“El policía me dijo: ‘Pues si te da tanta pena llévatelo a tu casa’, y se rió y miró al compañero. Le dije que esa no era una respuesta para dar a una persona que pide ayuda. Y nos dijo que nos fuéramos de allí y me empujó hacia atrás con las dos manos. Yo se lo recriminé. Entonces me dijo que me iba a denunciar por alterar el orden público”

“Yo intento siempre ayudar a todo el que puedo, y vi al chaval allí tirado, y por echarle una mano que te lleves al final una multa, y encima el vaciléo de alguien que se supone que está para ayudar”

02/09/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Un conocido mago malagueño ha denunciado un trato abusivo por parte de la Policía Municipal de Málaga durante la Feria, cuando intentó ayudar a un joven que se encontraba inconsciente en el suelo. A pesar de insistir en la necesidad de asistencia médica, los agentes minimizaron la situación,...

...negándose a actuar e incluso vacilando al denunciante. Los policías, que acabaron sancionando al mago por alterar el orden público, han sido denunciados por su actuación, mientras que los padres del chico inconsciente lo recogieron en la Feria y lo tuvieron que llevar a Urgencias.

Según explica este ciudadano, “el jueves 22 de agosto, cuando nos íbamos de la feria, sobre las diez de la noche, íbamos por la parte norte de la feria, enfrente de la Jefatura de Tráfico, y nos encontramos un chico tirado en el suelo, que la verdad es que estaba bastante mal”. El chico estaba con dos amigos, “un chico y una chica, que lo agarraban y le intentaba levantar la cabeza del suelo”.

Este hombre se acercó a ellos y les preguntó “si habían llamado a los servicios sanitarios o algo, y me dijeron que si habían llamado pero que nos les habían hecho caso, que les dijeron que era una borrachera y que se lo llevasen a casa. Pero yo vi al chaval que estaba muy mal, así que les dije que se esperaran que me acercaba al puesto de la Policía Municipal, que estaba a 20 metros”.


Se da la circunstancia que el ciudadano que ha presentado la denuncia es un mago malagueño que colabora “con AVOI, con Cudeca, y con otras muchas asociaciones, porque pienso que estamos para ayudar, que es casi parte de nuestro trabajo. Yo intento siempre ayudar a todo el que puedo, y vi al chaval allí tirado, y por echarle una mano que te lleves al final una multa, y encima el vacileo de alguien que se supone que está para ayudar, es lo que me pareció más triste”.

De esta manera, se acercó al puesto policial y les dijo que “había un chico que la verdad es que estaba bastante mal y necesitaba ayuda. ‘Es que no nos podemos mover del puesto’, me contestaron, y dije bueno, pero podéis avisar por radio para que venga una ambulancia o algo, porque está muy mal. Me dijeron que no, que si estaba borracho que ya se le pasaría, y me dio largas”.

A pesar de las excusas del policía, esta persona insistió y le dijo que “no conocía de nada al chaval, que simplemente le había visto tirado y me había dado bastante pena. Entonces el policía me dijo ‘pues si te da tanta pena llévatelo a tu casa’. A mi me sorprendió su respuesta y le pregunté ¿perdona qué es lo que me has dicho?, ‘que si te da pena que te lo lleves a tu casa’, me repitió, y se rió y miró al compañero. Yo le dije que esa no era una respuesta para dar a una persona que está viniendo pidiendo ayuda por vuestra parte, que ellos está ahí para ayudar a la gente”.


La respuesta del policía fue decirles que se fueran de allí y entonces “me empujó hacia atrás con las dos manos. Yo le recriminé que no debería de empujarme cuando yo había ido allí de buenas pidiendo ayuda para alguien que estaba tirado en el suelo. Entonces me dice que me va a denunciar por alteración del orden público”.

Por otro lado, “mi amigo tenía el móvil en la mano y el policía lo vio y le dijo ‘tú que estás grabando, dame el móvil’. Le obligaron a borrar el vídeo, lo cachearon, le pusieron todas sus pertenencias encima de la moto y, casualmente, el teléfono se calló al suelo y se rompió la pantalla”.

Ante este trato abusivo, esta persona decidió llamar a la Policía Nacional, “que me aconsejaron que me fuese porque la gente en feria está fatal. Al final un familiar que es policía me aconsejó que les pidiese el número de placa y me fuese al juzgado a poner una denuncia”.

Así, “fui a pedirles el número de placa y me contestaron que ya me llegaría en la denuncia. Yo le dije que si me había denunciado tenía que darme su número de placa, ‘que ya te llegará en la denuncia te vuelvo a repetir’, me dijo. Yo insisto y le digo que está obligado a darme su número, y me dice que si quiero su número de placa que vaya al puesto de avanzada que hay en la entrada de la feria, por el Camino de San Rafael, y lo pides allí. Quería que me recorriese la feria entera para conseguir su número de placa, pero como tenía el número de matrícula de las motos, me fui para el juzgado y presenté la denuncia, junto con la hora a la que estaban los policías en el puesto, que eso si sale registrado, porque ese es un puesto fijo”.


Pero antes de ir al juzgado, este mago junto con sus dos amigos volvió “con el chico a esperar, que tuvieron que venir los padres a recogerlo. A las 3:30 de la mañana me escribió la madre dándome las gracias, que acababan de salir de Urgencias de Carlos Haya, después de haberle puesto no sé cuánto suero y no sé cuántas inyecciones. Por suerte no pasó nada más grave, pero ¿y si lo que le estaba dando era un coma?”.

Para este ciudadano la experiencia con la policía “fue súper desagradable, por lo que al otro día puse también una queja en el portal del Ayuntamiento de Málaga, una reclamación formal desde la sede electrónica”.