El Museo del Automóvil exige más de lo pactado y resquebraja la política cultural del Consistorio, más interesado en las fotos e hitos del regidor que en la cultura local

05/06/14. Opinión. Múltiples espacios culturales malagueños dependen, como no podía ser de otra forma, del Ayuntamiento. Cesiones gratuitas de inmuebles rehabilitados con millones de euros de dinero público, subvenciones millonarias, arbitrarias inyecciones económicas también millonarias. No se trata de una apuesta firme por la cultura de la ciudad o simplemente por una propuesta cultural, la que sea, planificada, no, o al menos así lo demuestra la política museística que la corporación local viene siguiendo desde hace años: se trata de fotografiar los hitos de De la Torre.

SE trata de decir que Málaga es la ciudad de los museos, con esa superioridad provinciana, cateta y casposa que subraya cuanto de cultura popular roza el concejal del ramo Damián Caneda, que sigue como un perrillo fiel la demencial política de su alcalde Francisco de la Torre. Lo importante es tener museos. Lo de menos es que hay dentro. Eso da igual porque no se ve en los mensajes que se lanzan continuamente desde el gabinete de propaganda municipal de Jesús Espino. Qué más da. Lo importante es abrumar con ser primeros en algo: el Cubidú fuera de Francia, que vienen los rusos antes que a cualquier otra parte (¿a quiénes iban a engañar mejor que a éstos?)… Se acercan las municipales de 2015. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com comenta la oferta museística en la que interviene el Consistorio en un intento, sin éxito, de encontrar coherencia y consistencia.

POMPIDOU, Rando, Revello de Toro, MUPAM, el Museo del Automóvil, el Museo de la Música, el Centro de Arte Contemporáneo, el Museo Carmen Thyssen, por supuesto; el Museo del Arte Flamenco, el Museo del Vidrio, la Casa de Picasso o el nuevo Museo Estatal de San Petersburgo. Son algunos de los nombres con los que el Ayuntamiento de Málaga se hincha de orgullo sin caer en la cuenta de que la oferta cultural que está construyendo perdió desde el principio todo el sentido y toda la consistencia que podría tener, hasta el punto de que algunos de estos centros ya chantajean otra vez con dejar la ciudad al finalizar el convenio con el Consistorio o incluso antes si no les dan más dinero, como el Museo del Automóvil (nosotros apostamos porque se vayan).

ASÍ lo hizo saber esta semana el dueño de la colección de coches del Museo del Automóvil, que se encuentra en el polémico complejo de La Tabacalera. El portugués Joao Magalhaes explicó al periodista del diario Sur Antonio Javier López, que cuando el prometido y de repente anhelado museo ruso entrase por la puerta, él saldría “por la ventana”. La queja del luso venía motivada por la, según él, “competencia desleal” que el Museo del Automóvil tiene que combatir. Magalhaes exige “el mismo trato que reciben los grandes museos en Málaga” y se mide con la inversión que reciben otros espacios como el Thyssen, el CAC o el futuro Pompidou. Vamos, que quiere dinero como todo el mundo. Qué más da que lo que exponga allí sea producto de su capricho particular: coches y vestidos (podían haber sido bicicletas y sandalias) y que nadie le dijo que le iban a dar dinero. Pero ya le han dado en los últimos dos años 400.000 euros no se sabe porqué y 100.000 euros más en compra de entradas ya que allí no va nadie. Pero este señor entiende que él ha sido el que ha conservado La Tabacalera algo llena de cosas (qué más da de lo que sea) para evitar que la oposición municipal pudiera decir que el alcalde ha fracasado por completo con todo lo que ha querido promover allí.


