De los 832 millones disponibles para vivienda en 2023, año al que se refiere el informe de la Cámara de Cuentas, ejecutó... un 1,1% (…) Así, los fondos europeos se desperdician en más de un 60%. Más de 1.400 millones”

OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por 
Félix Gil
Periodista


17/01/25. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El periodista Félix Gil escribe en esta Tribuna Abierta sobre las cuentas de la Junta de Andalucía: “Acaba de ser apartada de su cargo la Interventora que alertó en 2020 de que se estaba dando a dedo a clínicas privadas más de 1.200 millones del dinero de la sanidad pública andaluza...

Una operación diez veces mayor que ya se persigue en un juzgado. En el PP andaluz prefieren hacer trampas a lo grande”.

No salen las cuentas de Andalucía

En la época de Susana Díaz (PSOE) al frente de la Junta de Andalucía se produjo el triste episodio de tener que devolver a la Unión Europea el dinero que envió a Andalucía para formación para el empleo, tras observar el brutal aumentó del paro, que llegó en 2014 al 35% de su población ocupada. Y traía causa de que la Intervención estimara en más de un 10% el fraude en los cursos. Andalucía tardó años en recuperar esos ingresos. Perdió unos 150 millones de euros.

Pero ese episodio derivado del uso del dedo en el reparto de los fondos públicos ha quedado completamente eclipsado por la actualidad: acaba de ser apartada de su cargo la Interventora que alertó en 2020 de que se estaba dando a dedo a clínicas privadas más de 1.200 millones del dinero de la sanidad pública andaluza. Una operación diez veces mayor que ya se persigue en un juzgado. En el PP andaluz prefieren hacer trampas a lo grande.

Lo peor, con todo, no es regalar a sus amigos dinero público. Al fin y al cabo una parte de ese dinero habrá servido para que algunos andaluces reciban cursos o servicios sanitarios.

Adiós vivienda pública

En la actualidad, quienes necesitan vivienda pública tienen menos suerte que quienes han de cuidar su salud.

La Cámara de Cuentas de Andalucía acaba de asomarse al BOJA para decirnos qué hace la Junta para promover la vivienda pública: nada.

Bueno, seamos un poco más exactos: de los 832 millones disponibles para vivienda en 2023, año al que se refiere el informe de la Cámara de Cuentas, ejecutó... un 1,1%.

Ese BOJA (8/1/2025) parece el informe de una DANA: es un informe de catástrofes.

Así, los fondos europeos se desperdician en más de un 60%. Más de 1.400 millones.


Tampoco las inversiones propias de la Junta, particularmente las relacionadas con la crisis climática y la sequía, como el uso del canon de depuración de aguas, se llevan a cabo...

En conclusión, con los datos oficiales en la mano, hemos de decir que la Junta es incapaz de gestionar el dinero que tiene a disposición y, cuando lo hace, es para darlo a dedo.

Si un Gobierno es incapaz o corrupto, lo bueno de la democracia es que los ciudadanos pueden en las siguientes elecciones cambiarlo. Veamos ahora las opciones.

2026 año electoral

El año ha empezado con el paso al frente de María Jesús Montero, la flamante Ministra de Hacienda, para encabezar la lista del PSOE, con permiso de Luis Ángel Hierro, Catedrático de Economía Pública, el otro candidato.

Por experiencia la primera, aunque viene de la medicina, y por su dedicación a la economía el segundo, ambos tienen un perfil adecuado para sacar provecho de los recursos que ponemos a su disposición los ciudadanos.

Se podría objetar a la Sra. Montero que fuera la Consejera de Economía precisamente cuando estalló el escándalo de los cursos a dedo que causaron la pérdida de 150 millones europeos para formación para el empleo.

Era diputado autonómico entonces y puedo afirmar que la ocultación de la pérdida de ese dinero la llevó a cabo el malagueño Luciano Alonso. Y la corrupción del uso de los fondos de formación ya es cosa juzgada y condenada: UGT Andalucía responsable civil y el Secretario provincial de Sevilla responsable penal.

Los otros partidos con implantación en Andalucía aún no han proclamado candidato.

El Sr. Moreno Bonilla, si se presenta a la reelección, no tiene a su favor la gestión ni la supervisión de su Gobierno.