El sindicato asegura que se enteraron por la prensa de la entrega del proyecto hace casi dos meses, el pasado 6 de marzo, por lo que ya se habría sobrepasado el plazo de un mes para verificar la documentación, y no se ha tratado nada sobre ello en el Consejo de Administración
La ley establece que el Puerto disponía de un mes para verificar los informes. Superado ese plazo sin ninguna resolución oficial ni información pública, la opacidad es total, UGT preguntará cuál es la Ley en la que se está basando el Puerto para hacer lo que hace
30/04/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. UGT asegura que el Consejo de Administración del Puerto de Málaga no ha visto aún la documentación del rascacielos entregada supuestamente el pasado 6 de marzo por las empresas interesadas en su construcción. “Nos enteramos por la prensa”, confirman desde...
...el sindicato, que pedirá explicaciones hoy, 30 de abril, en la reunión del Consejo de Administración del ente portuario. El Puerto tenía un mes para resolver esta parte del expediente, y el plazo ha pasado con creces. Por su parte, el PSOE pidió nuevos informes ambientales por los cambios sustanciales en el diseño del rascacielos, pero el PP tumbó la moción.
El rascacielos del Puerto de Málaga vuelve a generar inquietud en su tramitación, pero esta vez desde dentro de los órganos que deberían supervisarla. A pesar de que los promotores del rascacielos —una sociedad con capital vinculado a la familia real de Catar y al Grupo Hesperia— registraron supuestamente el 6 de marzo la documentación técnica y económica del proyecto, el expediente no ha sido remitido aún a Puertos del Estado ni ha sido conocido por los miembros del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria.
Así lo aseguran fuentes del sindicato UGT a EL OBSERVADOR: “Esa documentación no ha pasado todavía por el Consejo. Nos hemos enterado por la prensa, como todo el mundo. Hoy miércoles, en la reunión del Consejo de Administración, vamos a preguntar qué está ocurriendo con este expediente, cuáles son los plazos y en base a qué Ley se están aplicando”, explican.
La ley establece que el Puerto disponía de un mes para verificar los informes una vez entregados (AQUÍ). Superado ese plazo sin ninguna resolución oficial ni información pública, la opacidad es total. “Vamos a preguntar en qué punto está el proceso. Es un poco raro lo de los plazos, a ver qué nos dicen, porque no nos cuadra. Queremos saber exactamente qué plazos hay, si se han cumplido, y sobre todo, en base a qué Ley se rigen”, aseguran desde UGT.
El desconcierto en el seno del Consejo de Administración del Puerto apunta a una falta de transparencia institucional sin precedentes en un proyecto de esta envergadura. Desde que se inició el expediente hace casi una década, la tramitación ha sido objeto de polémicas, aplazamientos y controversias ciudadanas, hasta el punto de que varias plataformas vecinales, organizaciones ecologistas y colegios profesionales han pedido su retirada.
Ahora, cuando supuestamente se está cumpliendo el último de los trámites antes del envío al Consejo de Ministros, el cual debe autorizar el uso hotelero sobre suelo portuario, el expediente sigue sin ver la luz.
El nuevo proyecto
En febrero, el nuevo arquitecto del rascacielos, el británico David Chipperfield —Premio Pritzker de Arquitectura—, presentó públicamente un boceto del edificio, que ahora crece hasta los 144 metros de altura, frente a los 116 metros del diseño anterior de José Seguí.
El nuevo diseño del hotel no solo es más alto, sino que modifica profundamente el impacto paisajístico del edificio en la fachada marítima de Málaga. Por eso, el grupo municipal del PSOE presentó hace unos días una moción en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento para reclamar que se elabore una nueva evaluación ambiental y paisajística. Asimismo, la moción también pedía que la Junta de Andalucía revisara la validez de los informes emitidos hace años y determinara si es necesario iniciar un nuevo procedimiento ambiental. Sin embargo, la propuesta fue rechazada con los votos del Partido Popular.
Un reconocido experto en Urbanismo consultado por EL OBSERVADOR, no oculta su indignación: “Ocho años tratando el tema más importante que va a afectar al paisaje urbano y sabe Dios a qué más cosas en la ciudad de Málaga, y resulta que era una holografía. ¡Qué barbaridad! Y lo dice sin arrugarse. Increíble. Cuando lo leímos nos quedamos todos de piedra, bueno, de piedra no, porque ya en Málaga de piedra no se queda nadie con las cosas que pasan”. Y añade que “durante todo este tiempo, a quienes nos hemos opuesto nos han llamado culturetas, y ahora resulta que todo era mentira. No había un proyecto”.
Este urbanista confirma que “para desarrollar y desencadenar todo esos obligados trámites, lógicamente para algo tan notorio, tan brutal y tan decisivo para el urbanismo de una ciudad, eso necesitaba evidentemente un proyecto sólidamente fundamentado. Y fundamentar algo no se hace con una infografía, se hace con un proyecto o al menos anteproyecto, pero que tenga la entidad suficiente como para que genere la necesidad de información pública”.
Y es que el proceso ha estado plagado de irregularidades desde el principio. “¿Cómo vas a desencadenar esos expedientes con información pública, aprobación inicial, con nada? Porque lo que este hombre está diciendo es que lo que se ha presentado durante 8 años es nada. Sobre nada no se puede opinar ni hacer nada. Hemos estado 8 años aquí enfrascados con nada. Es verdaderamente alucinante”, denuncia el urbanista.
Este profesional sostiene que para el nuevo proyecto del rascacielos se tendrían que empezar todos los trámites de nuevo: “Si todo lo que se ha estado tramitando durante 8 años es nada, quiere decir entonces que si quieren volver con la iniciativa tendrán que presentar algo, luego ese algo lógicamente tendrá que empezar una nueva tramitación, la compleja, profusa y necesaria documentación que algo con esta envergadura debe de tener. Y no lo decimos nosotros, lo está diciendo la propia autoridad portuaria, que en cierto modo es el que está promoviendo esto, o al menos el que lo tiene que autorizar en primera instancia”.