“La manada se mueve al ritmo de los ancianos o enfermos y ayudándose y cuidándose unos a otros. Nadie se queda atrás”
OPINIÓN. Tribuna abierta. Por Carmen Manzano
Presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga03/02/21. Opinión. La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, Carmen Manzano, hace un repaso en su nueva Tribuna abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los lobos: “Ver avanzar a una manada de lobos, aparte de ser impresionante, nos muestra su capacidad de respeto y nobleza: los primeros son los viejos o enfermos, son los que marcan el ritmo de toda...
...la manada, luego siguen los más fuertes, y en el centro, el resto de la manada. Detrás, solo, el macho alfa. Así puede verlo todo y decidir la dirección”.
La Luna del Lobo
A la primera luna llena del año, se le llama la Luna del Lobo.
Dicen las tradiciones que los lobos aúllan más de lo habitual y que sus aullidos son más largos… los americanos, que todo lo miden, han estudiado el tema y sus conclusiones son que, habitualmente, los aullidos de los lobos duran entre tres y siete segundos, mientras que en enero, y en especial en su luna llena llegan desde treinta a ciento veinte segundos.
También se llama la Luna de Hielo y dicen que trae energía, potencia, poder, optimismo y confianza en nosotros mismos. Nos trasmite la energía y la personalidad del lobo, de las manadas de lobos.
El lobo. Animal sagrado de nuestra tierra celta e íbera, animal capaz de las mayores hazañas, perseguido por dogmas que le han quitado la esencia de lo que realmente es: un animal social, atento a la manada y que la defiende con honor; el lobo siempre ha sido un una fuente de energía lunar, que caza al caer la noche, para que el poder de la luna lo impregne.
Pocas cosas tan fascinantes como la estructura social de una manada de lobos. El nivel de jerarquía es muy estricto, y las leyes de la manada son de obligado cumplimiento por todos sus miembros; esta supuesta dureza, es el mecanismo que permite a la manada sobrevivir, promoviendo la unidad y evitando conflictos. El nivel superior no cambia mucho, pero puede suceder que desde niveles inferiores, se llegue al liderazgo. Y aunque existen jerarquías separadas, una para machos y otra para hembras, cada uno tiene un trabajo que hacer y un papel que cumplir, creando un fuerte vínculo físico y emocional que garantiza la unidad de la manada.
El macho alfa es el líder de la manada, junto con su pareja, la hembra beta. El último escalón es el lobo omega.
Los lobos son animales muy sociables, que se comunican continuamente, interactuando unos con otros, tanto a nivel de lenguaje corporal como de los sonidos, siendo muy raro que entre los lobos de una misma manada se llegue a la agresión física. La excepción es durante la temporada del apareamiento, y no es por cuestión de liderazgo que los machos pelean con el lobo alfa, sino por aparearse con la loba beta, ya que el apareamiento solo se dará en las parejas líderes.
Ver avanzar a una manada de lobos, aparte de ser impresionante, nos muestra su capacidad de respeto y nobleza: los primeros son los viejos o enfermos, son los que marcan el ritmo de toda la manada, luego siguen los más fuertes, y en el centro, el resto de la manada. Detrás, solo, el macho alfa. Así puede verlo todo y decidir la dirección, ve a toda la manada. La manada se mueve al ritmo de los ancianos o enfermos y ayudándose y cuidándose unos a otros. Nadie se queda atrás. Es la enseñanza de los lobos, de los lobos que son masacrados por la administración y los cazadores.
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