid. La competencia y la oferta educativa en las universidades privadas han llevado a una presión a la baja en los precios, lo que ha generalizado el uso de descuentos para atraer estudiantes.
En 2017, el sector de las universidades y escuelas de negocio privadas en España facturó 2.255 millones de euros, con un crecimiento anual del 7%. Según datos de eldiario.es, 23 centros privados registraron ingresos de 1.682 millones de euros y una rentabilidad media del 9,41%. Sin embargo, el rendimiento es desigual entre las universidades. Algunas, como la Universidad de Navarra y la Universidad Europea de Canarias, han registrado pérdidas, mientras que otras, como la Alfonso X El Sabio y la IE University, presentan márgenes de beneficio superiores al 25%. La alta rentabilidad de ciertos centros ha atraído la atención de inversores, quienes ven en la educación superior una oportunidad de negocio creciente.
El sector de las universidades privadas está dominado en gran parte por instituciones vinculadas a la Iglesia católica, que operan 13 universidades y generan ingresos significativos. No obstante, también hay centros impulsados por otros sectores y empresarios, como la Universidad Camilo José Cela y la IE University. La demanda creciente de formación, junto con la competitividad de precios y la capacidad de estas instituciones para adaptarse a las demandas del mercado laboral, han convertido a las universidades privadas en un terreno fértil para la inversión. Los expertos prevén que estas adquisiciones no serán las últimas, dado el potencial de rentabilidad y el interés de los fondos de inversión en consolidar y expandir sus operaciones en el ámbito educativo.
Josele Aguilar
Para Josele Aguilar, parlamentario andaluz y viceportavoz del PSOE Andalucía, la incorporación de estas nuevas universidades privadas “responde a un plan premeditado que tiene Moreno Bonilla, que es castigar a la universidad pública, o hacer que la universidad pública tenga cada vez menos medios, y generar un espacio de negocio para las universidades privadas”.
Josele Aguilar
Aguilar indica que “estas dos nuevas universidades que se han aprobado recientemente por parte del gobierno, y se ha iniciado su tramitación en el pleno, vienen a Málaga directamente, y son las cuartas universidades privadas en dos años que aprueba el gobierno de Moreno Bonilla”.
De esta manera, ante “el modelo privatizador de la educación pública y también en la educación superior, con lo que nos encontramos es que Moreno Bonilla está creando una Andalucía de los privilegios y una Andalucía cada vez más desigual, en la que quien tiene dinero, pues puede pagarse una sanidad privada y el que tiene dinero, pues puede pagarle a sus hijos una educación superior también privada”.
Aguilar recuerda que “hace poco escuchamos al delegado de Salud en unas indecentes declaraciones decir que la sanidad no es pública ni es privada, que la sanidad es la sanidad y que luego la gente lo que tiene que tener es la libertad de elegir donde quiere que lo curen. Se le olvidó decir que para tener esa libertad tienes que tener el dinero para poder pagarlo”.
Para el parlamentario éstas son “unas declaraciones indecentes que en cualquier gobierno hubieran cesado de inmediato a quien las hace, y sin embargo, sigue ejerciendo de delegado de Salud, más privada que pública hay que decirlo, en Málaga”.
Aguilar entiende que “el gobierno de Moreno Bonilla y sus consejeros están muy alejados de la realidad andaluza”. Y es que “el consejero de Universidades, ante el argumento que estábamos esgrimiendo desde el Grupo Socialista, que se estaban creando universidades para ricos, entendió que eso era un argumento demagógico y que solo se podía entender si por ricos se entienden a todos los que estábamos allí en el Pleno, que cualquiera de los que estábamos presentes podríamos pagar la universidad privada para nuestros hijos”.
Juanma Moreno Bonilla
Evidentemente, como confirma Aguilar, “los que estábamos allí en el Pleno somos gente que tenemos el sueldo de parlamentario, el buen sueldo de parlamentario, pero esa no es la realidad de Andalucía. La inmensa mayoría de los andaluces y andaluzas no ganan lo que ganamos los parlamentarios. Y ese es el despropósito de todo esto, el estar gobernando ajenos a la realidad”.
Por eso Aguilar sostiene que “Moreno Bonilla está creando una Andalucía de privilegios y una Andalucía de desigualdades, y la mejor constatación fue la declaración del consejero de Universidades, que además son especialmente dolorosas porque ha sido una persona que como rector de la Universidad de Córdoba que fue, y como presidente de los rectores de España, defendió siempre a la universidad pública. Ahora se pasa a la política y se convierte no solamente en el no defensor de la universidad pública, sino en el principal impulsor de las universidades privadas”.
Paloma de la Peña Rosino
Paloma de la Peña Rosino está jubilada desde hace cuatro años, pero ha sido técnico de la Administración Civil del Estado, ha desempeñado el cargo de subdirectora general de Universidades en el Ministerio, y en la Comunidad de Madrid ha sido secretaria del Consejo Universitario y responsable del Área de Coordinación de Universidades.
