Una de las personas que ejercía este acoso inmobiliario era la madre del alcalde de Málaga, De la Torre, quien pese a poseer un millonario patrimonio inmobiliario en el año 2007, se negaba a arreglar las infraviviendas que alquilaba

El alcalde Francisco De la Torre también es protagonista en las tres problemáticas, en el acoso inmobiliario por acción, y con el ocio nocturno y el turismo por omisión

18/09/24. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El centro de Málaga es el ejemplo perfecto de cómo expulsar a los vecinos de un barrio. Empezando por el acoso inmobiliario, pasando por el ocio nocturno, para finalizar ‘regalando’ el centro a los turistas. Así, a lo largo de las últimas dos décadas, los vecinos han soportado el abandono de propiedades en mal estado, muchas veces pertenecientes a grandes propietarios,...

...incluido el entorno familiar del alcalde Francisco de la Torre, mientras el Ayuntamiento ha permitido la expansión de un modelo de ocio y turismo que ha desplazado a los residentes.

Acoso inmobiliario

En el año 2006 el acoso inmobiliario estaba tristemente de moda. Tanto es así que EL OBSERVADOR editó la guía gratuita ‘El cielo está enladrillado’ (AQUÍ), un proyecto iniciado por la editorial Bellaterra de Barcelona a raíz del Taller de Violencia Urbanística, que se divide en dos partes. En la primera, bajo el título Crítica de la selva inmobiliaria, los autores explican cuáles son las estrategias empleadas por la “violencia inmobiliaria” y el modo de enfrentarlas. Ya en la segunda parte de la guía, Crónica de la selva inmobiliaria, se recogen los testimonios de afectados por el mobbing urbanístico en diferentes ciudades españolas, en una compilación de ejemplos paradigmáticos y resistencias exitosas.


Curiosamente, una de las personas que ejercía este acoso inmobiliario era la madre del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien pese a poseer un millonario patrimonio inmobiliario en el año 2007, se negaba a arreglar las infraviviendas que alquilaba (AQUÍ). Así, a su nombre figuraban locales, casas, terrenos, pisos y trasteros situados tanto en el centro histórico de la ciudad como en el barrio de Pedregalejo, que la acreditaban como poseedora de un vasto patrimonio inmobiliario valorado en varios millones de euros.


Sin embargo, dos casos tratados en EL OBSERVADOR como el de la casa de calle Rosal Blanco y el de un corralón en la zona de Capuchinos, demuestran que toda esta riqueza acumulada no redunda en el mantenimiento de las viviendas que Mª Vª Prados alquila a personas con pocos recursos. En ambos ejemplos las viviendas se han degradado progresivamente hasta límites infrahumanos afectando a la salud y a la seguridad de sus habitantes.

Esto a pesar de que el expediente RU 99/78 de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) obligaba en octubre de 2002 a María Victoria Prados, madre del alcalde de Málaga y propietaria del inmueble sito en calle Rosal Blanco nº 6, a realizar en el plazo de dos meses unas obras para “la consolidación de la pared medianera con el solar colindante y protección exterior contra la intemperie y al refuerzo del forjado del aseo con planta alta”. Se le advertía a la propietaria que en caso de incumplimiento de esta resolución se le incoaría un expediente sancionador. Sin embargo, no se realizó ninguna clase de arreglo (AQUÍ).

Ante la degradación del edificio, el alcalde y sus hermanos reclaman 183.733 euros a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga (AQUÍ) por la expropiación de la finca. Llegó incluso a denunciar tanto a la Gerencia, que él preside, como a la Junta de Andalucía. Sin embargo, De la Torre aseguró que no se había enterado de la presentación de la demanda hasta meses después, y que “no es una acción de una propiedad cien por cien mía ni yo he tomado esa iniciativa, sino que es una acción arrastrada” (AQUÍ).

