La Asociación de Vecinos y Vecinas de El Palo alerta en una carta a la ministra de Transición Ecológica sobre las graves consecuencias de destruir el Monte San Antón: inundaciones, pérdida de biodiversidad y colapso de infraestructuras
El proyecto también incluye “aprovechamientos comerciales, hoteleros, equipamiento social, escolar y deportivo”, y está siendo tramitado por el Ayuntamiento de Málaga a espaldas del barrio y con el rechazo frontal de sus vecinos y vecinas
04/07/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Asociación de Vecinos y Vecinas de El Palo ha dicho basta. Lo ha hecho en una carta enviada el 23 de junio a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, firmada por su presidenta, Mercedes Ruth Pírez Silvera, en la que se oponen de forma tajante a la construcción de 285 viviendas...
...de lujo en el paraje natural de Pinares de San Antón, en la zona Este de Málaga. El proyecto, que también incluye “aprovechamientos comerciales, hoteleros, de equipamiento social, escolar y deportivo”, está siendo tramitado por el Ayuntamiento de Málaga a espaldas del barrio y con el rechazo frontal de sus vecinos y vecinas.
“Simplemente lo que estamos tratando de pedir es que haya una reflexión por parte de las autoridades, y que piensen a largo plazo y no al corto plazo que estamos acostumbrados de cada cuatro años elecciones y ese tipo de planteamiento”, denuncia Pírez. El escrito exige la paralización inmediata del proceso urbanístico en San Antón y llama a aplicar con urgencia las medidas recogidas en el Plan Municipal del Clima (Plan Alicia), elaborado por el propio OMAU, organismo municipal que no ha sido tenido en cuenta pese a sus advertencias.
Los vecinos no están solos en su preocupación. El Plan Alicia, aprobado por el propio Ayuntamiento de Málaga, califica el Monte San Antón como una zona de alto valor ambiental y estratégico en la lucha contra el cambio climático. La Asociación exige que se declare esta área como “no urbanizable de especial protección”, en virtud de la Ley estatal del Suelo y la ley andaluza LISTA, para frenar una operación que consideran incompatible con los compromisos climáticos municipales.
“Entendemos que se atiende a intereses de privados y de empresas, y no piensan en más allá que eso”, afirma la presidenta del colectivo vecinal. Y esos intereses, aseguran, ponen en riesgo a toda la franja litoral de El Palo y Pedregalejo.
El barrio de El Palo, denuncian, se encuentra entre dos arroyos que “nos abrazan, pero también pueden ser perjudiciales”. Según el Plan Alicia, el riesgo de inundaciones en la zona se agravará en los próximos años debido a la mayor frecuencia e intensidad de las DANAs y tormentas torrenciales. “Las consecuencias pueden ser graves, la zona costera corre peligro de inundaciones y no va a ser algo liviano”, advierte la presidenta.
Y es que no quieren que en Málaga se repita lo que ocurrió en Valencia, donde la desatención de los informes técnicos y climáticos durante décadas terminó en inundaciones devastadoras. Por eso reclaman responsabilidad, previsión y un modelo de ciudad sostenible: “No nos oponemos al desarrollo urbano, sino al crecimiento descontrolado e insostenible”.
Además del riesgo climático, el escrito de la Asociación de El Palo subraya otros impactos del proyecto: más tráfico rodado en un barrio ya colapsado por sus calles estrechas y sin planificación urbana; más presión sobre unas infraestructuras deficientes, especialmente en saneamiento y abastecimiento de agua; y la desaparición de zonas verdes, imprescindibles para mitigar el calor, absorber escorrentías y preservar la salud.
Así, frente a esta lógica de asfalto, cemento y chalés de lujo, el colectivo vecinal propone la creación de un “Anillo Verde Este” y la plantación masiva de arbolado urbano y periurbano. Quieren que la lucha contra el cambio climático se traduzca en acciones concretas y visibles. Y, sobre todo, exigen ser escuchados.
“Las administraciones locales no han escuchado a los vecinos y vecinas y siguen adelante con estas viviendas”, lamenta Pírez. Por ello, recurren ahora a la ministra Aagesen, esperando que la administración estatal actúe donde el Ayuntamiento y la Junta han fracasado.
El barrio no dice “no” por costumbre. Dice “no aquí y así”. Reconocen que hacen falta viviendas sociales en la zona Este, pero no a costa del Monte San Antón ni para crear otro enclave de lujo: “Destruir el Monte San Antón cuando tenemos otros enclaves que serían más adecuados no es correcto”.
El escrito concluye con una propuesta clara: crear una hoja de ruta conjunta entre administraciones públicas, colectivos ecologistas y ciudadanía para enfrentar el riesgo climático en El Palo y garantizar un desarrollo realmente sostenible.