Según explica De la Peña, “las universidades privadas existen desde que en el desarrollo constitucional en el año 91 se aprobó el Real Decreto sobre creación de universidades, que tiene la constitución, si se trata de públicas, y el reconocimiento si se trata de privadas”.
Así, “desde el año 91 hasta hoy se han creado 37 universidades privadas, eso sin contar los centros universitarios, que no es lo mismo, porque una universidad privada que esté creada en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, puede reconocer un centro adscrito a la universidad que esté en otra Comunidad Autónoma, con lo cual el panorama es fragmentadísimo, con una potencialidad de desarrollo increíble”.
A la pregunta de por qué hay tantas universidades privadas, De la Peña confirma que “en primer lugar, por que el marco legal lo permite, permite la iniciativa en el ámbito de la educación superior tanto a entidades sin ánimo de lucro, que serían las fundaciones y las asociaciones, como a entidades puramente comerciales, o sea, empresas, sociedades anónimas que cotizan en bolsa… porque nada de eso lo puede prohibir el ordenamiento jurídico”.
De esta manera, “todas las universidades privadas reconocidas y seguramente las que se van a reconocer ya mismo son todas legales, porque se atienden en la elaboración de sus memorias a unas normas meticulosas establecidas que se sancionan por la comunidad autónoma”.
Por eso De la Peña entiende que “lo que hay hacer es actuar sobre la oferta y no sobre la demanda. Cuando una administración de una comunidad autónoma tiene una entidad titular que quiere reconocer una universidad privada, pues nada más que tiene que recibir papeles, porque esos papeles van a justificar el cumplimiento de todos los requisitos. La interacción puede durar un tiempo, pero al final lo cumplen. La comunidad autónoma no tiene otro remedio que actuar antes”.
Para ello, “esta comunidad tiene que definir qué es lo que quiere de su sistema universitario, a dónde quiere llegar, cuál es el sesgo que le quiere dar. Esto se hace, primero teniendo en cuenta el sector productivo de dicha comunidad. No es lo mismo La Rioja que Extremadura. La Rioja tiene una producción industrial ligada al desarrollo del vino y la comunidad autónoma de Extremadura es una comunidad agrícola”.
También hay que mirar “el sistema de empleo, donde tenemos las bolsas de paro, la interacción en el marco de la comunidad autónoma entre las distintas consejerías, y por supuesto el mercado de trabajo. Una de las misiones de las universidades es la formación de profesionales para nutrir el sistema productivo”.
Y la tercera sería la investigación, “la otra parte indispensable para un sistema universitario, porque una universidad sin investigación no es nada y no es lo mismo una comunidad autónoma que tiene un desarrollo en biología molecular, que otra que lo tiene en desarrollo de nuevas tecnologías. Cada comunidad autónoma tiene que saber dónde es potente en investigación, y es que la investigación nutre la universidad y la universidad nutre la investigación”.
Para todo esto es fundamental la coordinación, tal y como apunta De la Peña. “Todas las comunidades tienen un órgano de coordinación universitaria y al frente tiene un consejo en el que están representadas todas las universidades públicas y todas las privadas. Se hace así porque esto no es un mercado en el que las naranjas de Mercadona son más baratas que las de Alcampo. No, esto es que si hay ya seis universidades que imparten el grado en Turismo, ¿por qué vas a poner otra? Si tienes ya de sobra cubiertas las demandas del alumnado, eso es una razón poderosa, ya no cabe más”.
Otra herramienta que De la Peña considera indispensable es la inspección, “no entendida en el sistema de reprimenda ni de represalia, sino la inspección de apoyo. ¿Y por qué? Porque la administración es la única que tiene todos los datos de todas las universidades”.
Preguntada sobre si considera que es el Partido Popular el que mayormente fomenta la educación privada, De la Peña entiende que “por la propia ideología, el Partido Popular, su base social y económica, está más en sintonía con el mundo de la promoción empresarial, aunque no quiere decir que de otros partidos no haya empresarios”.
Para De la Peña “las universidades no deberían tener ideología, no deberían ser adoctrinantes, pero claro, no cabe duda que esa es una de las finalidades que se persiguen cuando estos proyectos se llevan a cabo, pero ahí está la capacidad de decir hasta aquí puedes llegar y hasta aquí no puedes llegar, y esa capacidad sí que la tienen las comunidades autónomas”.
Sin embargo, “el problema que existe ahora es la simbiosis entre la comunidad autónoma y los promotores de la creación de universidades privadas, y eso, que es una corruptela, se está produciendo porque las comunidades autónomas no tienen un marco coordinado con sus universidades para repartir juego”.
Y es que De la Peña lamenta que “cuando una empresa es la entidad titular de una universidad privada, pasa de ser una institución a ser un negocio, y entonces manda la cuenta de resultados”.