AAVV de La Malagueta: “En 300 metros que va desde Antonio Martín a la Residencia Militar, han concedido dos, que es ‘La Malagueta’ y ‘Sicsu’, que tienen doscientos y pico metros, más luego serán 20 de espetero, más 425 metros cuadrados de hamacas…”
28/11/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Las obras del chiringuito ‘Sicsu’, permitidas por el Ayuntamiento PP de Málaga, en la playa de La Malagueta, siguen su curso a pesar de las denuncias vecinales, ya que no respeta la distancia mínima entre establecimientos y sus instalaciones deberían ser desmontables. Ya está colocado...
...el armazón de lo que será el restaurante, por lo que se puede apreciar que, al estar justo enfrente del histórico bar ‘El Gallo Rojo’, va a impedir la visión de la playa que durante años han tenido sus clientes, los vecinos del barrio.
La estructura del chiringuito sobre la base de hormigón
Los vecinos de La Malagueta critican que la construcción del chiringuito ‘Sicsu’ no solo incumple la normativa, sino que también representa un desprecio a un negocio histórico de la zona, como es el bar ‘El Gallo Rojo’, que quedará relegado a un segundo plano.
Bar El Gallo Rojo
Este emblemático establecimiento, que frecuentan los vecinos de la zona y del que destaca sus vistas al mar, perderá su esencia al ser eclipsado por la imponente estructura del nuevo restaurante, intensificando el malestar en el vecindario.
La AAVV de la Malagueta en contra
Hay que recordar que la Asociación de Vecinos de La Malagueta denunció la semana pasada en la Comisión de Urbanismo irregularidades en las obras del chiringuito Sicsu. “Hay un documento de Urbanismo en el que le indica al chiringuito Sicsu dónde tiene que empezar a construir, y se ha desplazado 50 metros más de lo que debía hacer”, explica María Ángeles, la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Malagueta.
La estructura del chiringuito
De esta manera, las obras del ‘Sicsu’ en realidad se tendrían que haber hecho 50 metros más cerca de Antonio Martín. “Le hemos dicho a la concejala de urbanismo que ahora está en sus manos el que tenga que mover ese restaurante o qué. Y el restaurante está levantado prácticamente”, asegura.
La presidenta aclara que “nosotros no tenemos ningún problema con los hosteleros, pero no se puede invadir la playa de esta manera. Es que han sido tres concesiones de más de 250 metros cuadrados cada una. Y en 300 metros que va desde Antonio Martín a la Residencia Militar, han concedido dos, que es ‘La Malagueta’ y ‘Sicsu’, que tienen doscientos y pico metros, más luego serán 20 de espetero, más 425 metros cuadrados de hamacas. Es que es cada uno de ellos se coge un kilómetro cuadrado de la playa”.
La Asociación de Vecinos también estuvo la semana pasada en la Agencia de Demarcación de Costas, “y tanto Costas como Junta Andalucía echando balones fuera, y haciendo responsable al Ayuntamiento de no haber cumplido la Ley de Costas y de haber hecho caso omiso de las indicaciones que les dijimos el 14 de septiembre, a saber, que estaba mal ubicado y que la extensión era excesiva, ya que la ley no permite tanta superficie”.
Por eso, en la Comisión de Urbanismo “se lo dije a la concejala, en la mesa de usted está el marrón. Usted ha concedido una licencia, aunque en febrero les comunicó que tenían que estar a 150 metros, no lo ha supervisado. Y la licencia permite construir en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla número 1, y lo están construyendo a la altura del número 17, y ninguno de ustedes ha ido a supervisar si la ubicación es correcta y si la ampliación es la adecuada”.
Utilizan el cesped para dejar los materiales
María Ángeles lamenta que “no hay más que hablar con ellos, ninguna de las tres administraciones se hace responsable de este destrozo que es llenar la playa de restaurantes”.
Siguen las obras del ‘Sicsu’
Desde EL OBSERVADOR entendemos que la madera es para decir que cumplen con el Real Decreto 668/2022, por el que se modificaba el Reglamento General de Costas, que especifica que la ocupación de los establecimientos expendedores de comidas y bebidas “no excederá de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros” (AQUÍ).
Según esto, y a pesar de los listones de madera, las obras del Sicsu no serían legales, ya que el hormigón no es un elemento “desmontable”, que sería uno de los requisitos. Por otro lado, los chiringuitos en la plata de La Malagueta tampoco respetarían los 150 metros de distancia entre si.
Cartel de obra
Además, en el cartel de obra del Sicsu, con número de expediente 2023-4511, aparece que está autorizado a hacerlas en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla Nº 1, que es su ubicación actual más o menos. Sin embargo las obras se están llevando a cabo a la altura del número 17, que es donde iría el chiringuito a partir de ahora. De esta manera se entiende que la obra es ilegal.
Desde el Ayuntamiento se han negado a contestar a EL OBSERVADOR sobre estas cuestiones, como llevan haciendo desde años. Mientras, los vecinos y la confluencia municipal Con Málaga han mostrado públicamente su oposición a las licencias que ha concedido el consistorio para la ampliación de los tres chiringuitos en el suelo público de la playa de La Malagueta, según la cual van a poder triplicar su superficie.