Según la UMA, la medida busca priorizar el Plan Propio de Becas de la universidad, pero al tomarla a mitad de curso deja sin ayuda a los alumnos que no reciben la beca de comedor

07/01/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La reciente decisión del equipo de gobierno de la Universidad de Málaga (UMA) de eliminar la bonificación general de 1 euro en el menú universitario para el estudiantado, ha causado un gran revuelo entre los alumnos. Aunque la institución argumenta que este cambio responde a la necesidad de afrontar...

...una situación económica complicada y busca focalizar los recursos en los estudiantes en mayor situación de vulnerabilidad, el tomar la medida a mitad de curso dejando en la estacada a aquellos que no perciben la beca de comedor parece contradecir algunos de los principios fundamentales de la universidad pública.

La bonificación de 1 euro en el menú universitario beneficiaba a todo el estudiantado, promoviendo una mayor accesibilidad a un servicio básico como la alimentación dentro del entorno universitario. Su eliminación a mitad de curso supone un retroceso en el acceso universal a condiciones dignas para todos los estudiantes, independientemente de su situación económica. Esta medida afecta especialmente a los estudiantes que no recibieron la beca de comedor al inicio del curso, quienes ahora perderán por completo el beneficio de la bonificación, agravando la desigualdad dentro del campus.

En el mensaje enviado a los estudiantes la UMA alude a la "complicada situación económica" de la universidad, pero no se explican las alternativas exploradas antes de tomar esta decisión. Resulta preocupante que se priorice la eliminación de una ayuda que impacta directamente en el bienestar del estudiantado sin presentar un análisis detallado de los recursos y gastos de la institución.


En principio la intención de la UMA de destinar los recursos a los estudiantes en situaciones de mayor vulnerabilidad parece loable, si embargo esta medida puede generar divisiones y estigmatización. Y es que el acceso a ayudas basadas en criterios socioeconómicos suelen implicar procesos burocráticos que pueden desalentar a muchos estudiantes necesitados de solicitarlas.

Además, los estudiantes que no recibieron la beca de comedor al inicio del curso quedan ahora completamente desprotegidos, lo que evidencia una falta de planificación en la implementación de esta medida.

Una buena alimentación es un pilar fundamental para el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes. Por lo que incrementar el coste del menú universitario a mitad de curso puede forzar a muchos alumnos a buscar alternativas menos saludables o incluso a reducir su ingesta diaria, lo que tendría un impacto negativo en su salud y  su rendimiento académico. Teniendo en cuenta el escenario actual, en el que el coste de vida ya supone un gran reto para muchos estudiantes, esta medida agrava aún más la situación en la que se encuentran.

Por todo esto, la decisión de eliminar la bonificación de 1 euro en el menú universitario, especialmente al implementarla a mitad de curso, parece responder más a una visión cortoplacista que a un compromiso real con el bienestar del estudiantado. Aunque la UMA afirma priorizar un enfoque social, esta medida corre el riesgo de excluir y perjudicar a una gran parte de su comunidad estudiantil, particularmente a quienes no cuentan con la beca de comedor.

No es la primera medida para ahorrar dinero tomada por la UMA que ha generado controversia, ya que el pasado mes de noviembre la UMA recibió críticas por priorizar la campaña de prevención del cáncer de próstata mientras retrasaba hasta este mes de enero la campaña de detección precoz del cáncer de cuello uterino y mamario (AQUÍ). La UMA se escudó en problemas de facturación con la empresa adjudicataria.

Aunque el equipo directivo aseguró que la campaña femenina no había sido cancelada sino aplazada, trabajadoras y sectores sociales percibieron esta decisión como un agravio comparativo, tachando la actitud del equipo de gobierno de machista. Esta polémica se sumaba a la controversia por una conferencia principal sobre violencia de género impartida por un hombre, reforzando la percepción de insensibilidad hacia temas de género en la gestión universitaria.

Censura en la UMA

Por otro lado, hay que recordar que el mes pasado un estudiante de Periodismo de la UMA denunció actos de censura por parte de la decana saliente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Inmaculada Postigo, en relación con el debate electoral organizado por alumnos entre las candidatas a sucederla, Bella Palomo y Teresa Vera. Según el estudiante, Postigo arrancó carteles promocionales, intentó modificar el formato previamente acordado y prohibió la proyección de dos vídeos realizados por los alumnos (AQUÍ).


Además, los organizadores tuvieron dificultades para acceder al lugar del debate y quisieron excluirlos de decisiones clave, como la estructura del evento. Estas acciones han sido calificadas como una vulneración del derecho a la libertad de expresión en una facultad que debería promoverla activamente. Los estudiantes denuncian una falta de respeto hacia su autonomía en un acto organizado por ellos, diseñado para fomentar un análisis crítico entre las dos candidatas.

El debate se desarrolló en medio de tensiones, con acusaciones de censura explícita y restricciones en el uso de recursos técnicos. La situación ha generado preocupación dentro de la comunidad estudiantil, especialmente ante la posibilidad de que una de las candidatas continúe con las prácticas señaladas bajo la gestión de Postigo.