No es la única propiedad que han expropiado al alcalde y sus hermanos, quienes querían cobrar casi 750.000 euros por la expropiación de un terreno que el ente municipal valoró inicialmente en 19.436 euros (AQUÍ). Finalmente la compensación fue de 23.855 euros, al añadir la cantidad correspondiente a los intereses de demora, además de 2.993,27 euros en concepto de daños y perjuicios.

Ocio Nocturno

Los vecinos del centro llevan años denunciando las molestias que generan entre los residentes el ocio nocturno: ruidos, peleas, suciedad… Hasta tal punto que muchos de ellos finalmente se han visto obligados a vender sus casas (AQUÍ). Algunos de estos vecinos culpan directamente a Francisco de la Torre de la situación: “Parece que lo que quiere el señor alcalde es que la gente del centro nos vayamos y dejemos esto para inversores, para pisos turísticos”.


Y es que, tras años de protestas por el incumplimiento de las ordenanzas de ruido y ocupación de vía pública en el centro (AQUÍ), el consistorio ha seguido consintiendo este modelo de ocio nocturno, basado en las discotecas y el consumo de alcohol.

En el año 2014 el Ayuntamiento proponía una “campaña de concienciación” con carteles en los bares para concienciar sobre las molestias que ocasiona el ruido, pero los vecinos entendían que había que “atajar de raíz” (AQUÍ). Obviamente los problemas no se solucionaron, más bien al contrario, y a De la Torre se le ocurrió aquello de que había que “hablar bajito” (AQUÍ).


Cuatro años más tarde el Ayuntamiento lanzaba una campaña publicitaria, ‘Love & Respect Málaga’, junto a la Asociación de Hosteleros de Málaga, Mahos, con la que, junto a las campañas esporádicas de multas por comportamientos incívicos en las zonas de bares, pretende hacer ver que se preocupa por solucionar los problemas de ruido e inseguridad ciudadana que se repiten día si día también en el centro de la ciudad (AQUÍ). Pero como aseguraba Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, el ocio nocturno es incompatible con el uso residencial, y “apelar a la educación de las personas así, sin más, es una manera de no querer solucionar el problema”.

Pisos turísticos

El jaque mate para los pocos vecinos del centro que quedaban llegó con los pisos turísticos. En el año 2017, algunos propietarios del centro ya advertían que sus casas estaban perdiendo valor al encontrarse en bloques donde hay este tipo de apartamentos, ya que aseguraban que nadie quería vivir allí (AQUÍ). El motivo principal es la difícil convivencia entre los turistas y los que están durante todo el año en sus pisos, ya que “a nadie le gusta tener un vecino que está de vacaciones los 365 días”.


Por su parte Luis Callejón, presidente en 2018 de la asociación de hoteleros AEHCOS, denunciaba que “el 90% de los pisos del centro de Málaga se convertirán en viviendas turísticas” (AQUÍ), viendo que “es un negocio rentable, ya que no hay que pagar impuestos”. Además lamentaba que “los edificios se han convertido en hoteles low cost. Así es como se genera la turismofobia. Si ponemos al propietario de la vivienda turística el primero, luego al visitante y por último al residente, tenemos un problema”.

A día de hoy, las tres zonas con mayor porcentaje de pisos turísticos de Airbnb de España están en Málaga: la Merced (24,6%), las calles Carretería y Álamos (24,2%) y el Centro (20,4%). La siguiente, el Casco Antiguo de Sevilla, se queda en el 12% (AQUÍ).


El problema es tan grande, que el pasado 29 de junio 20.000 personas salieron a las calles de Málaga para protestar por el derecho a una vivienda digna y por la limitación de las viviendas turísticas. Ante esto, el alcalde De la Torre reaccionó con premura para asegurar que la culpa es del Gobierno de España, y en todo caso de la Junta de Andalucía cuando gobernaba el PSOE, y si no de las empresas privadas, y que él no ha podido hacer nada, por más que el PGOU diga lo contrario (AQUÍ).