Especulación. La Junta vendió al fondo israelí el edificio de la sede de Málaga Acoge por 3,6 millones de euros, tras fracasar todos los intentos de la asociación por quedarse en él para desarrollar su gran labor social. La ONG ha hecho pública una carta explicando lo ocurrido

Málaga es ya una ciudad “al servicio del negocio de unos pocos. Una ciudad sin ciudadanía”. Gobernada local, provincial y autonómicamente por un PP que sólo quiere beneficios económicos para algunos privados y no sociales para la mayoría

07/06/24. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Junta de Andalucía ha vendido el edificio de la calle Ollerías en Málaga, sede de la ONG Málaga Acoge desde hace más de 20 años, a un fondo de inversión israelí por 3,6 millones de euros, con planes para convertirlo en viviendas turísticas y de lujo. Desde Málaga Acoge denuncian que...

...han propuesto soluciones a la Junta, la propietaria, para continuar su labor, con resultado negativo. Le piden ayuda al Ayuntamiento y a la Diputación de Málaga, todas las administraciones del PP, y ninguna les hace caso. Lo hacen público, y entonces la Junta emite un comunicado echando balones fuera y justificándose, en el que la culpable es la ONG por no acepar otro local en el que ni siquiera cogen.

Desde Málaga Acoge han publicado una carta (AQUÍ), tras vender la Junta de Andalucía el edificio en el que tenían su sede al fondo buitre por casi 4 millones de euros, en la que explican que el edificio ha sido un “espacio relevante para la solidaridad y el apoyo social en nuestra ciudad”, desde hace más de 20 años, además de “un espacio de acogida y apoyo para las personas más vulnerables: chicos y chicas sin hogar, mujeres víctimas de violencias machistas, personas desempleadas del barrio”.

Y es que, “solamente en los últimos 8 años nuestra asociación ha apoyado en esta sede a 4.301 personas, con las que se han llevado a cabo 75.215 actuaciones individuales y que han participado en las 1.003 actividades formativas y grupales que hemos hecho”.


En la asociación entienden que “la presencia de Málaga Acoge en el edificio de la calle Ollerías no sólo ha contribuido, durante todos estos años, a evitar la degradación del mismo y de su entorno sino que ha ayudado a la mejora de la vida de muchas de las personas del barrio y de la ciudad”.

Apuntan que en los últimos meses han tenido contacto con las distintas administraciones de cara a encontrar una solución que les permitiese continuar con la labor social que llevan a cabo, sin embargo “la propuesta inicial que nos trasladó la Administración no lo garantizaba. Aún así, tomamos la propuesta como un primer punto de partida y, durante estos meses, hemos estado buscando distintos tipos de soluciones complementarias o alternativas”.

Incluso han propuesto “la posibilidad de alquilar y/o adquirir el edificio para crear un espacio ciudadano – a modo de “hotel de asociaciones” o centro ciudadano – que refuerce al precario tejido social malagueño”, con resultado negativo.


Desde Málaga Acoge confirman que siguen comprometidos en encontrar una solución, “pero, mientras tanto, también tenemos que mantener el compromiso con las personas a las que nos debemos – tanto las personas voluntarias, socias y simpatizantes de la asociación como las personas a las que apoyamos- y mantendremos nuestra actual labor social en el edificio”.

En la carta también dan las gracias “a todas las personas que, desde los más diversos ámbitos, nos han mostrado su preocupación y apoyo tan pronto conocieron la noticia. Desde personas de la calle hasta representantes políticos, desde trabajadoras de servicios sociales hasta profesorado de centros educativos, desde profesionales de los medios de comunicación hasta representantes de entidades sociales,…”. Y recuerdan que uno de los “leitmotivs que ha guiado el trabajo de nuestra asociación durante estos casi 35 años de existencia es el lema ‘protesta, propuesta y apuesta’”.

Por su parte, el coordinador de IU en Andalucía y diputado de Sumar en el Congreso, Toni Valero, define perfectamente esta actuación dentro de “La ciudad neoliberal” (AQUÍ), en la que “1-ONG de ayuda a migrantes usa edificio desde hace 20 años. 2-PP expulsa a ONG. 3-Edificio se vende a fondo israelí. 4-Fondo israelí quiere poner pisos turísticos”. En definitiva, “la ciudad al servicio del negocio de unos pocos. La ciudad sin ciudadanía”.



Málaga se ha convertido gracias a la política de tierra quemada del PP, en una ciudad “al servicio del negocio de unos pocos. Una ciudad sin ciudadanía”, como dice Valero. Una ciudad que está gobernada local, provincial y autonómicamente por un PP que sólo quiere beneficios económicos para unos pocos privados y no sociales para la mayoría.

La Junta emite un comunicado para justificarse

La Junta de Andalucía publica un comunicado echando balones fuera justificándose por echar a la calle una ONG que cumple una gran labor social (AQUÍ). Dice que ha ofrecido a Málaga Acoge un local en la calle Palestina.


Según la Junta han trabajado durante dos años junto al Ayuntamiento de Málaga para encontrar una solución, proponiendo varias alternativas, todas inicialmente rechazadas por la ONG. Desde la Junta indican que la subasta del inmueble en la calle Ollerías, adjudicado por 3,6 millones de euros, es parte de la estrategia del gobierno andaluz para poner en valor su patrimonio inmobiliario en desuso (?). Así, desde 2019 que entró el PP a gobernar, la Junta ha ingresado casi 130 millones de euros por subastas y adjudicaciones directas de inmuebles, pero se ha quedado sin patrimonio público. Esa es la nueva política social. Una auténtica política de tierra quemada.