Mari Ángeles Ramírez, presidenta de la AAVV de La Malagueta: “Le pregunté si conocía a la dueña y reconoció que es su amiga. Entonces le dije al alcalde ahí tiene usted el motivo por el que un chiringuito es fijo y el otro desmontable. Se explica todo

10/01/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La construcción del chiringuito Sicsu en la playa de La Malagueta continúa acumulando irregularidades. Tal y como denuncia la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Malagueta, Mari Ángeles Ramírez, el chiringuito no es desmontable (debería ser de madera y cristal y de momento es de hormigón,...

...ladrillo y madera), ocupa una superficie excesiva, no respeta la distancia legal entre chiringuitos, incluso en la licencia de obras indica una ubicación que no es donde se está construyendo. Para aumentar las suspicacias, Teresa Porras, concejala del Área de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas, ha reconocido que la dueña del Sicsu, Celia Sicsu López, es amiga suya.

Ramírez ha señalado múltiples irregularidades en el proceso, desde la concesión de licencias hasta la ejecución de la obra. Según relata, el Ayuntamiento de Málaga ha permitido la construcción de un restaurante fijo en un espacio donde, por ley, solo pueden instalarse estructuras desmontables. Además, subraya que el antiguo chiringuito Sicsu continúa funcionando con una licencia caducada mientras se construye el nuevo local.


“El chiringuito como tal estaba proyectado con cristal y madera, pero lo están rodeando de ladrillo”, afirma Ramírez. “Yo ya se lo he comunicado a la Junta de Andalucía y también al alcalde, pero nada, la obra sigue adelante y nadie la para”.

“Cuando le mandé fotos al alcalde mostrando que lo que iba a ser de cristal y madera es ahora de ladrillo”, continúa, “solo me respondió que ese era el enfoque, y le mandé una foto de más lejos, para que viera que lo que iba a ser de cristal y madera de momento es de ladrillo y madera. No sabemos dónde van a poner el cristal, ni en el espacio que da al paseo ni en los laterales, seguramente en el lado que da a la playa, porque si no eso va a ser como un zulo oscuro”.


Por otro lado, Ramírez confirma a EL OBSERVADOR que la propietaria del chiringuito, Celia Sicsu López, y Teresa Porras, concejala del Área de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas del Ayuntamiento de Málaga, son amigas. Según Ramírez, Porras lo reconoció en una reunión en el despacho del alcalde, lo que a su juicio explica el trato preferencial que ha recibido el proyecto.

“El alcalde preguntó por qué ese chiringuito es fijo y el de su hermana es desmontable, a lo que yo añadí que lo que tampoco se puede entender es por qué el antiguo chiringuito Sicsu sigue abierto con la licencia caducada, y además mientras están haciendo una obra paralela”, narra Ramírez.


“Y entonces Teresa Porras dijo que eso lo podía mandar parar ella al día siguiente. Le pregunté si conocía a la dueña y reconoció que es su amiga. Entonces le dije al alcalde ahí tiene usted el motivo por el que un chiringuito es fijo y el otro desmontable. Se explica todo”, señala con ironía.

EL OBSERVADOR ha comprobado que la exconcejala Mariví Romero, también del PP, parece ser que también es amiga de Celia Sitsu, a la que felicita el cumpleaños en la red social X/Twitter, como se puede ver en la siguiente imagen.


En cualquier caso, la presidenta de la Asociación de Vecinos considera que las tres administraciones públicas implicadas –el Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y el Gobierno central a través de Costas– han fallado en su deber de proteger la playa. “La Ley de Costas, desde 1988, prohíbe construir en la playa, y ni Costas debería haberlo permitido, ni la Junta debería haber aprobado el informe medioambiental, que además se hizo en Sevilla, sin conocer la realidad de esta playa”, argumenta Ramírez.

La polémica por los chiringuitos de La Malagueta llegará al pleno del estado de la ciudad, donde Ramírez asegura que los tres partidos de la oposición –PSOE, Vox y Con Málaga– van a abordar este asunto. Para Ramírez, la movilización vecinal no cesará hasta que se esclarezcan las responsabilidades y se detenga la obra: “No lo hemos dejado y seguimos pendientes. Le mando al técnico de la Junta las fotos que hago, y él me ha dicho que las guarda para cuando llegue el momento, y le he pedido que no se espere a que esté todo terminado”.

Ramírez entiende que “hoy por hoy, lo que se puede reclamar es que hay tres administraciones públicas que no han hecho su trabajo”. Y es que “no sabemos cómo va a terminar la cosa, pero como ha empezado sí lo sabemos: no hay nada como tener un amigo, los amigos son un tesoro”.


Siguen las obras del ‘Sicsu’

Desde EL OBSERVADOR entendemos que la madera es para decir que cumplen con el Real Decreto 668/2022, por el que se modificaba el Reglamento General de Costas, que especifica que la ocupación de los establecimientos expendedores de comidas y bebidas “no excederá de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros” (AQUÍ).

Según esto, y a pesar de los listones de madera, las obras del Sicsu no serían legales, ya que el hormigón no es un elemento “desmontable”, que sería uno de los requisitos. Por otro lado, los chiringuitos en la plata de La Malagueta tampoco respetarían los 150 metros de distancia entre si.

Cartel de obra

Además, en el cartel de obra del Sicsu, con número de expediente 2023-4511, aparece que está autorizado a hacerlas en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla Nº 1, que es su ubicación actual más o menos. Sin embargo las obras se están llevando a cabo a la altura del número 17, que es donde iría el chiringuito a partir de ahora. De esta manera se entiende que la obra es ilegal.

Desde el Ayuntamiento se han negado a contestar a EL OBSERVADOR sobre estas cuestiones, como llevan haciendo desde años. Mientras, los vecinos y la confluencia municipal Con Málaga han mostrado públicamente su oposición a las licencias que ha concedido el consistorio para la ampliación de los tres chiringuitos en el suelo público de la playa de La Malagueta, según la cual van a poder triplicar su superficie.