El informe denuncia una constante: la ocupación y apropiación del espacio público marítimo-terrestre, tanto por parte de promotores privados como de las propias administraciones. En Marbella, que acumula hasta 4 puertos deportivos, y en la capital, con la Marina de San Andrés, los efectos son especialmente graves
Málaga se ha convertido en un caso paradigmático de cómo este tipo de infraestructuras, lejos de responder a necesidades reales del sector náutico, han servido como cebo para la especulación inmobiliaria
19/06/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Como cada año, Ecologistas en Acción ha hecho pública su radiografía crítica del estado de los casi 8.000 kilómetros de litoral español a través del informe ‘Banderas Negras’ 2025, en el que otorga dos banderas a negras a la provincia: una por contaminación y otra por mala...
...gestión ambiental. Así, Málaga vuelve a aparecer entre los territorios señalados, esta vez por dos problemas persistentes y de gran impacto ecológico: la contaminación marina por microplásticos procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) y la proliferación incontrolada de puertos deportivos, impulsada más por el negocio inmobiliario que por una demanda real de actividades náuticas.
La primera de las banderas negras para Málaga se debe a la creciente contaminación por microplásticos, en especial microfibras sintéticas procedentes del lavado de ropa, que llegan al mar a través de las EDAR. Estos fragmentos plásticos, imperceptibles al ojo humano, no son eliminados completamente por los sistemas actuales de depuración y son expulsados al mar mediante emisarios submarinos, donde afectan a toda la biodiversidad marina, desde peces hasta moluscos, y terminan entrando en la cadena alimentaria humana.
Desde la asociación ecologista señalan que Investigaciones recientes, como las que se realizaron en la regata The Ocean Race de 2020, revelaron que el mar de Alborán, frente a las costas de Málaga, es el segundo más contaminado por microplásticos de Europa, con 424 partículas por metro cúbico.
Ecologistas en Acción reclama la urgente modernización de las depuradoras, incorporando sistemas de ultrafiltración o tecnologías como la ósmosis inversa, ya disponibles en el mercado y recomendadas por organismos europeos.
La segunda bandera negra malagueña recae sobre la vorágine de construcción y ampliación de puertos deportivos en toda la provincia. Con 11 instalaciones en 175 km de costa, Málaga se ha convertido en un caso paradigmático de cómo este tipo de infraestructuras, lejos de responder a necesidades reales del sector náutico, han servido como cebo para la especulación inmobiliaria. El resultado es un litoral fragmentado, erosionado y cada vez más privatizado.
En zonas como Marbella, que acumula hasta cuatro puertos deportivos, y en la capital, donde se proyecta la Marina de San Andrés, los efectos son especialmente graves. La construcción de estos puertos interrumpe el flujo natural de sedimentos, provocando erosión en algunas playas y acumulación excesiva en otras, obligando a constantes y costosas regeneraciones pagadas con fondos públicos. Además, estos puertos son fuente de contaminación marina por el vertido de aguas grises, combustibles y residuos plásticos.
Ecologistas en Acción propone no solo frenar nuevos proyectos, sino incluso estudiar la eliminación de los puertos menos rentables y más dañinos, y exige que sus gestores contribuyan económicamente a la regeneración de las playas que sus instalaciones han degradado.
El informe
Más allá de Málaga, el informe recoge 48 banderas negras (AQUÍ), dos por cada provincia costera y ciudad autónoma, y denuncia una constante: la ocupación y apropiación del espacio público marítimo-terrestre, tanto por parte de promotores privados como de las propias administraciones. Casos como la isla de Toralla (Vigo), la isla Pancha (Ribadeo) o los chiringuitos convertidos en construcciones permanentes en Andalucía ilustran cómo el espacio público es privatizado de facto con la permisividad –o directamente el impulso– de las autoridades.
Entre los casos más simbólicos de esta edición está el de la finca del matrimonio formado por Alberto Núñez Feijóo y Eva Cárdenas en la playa de O Con (Moaña, Galicia), por ocupación de dominio público. Ecologistas en Acción considera que este caso, protagonizado por el líder del PP, demuestra que el traspaso de competencias de litoral a comunidades autónomas gobernadas por su partido ha servido más para consolidar estas usurpaciones que para proteger la costa.
El informe también alerta sobre la urbanización en zonas inundables, especialmente después de los efectos de la DANA en la Comunitat Valenciana, donde se han concedido banderas azules a playas que siguen contaminadas por residuos y vertidos, sin haber concluido las labores de limpieza ni contar con análisis concluyentes.
Las causas más frecuentes de estas 48 banderas negras son: Urbanización ilegal del litoral (13 casos); Vertidos y deficiencias en depuración (12); Afecciones a la biodiversidad (9); Acumulación de plásticos (5); Obras portuarias innecesarias (4); Contaminación química (3); Daños al patrimonio histórico en la costa (1); y Proyectos industriales agresivos (1).
Ecologistas en Acción concluye que la degradación del litoral español es resultado de una combinación de permisividad política, intereses económicos y desprotección sistemática del bien común. Málaga, con sus dos banderas negras, no es una excepción.