Málaga: una ciudad llena de ventajas para vivir donde no hay sitio asequible para vivir. El precio de la vivienda pone en peligro su calidad de vida, y la falta de regulación y la especulación amenazan con desplazar a sus propios habitantes y a los extranjeros
El acceso a una vivienda se ha convertido en un desafío, con precios desorbitados tanto para alquilar como para comprar, lo que obliga a muchos a mudarse a municipios cercanos o a compartir piso para poder vivir en la ciudad
18/02/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Málaga es un lugar muy apreciado para vivir, por su clima mediterráneo, sus comunicaciones, la vida cultural y las posibilidades de ocio que ofrece. Por eso se presenta como un lugar idóneo para vivir, para quienes buscan una mezcla de calidad de vida y oportunidades profesionales, o para visitar. Esto, unido a la poca previsión de los políticos...
...en materia de vivienda, ha creado un problema que se presenta insalvable, tanto para malagueños como para aquellos que quieren hacer de Málaga su residencia habitual: el acceso a una vivienda asequible.
La ciudad ha experimentado en los últimos años un crecimiento espectacular, no solo en términos de turismo, sino también en su oferta residencial. La suavidad de su clima, con más de 300 días de sol al año, la playa y una excelente oferta cultural, que incluye museos como el Picasso y el Thyssen, hacen de Málaga un lugar deseable para vivir.
Además, la ciudad cuenta con una creciente infraestructura, incluyendo el puerto, el aeropuerto internacional y una moderna red de transporte público, lo que la convierte en un punto estratégico para quienes buscan una conexión tanto nacional como internacional. A esto se suman la calidad de vida y el dinamismo económico, destacando los sectores tecnológico y turístico.
El drama de encontrar una vivienda
Los problemas comienzan a la hora de encontrar una casa para vivir, especialmente aquellos que no cuentan con grandes recursos. Y es que la popularidad de la ciudad, sumada a la fuerte demanda de residencias, tanto para turistas como de personas que se trasladan a la ciudad, ha elevado los precios de los alquileres y la compra de inmuebles, haciendo que muchas personas tengan que desistir de vivir en la capital y tengan que buscar en los municipios cercanos.
Es lo que le ha pasado a José, un malagueño de 39 años, que cuenta cómo su búsqueda de un hogar se convirtió en una pesadilla. “He vivido toda mi vida aquí, pero hace unos meses, cuando decidí mudarme con mi pareja, me di cuenta de lo complicado que es encontrar algo razonable. El precio de los alquileres en zonas céntricas, que antes eran accesibles, se ha disparado”, lamenta.
Como lo han hecho también los precios para la compra de una vivienda, “incluso los pisos antiguos, que antes costaban una fracción de lo que piden ahora. Es muy frustrante ver cómo los precios aumentan sin ningún control, mientras los salarios no suben al mismo ritmo”.
Así, José señala que ha vivido situaciones estresantes, como que le dejen muy poco margen para firmar un contrato de alquiler, “no tienes tiempo para pensar, o aceptas lo que hay o te quedas sin nada”.
Finalmente, José ha tenido que mudarse a uno de los municipios satélites de Málaga, a Almogía, donde ha podido encontrar una vivienda que se adapta a sus necesidades y, lo más importante, se puede permitir económicamente.
La gente de fuera que viene a vivir a Málaga también se encuentra con dificultades para encontrar casa, como confirma Julia, una inglesa que se mudó a la ciudad hace poco más de un año, y que comparte piso con otras tres personas. “Cuando decidí mudarme a Málaga pensaba que sería sencillo encontrar un apartamento para mí en el centro, qué equivocada estaba. Pronto me di cuenta de que los precios son muy altos, y me daba la sensación que los alquileres a corto plazo para los extranjeros, como yo, eran aún más elevados”.
Julia sostiene que “la realidad es que la situación es compleja y afecta tanto a los malagueños como a los que venimos de fuera”. La solución que encontró Julia fue compartir piso en el barrio de El Ejido. “No encontré nada en el centro que pudiera pagar con mis ingresos, pero el barrio en el que vivo me gusta, y tampoco está muy lejos. Compartir vivienda es difícil en algunos momentos, pero he tenido suerte con los compañeros que me han tocado”.
¿Cuál es la solución?
No se puede decir que exista una solución milagrosa a este problema, pero en cualquier caso hay dos medidas que algunos expertos consideran indispensables para revertir esta situación. Por un lado, dado que la ciudad sigue creciendo, es prioritario llevar a cabo políticas públicas que promuevan un acceso más justo a la vivienda, incentivando la construcción de viviendas de VPO.
Por otro lado, los políticos también tienen que regular de una manera más eficiente los alquileres turísticos, de manera que se garantice que los malagueños no se vean desplazados de su propia ciudad por el turismo masivo.
Hasta ChatGPT lo sabe
Por último, EL OBSERVADOR le ha preguntado a ChatGPT, literalmente, “¿Cuál sería en tu opinión la gran desventaja de vivir en Málaga en este momento?”. La respuesta de la inteligencia artificial es concluyente, el precio de la vivienda.
Concretamente, ChatGPT indica que “En este momento, una de las grandes desventajas de vivir en Málaga podría ser el costo de la vivienda, que ha subido mucho en los últimos años”. Además, expone que “Esto se debe en parte a la demanda turística, la llegada de residentes internacionales y el desarrollo urbano”.
De esta manera, “Muchas personas, especialmente los jóvenes, tienen dificultades para encontrar viviendas asequibles, especialmente en el centro de la ciudad o en zonas muy demandadas. Además, el precio de los alquileres también ha aumentado, lo que limita las opciones para quienes no tienen el capital para comprar.”