Ana Cortés, portavoz de Un Techo por Derecho: “No somos ocupas porque queramos entrar en una casa y no queramos pagar, ni que queramos vivir al margen de la ley, o porque nos dé la gana. Nosotras somos ocupas por obligación, porque la sociedad no nos deja otra salida”
“Vivimos una crisis humanitaria promovida por las autoridades y la especulación inmobiliaria de la que hay que defenderse, porque la están consintiendo los gobernantes y la gente de arriba con la gente de abajo, con los pobres, con la gente en vulnerabilidad, con las madres solteras, con los jóvenes, con los niños. Todo vale por el dinero: la especulación, el turismo, todo vale”
08/07/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La situación dramática de crisis habitacional que se vive en Málaga ha llegado a un punto en el que familias sufren desahucios o se ven obligadas a ocupar una vivienda para tener un lugar donde vivir. Lo afirma Ana Cortés, portavoz del colectivo Un Techo por Derecho, formado por mujeres que...
...buscan defenderse ante lo que consideran una crisis humanitaria promovida por las autoridades y la especulación inmobiliaria. Cortés subraya que no ocupan viviendas por elección, sino por obligación, y critica la insuficiente respuesta de los gobernantes.
Ana Cortés explica a EL OBSERVADOR que Un Techo por Derecho lo forman “un colectivo de mujeres que tenemos la desgracia de no tener un techo para vivir, que estamos pasando por desahucios, algunas ya estamos desahuciadas, otras están de ocupa… esto es un calvario”.
La situación de no tener vivienda para vivir les genera una sensación que “no se puede explicar, pero es una agonía, es un sentimiento de fracaso, son muchas cosas las que estamos pasando”.
Estas mujeres llevaban tiempo ayudándose las unas a las otras, “la que llevaba más tiempo sabía asesorar a las demás”, hasta que un día “decidimos unir nuestras voces y ser solo una”.
De esta manera pretenden defenderse “ante esta crisis humanitaria que están consintiendo los gobernantes y la gente de arriba con la gente de abajo, con los pobres, con la gente en vulnerabilidad, con las madres solteras, con los jóvenes, con los niños. Todo vale por el dinero: la especulación, el turismo, todo vale”.
Cortés entiende que “no están pensando en los hogares, en las familias, en los malagueños, en nosotros, que somos la gente que da vida a los barrios, que hacemos barrio. Porque si Málaga y sus barrios son algo es por los malagueños, por sus vecinos”.
Según Cortés, la mayoría de las mujeres que forman la plataforma vivían de alquiler, “pero ahora los alquileres son desorbitados, nos han hecho ocupas de nuestras casas, nos han echado de nuestros hogares para que vengan y los renten otros”.
Por eso Cortés lamenta que “somos ocupas porque la sociedad nos está haciendo ocupas. No somos ocupas porque queramos entrar en una casa y no queramos pagar, ni que queramos vivir al margen de la ley, o porque nos dé la gana. Nosotras somos ocupas por obligación, porque la sociedad no nos deja otra salida”.
Eso si, Cortés aclara que las casas que ocupan “son de fondos buitres, son casas de grandes tenedores. Porque nosotras no decidimos ocupar la casa de nadie. Nosotras vivíamos en esas casas como nuestros hogares, pagando como todo el mundo. Y llegan los fondos buitre, compran la casa, y ahí empieza nuestro calvario”.
Ante esto, Cortés sostiene que “la respuesta del Ayuntamiento y de los gobernantes de este país siempre es la misma. Nos ofrecen abogado de oficio y la ayuda del alquiler del Plan 5, que así ellos se justifican que nos han ayudado, pero la ayuda nadie la acepta. Es decir, ellos no nos dejan en la calle, porque nos dan la ayuda del Plan 5, pero la ayuda del Plan 5 nos deja en la calle porque nadie la acepta. Es como la pescadilla que se muerde la cola, imposible”.
La realidad que hay hoy en Málaga, tal y como manifiesta Cortés, es que “es imposible vivir en Málaga con un sueldo de 1.500 euros si no tienes casa en propiedad. Es imposible vivir, comer, alimentar a tus hijos, pagar la luz, los suministros, si además tienes que pagar el alquiler, es imposible, porque un alquiler no son menos de ochocientos o novecientos euros, no lo hay. Además de que hay que pasar por el filtro de que tengas nómina, que pagues tres mensualidades, que alguien te avale… es una odisea imposible”.
“Lo de la vivienda ya se ha convertido en una crisis humanitaria, empezó siendo una crisis habitacional, pero ya es una crisis humanitaria”, sentencia Cortés. “Las viviendas turísticas, la gentrificación, están expulsando a los malagueños de sus barrios. En mi barrio, El Mollinillo, todos los locales que había, que eran fruterías, panaderías, tiendas… eso ya no existe. Eso ya no es rentable para un dueño, cuando con un apartamento turístico en un bajo le saca lo que él quiera y más. Están matando los barrios”.
Pese a la reciente ‘fama’ que ha alcanzado Un Techo por Derecho, Cortés indica que “solo somos unas mujeres que acabamos de empezar con la plataforma, que estamos empezando a andar. Lo que pasa que estamos en el ojo del huracán, como aquel que dice, porque el tema de la vivienda es donde está la gran crisis, donde está el gran problema”.
Cortés espera que “alguna solución tiene que tener esto, alguien tiene que darse cuenta de lo que está pasando, que no es mentira, que es real. Que el otro día en la manifestación del 29J salieron 25.000 personas a la calle. Algo tiene que pasar, ya no es que estén echando a la calle a los pobres, es a gente normal, a gente trabajadora”.