El nuevo presidente hereda una institución salpicada por la corrupción y un expediente urbanístico que genera rechazo social y legal en la ciudad. Su primera gran decisión podrá ser la de reorientar el rumbo del proyecto del rascacielos, devolviéndolo al análisis técnico que el anterior evitó
El exdelegado sindical de UGT en el Puerto de Málaga y miembro de Defendamos Nuestro Horizonte, Juan Antonio Triviño, denuncia el papel cómplice del organismo estatal con el proyecto del hotel rascacielos y señala que el nuevo presidente tiene la oportunidad de frenarlo
10/04/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Un año después de destituir a su número dos por mentirle sobre la trama de la compra de mascarillas, Óscar Puente ha cesado ahora al presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena. El sustituto, anunciado ayer por el Ministerio de Transportes, es Gustavo Santana, hasta ahora director general de la Marina Mercante, y de...
...su decisión depende, el futuro del proyecto del rascacielos en el Puerto de Málaga.
Lo lógico es que el nuevo presidente haga un análisis desde un punto de vista técnico y diga que no al proyecto al no encontrar por parte alguna “un” interés general para ser aprobado y edificado, solo que una empresa privada gane mucho dinero. Para Juan Antonio Triviño, miembro de la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte y exrepresentante sindical de UGT en el Puerto de Málaga, y exmiembro de su Consejo de Administración, la decisión de este nombramiento, era “previsible”.
Dapena, que fue llamado como testigo a declarar ante el juez, "parece ser que no dijo tampoco toda la verdad", señala Triviño, lo que podría haber contribuido a su destitución. Pero si su papel en la investigación penal es relevante, a nivel local lo es también su implicación —o más bien su falta de implicación— en el proyecto del hotel rascacielos en el Puerto de Málaga.
“Dapena no ha sido una persona clave en la tramitación del rascacielos, en el sentido favorable, en todo caso este hombre lo único que ha hecho han sido declaraciones cuanto menos inoportunas, pero nunca ha sido contundente ni en el sentido de posicionarse en contra, pero tampoco en el sentido de posicionarse a favor”, critica Triviño.
Desde la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte, que se opone al proyecto, siempre se le exigió que se posicionara "de forma técnica", aplicando la Ley de Puertos. Que es lo que le piden al nuevo presidente, ya que “Puertos del Estado tiene que analizar este proyecto, para su envío posterior si así lo considerara al Consejo de Ministros, desde una perspectiva técnica”.
Triviño sostiene que “analizar eso de una perspectiva técnica es acogerse en primera instancia a lo que dice la Ley de Puertos, y por tanto declarar que eso no es de interés general. Segundo, que eso afecta negativamente a lo que puede ser la operativa portuaria de la Autoridad Portuaria de Málaga”.
Y Además, que “simplemente con revisar el expediente desde su inicio, de cuando se convocó el trámite de competencia de proyectos, ya tendría que poner reparos que le llevaran al rechazo a la continuación de este proyecto en los términos que está planteado”.
Por eso, en la plataforma esperan que “el nuevo presidente de Puertos del Estado efectivamente haga lo que no hizo Dapena, que lo suyo ha sido quedarse un poco de perfil, quedarse al margen y dejar hacer al Ayuntamiento de la ciudad y a Carlos Rubio como presidente de la Autoridad Portuaria”. En este sentido, Triviño considera que el nombramiento de Gustavo Santana abre una ventana de oportunidad para frenar el proyecto del rascacielos, si actúa con criterios estrictamente técnicos y no políticos.
Triviño también señala a otra figura clave en la tramitación del hotel: el ex abogado del Estado y consejero de Puertos del Estado, José Antonio Morillo Velarde. “Fue el artífice principal junto con Paulino Plata, para pretender darle cobertura legal a un trámite que estaba claramente definido por la abogacía del Estado como un trámite incorrecto, por no decir que ilegal”, afirma.
Murillo Velarde redactó un informe a petición de Plata que, según Triviño, “debería estudiarse en las facultades de derecho por lo insólito del mismo”. Además, llegó a influir, indirectamente, para que la propia abogada del Estado en el Consejo de Administración votara a favor de iniciar el trámite del proyecto, algo que la abogacía había rechazado hasta entonces.
“Hay que recordar que José Antonio Morillo Velarde se incorporó al consejo de administración coincidiendo con el inicio de ese proceso del rascacielos, casualmente fue así”, indica Triviño.
El nuevo presidente de Puertos del Estado hereda no solo una institución salpicada por la corrupción, sino también un expediente urbanístico que sigue generando rechazo social y legal desde amplios sectores de la ciudad. Su primera gran decisión podría ser precisamente la de reorientar el rumbo del proyecto del rascacielos, devolviéndolo al análisis técnico que Dapena evitó.