ÉL también quiere subvenciones. Y chantajea con un lenguaje cifrado diciendo que él ha tirado del carro solo. ¿Le han prometido algo? Nadie le hizo ninguna promesa cuando decidió poner en Tabacalera sus colecciones. Luego se ha demostrado que el lugar o el contenido no interesa, y entonces pide, sorprendentemente, que le den dinero para seguir allí (?). Pero no dice que el Ayuntamiento acometió en solitario la reforma del espacio para que su colección se pudiese exponer. Aquellas obras supusieron un coste total de 11 millones de euros. No fue suficiente, porque, a pesar de que el convenio de colaboración suscrito entre Ayuntamiento y el centro museístico excluía colaboración económica alguna, el Consistorio en los dos últimos años le ha dado 400.000 euros no se sabe muy bien porqué y le hizo además una compra de entradas por valor de 100.000 euros con el objetivo de difundirlas y que la ciudadanía malagueña conociese más y mejor este centro. Hace un par de meses se volvió a barajar la idea de destinar otra partida presupuestaria al Museo del Automóvil por valor de 200.000 euros, “para aumentar su oferta expositiva: se traerá a Málaga una colección de moda de alta costura que constituya un aliciente y redunde en un mayor número de visitantes” (?). Esta idea fue denunciada por un informe del interventor a finales del mes abril. La Opinión de Málaga, que tuvo acceso a dicho informe, explicaba entonces que el documento se refería al estudio económico del Área de Cultura, que preveía unos gastos adicionales “ascendentes a 100.577 euros al año”, lo que suponía la mitad de la cantidad que el Consistorio quería dar.

EL alcalde de Málaga está hipotecando la ciudad a pasos agigantados, aumentando una deuda, una de las mayores de España, con decenas de “proyectos estrellas” que, como ha denunciado la oposición, parecen más interesantes al alcalde que al resto de la ciudadanía. Las elecciones municipales, que tendrán lugar en menos de un año, aceleran los procedimientos por los cuales el Consistorio quiere asentar en la capital de la Costa del Sol a las primeras sedes en Europa y fuera de su país de origen (?) del Museo Pompidou (en el Cubo del Puerto) y del Museo Estatal de San Petersburgo (en el mismo módulo de La Tabacalera en el que se asienta el Museo del Automóvil).

EL Consistorio destina al CAC 3,1 millones de euros al año, al Thyssen 2,1 millones, al Centro Pompidou, un canon de un millón de euros durante un lustro, unas obras de 5,1 millones de euros, y un canon de ocupación al Puerto que ascienden a algo más de los 300.000 euros anuales. Al Museo de San Petersburgo, que fue criticado por especialistas en arte por ser un caso de cultura espectáculo innecesario y con un particular tipo de obras, se le dota con una asignación anual de 400.000 euros. La ciudad también tiene un Museo de la Semana Santa que depende de la Agrupación de Cofradías, y por todos es bien conocido la política de subvenciones del gobierno local con esta entidad (ver Las Mercedarias reciben más de un millón de euros en subvenciones. El Obispado católico de Málaga pasa de las convocatorias públicas y se las pide directamente al Ayuntamiento para rehabilitar sus edificios. Y este les concede las ayudas a dedo). Otro museo es el de la Música, de trayectoria similar al del Automóvil (un señor tiene mucho de algo, en este caso instrumentos, y pide que le den un espacio que él se encarga de todo. Pero curiosamente también ha recibido ya unos 400.000 euros. Otros museos de nuevo cuño pero con algo menos de difusión también abren, y el Consistorio sigue siendo muy generoso en la cuantía aportada para ayudar: el museo Rando abre con algo más de 300.000 euros y el Consistorio le echa una mano con la cantidad de 1.273.961,40 euros (ver Málaga, la ciudad donde si pagas tienes un museo… seas ruso o malagueño… el pintor católico Jorge Rando se paga (un poco) un museo para exponer su obra… el generoso Ayuntamiento completa el presupuesto y pone casi un millón y medio de euros).

ESTE conflicto naciente entre el Museo del Automóvil y el Museo Ruso, que comienza a dar quebraderos de cabeza, viene dado por la política museística de la corporación que la profesora de Arte Contemporáneo, Maite Méndez Beiges, ya calificó de “cuestión mediática”, un aspecto en el que coincidieron los dos portavoces de los principales grupos de la oposición. Eduardo Zorrilla (IU) recordó que mientras se instalan estos “museos ornamentales” se siguen recortando “gastos en bibliotecas públicas”. María Gámez (PSOE) consideró que el regidor “está deseando deslumbrar con algo en un intento desesperado de acudir a las elecciones municipales con alguna inauguración”. Y por el momento, en ello sigue.

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