María Ángeles, presidenta de la AAVV de La Malagueta: “No hay más que hablar con ellos, ninguna de las tres administraciones se hace responsable de este destrozo que es llenar la playa de restaurantes”
22/11/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Asociación de Vecinos de La Malagueta ha denunciado esta semana en la Comisión de Urbanismo que las obras del chiringuito Sicsu se encuentran a 50 metros del lugar autorizado, incumpliendo además el Reglamento General de Costas, que limita la distancia entre establecimientos y...
...establece que las instalaciones deben ser desmontables. Los vecinos critican la falta de supervisión del Ayuntamiento y advierten que estas concesiones, que permiten triplicar la superficie de los chiringuitos, suponen una invasión desproporcionada del espacio público en la playa. Mientras tanto, las administraciones implicadas, incluidas Costas y la Junta de Andalucía, se culpan mutuamente, dejando el problema sin resolver.
Según explica María Ángeles, la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Malagueta, a principios de semana tuvieron una intervención en la Comisión de Urbanismo, “en la alegamos que hay un documento de Urbanismo en el que le indica al chiringuito Sicsu dónde tiene que empezar a construir, y se ha desplazado 50 metros más de lo que debía hacer”.
De esta manera, las obras del ‘Sicsu’ en realidad se tendrían que haber hecho 50 metros más cerca de Antonio Martín. “Le hemos dicho a la concejala de urbanismo que ahora está en sus manos el que tenga que mover ese restaurante o qué. Y el restaurante está levantado prácticamente”, asegura.
María Ángeles indica que “no han querido atender nuestras indicaciones, que tenía que estar a 150 metros del chiringuito ‘La Malagueta’ y solo lo han dejado a 100 metros, por lo que ahora no podrían darle la licencia al chiringuito ‘La Malagueta’”.
Así, entiende que la concejala “ahora mismo tiene un impedimento, que es darle la licencia a ese chiringuito de ‘La Malagueta’ que la lleva pidiendo desde el año 2017, y pagando tasas, canon, proyectos… supongo que es un trastorno para estas personas también”.
La presidenta aclara que “nosotros no tenemos ningún problema con los hosteleros, pero no se puede invadir la playa de esta manera. Es que han sido tres concesiones de más de 250 metros cuadrados cada una. Y en trescientos metros que va desde Antonio Martínez a la Residencia Militar, han concedido dos, que es ‘La Malagueta’ y ‘Sicsu’, que tienen doscientos y pico metros, más luego serán 20 de espetero, más 425 metros cuadrados de hamacas. Es que es cada uno de ellos se coge un kilómetro cuadrado de la playa”.
La Asociación de Vecinos también ha estado esta semana en la Agencia de Demarcación de Costas, “y tanto Costas como Junta Andalucía echando balones fuera, y haciendo responsable al Ayuntamiento de no haber cumplido la Ley de Costas y de haber hecho caso omiso de las indicaciones que les dijimos el 14 de septiembre, a saber, que estaba mal ubicado y que la extensión era excesiva, ya que la ley no permite tanta superficie”.
Por eso, en la Comisión de Urbanismo “se lo dije a la concejala, en la mesa de usted está el marrón. Usted ha concedido una licencia, aunque en febrero les comunicó que tenían que estar a 150 metros, no lo ha supervisado. Y la licencia permite construir en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla número 1, y lo están construyendo a la altura del número 17, y ninguno de ustedes ha ido a supervisar si la ubicación es correcta y si la ampliación es la adecuada”.
María Ángeles lamenta que “no hay más que hablar con ellos, ninguna de las tres administraciones se hace responsable de este destrozo que es llenar la playa de restaurantes”.
Lo que sí han conseguido, al aprobarse la moción por unanimidad, “es que el punto de movilidad reducida no se va a mover de donde está, que es algo que para nosotros es muy importante”.
Siguen las obras del ‘Sicsu’
Desde EL OBSERVADOR entendemos que la madera es para decir que cumplen con el Real Decreto 668/2022, por el que se modificaba el Reglamento General de Costas, que especifica que la ocupación de los establecimientos expendedores de comidas y bebidas “no excederá de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros” (AQUÍ).
Según esto, y a pesar de los listones de madera, las obras del Sicsu no serían legales, ya que el hormigón no es un elemento “desmontable”, que sería uno de los requisitos. Por otro lado, los chiringuitos en la plata de La Malagueta tampoco respetarían los 300 metros de distancia entre si.
Además, en el cartel de obra del Sicsu, con número de expediente 2023-4511, aparece que está autorizado a hacerlas en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla Nº 1, que es su ubicación actual más o menos. Sin embargo las obras se están llevando a cabo a la altura del número 15, que es donde iría el chiringuito a partir de ahora. De esta manera se entiende que la obra es ilegal.
Desde el Ayuntamiento se han negado a contestar a EL OBSERVADOR sobre estas cuestiones, como llevan haciendo desde años. Mientras, los vecinos y la confluencia municipal Con Málaga han mostrado públicamente su oposición a las licencias que ha concedido el consistorio para la ampliación de los tres chiringuitos en el suelo público de la playa de La Malagueta, según la cual van a poder triplicar su superficie.