La decisión de impedir la contratación del nuevo profesorado seleccionado consolida una situación de precariedad estructural que contraviene los principios recogidos en la Ley 20/2021”

OPINIÓN. Tribuna Abierta
Por 
AH, miembro de la UMA


09/04/25. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Un miembro de la comunidad universitaria de Málaga, AH, escribe en esta Tribuna Abierta sobre la paralización de todas las contrataciones para plazas de Ayudante Doctor en la UMA: “Esta paralización súbita e injustificada tiene un impacto inmediato y muy negativo: vulnera los derechos de las personas que han participado legítimamente en los concursos;...

...deja en suspenso la planificación docente de numerosos departamentos; y transmite un mensaje de inestabilidad y arbitrariedad incompatible con una universidad pública moderna y comprometida con su comunidad”.

Paralización de contrataciones de profesorado de la UMA

Como miembro de la comunidad universitaria de Málaga quiero denunciar públicamente una grave y repentina decisión del Rectorado, que desde el pasado viernes ha paralizado por completo todas las contrataciones correspondientes a la convocatoria de plazas de Ayudante Doctor del 18 de diciembre de 2023 (AYD 18-12-23).

Esta medida afecta directamente a decenas de concursos públicos ya iniciados, muchos de ellos en fase muy avanzada, con resoluciones prácticamente listas para ser publicadas. Se trata de plazas que son esenciales para el correcto funcionamiento docente de la universidad y que han sido objeto de un proceso público, abierto y transparente. Su paralización genera una profunda preocupación en todos los niveles de la institución.


Lo más alarmante es que los puestos correspondientes a estas plazas están siendo actualmente ocupados por personal interino, en muchos casos desde hace años. La decisión de impedir la contratación del nuevo profesorado seleccionado consolida una situación de precariedad estructural que contraviene los principios recogidos en la Ley 20/2021, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público. Es decir, no solo se impide el acceso legítimo de nuevos docentes al sistema, sino que además se perpetúa una práctica que la propia legislación vigente busca erradicar.

Esta paralización súbita e injustificada tiene un impacto inmediato y muy negativo: vulnera los derechos de las personas que han participado legítimamente en los concursos; deja en suspenso la planificación docente de numerosos departamentos; y transmite un mensaje de inestabilidad y arbitrariedad incompatible con una universidad pública moderna y comprometida con su comunidad.

La paralización de estas contrataciones no solo afecta a los aspirantes que han participado en igualdad de condiciones en los procesos selectivos, sino que tiene un impacto directo sobre la planificación docente de numerosos departamentos, y pone en cuestión los objetivos de estabilidad y renovación generacional del profesorado universitario.

Confío en que estas palabras encuentren eco entre quienes tienen la responsabilidad de informar, y que contribuyan a que esta situación no quede en silencio. Porque el futuro del sistema universitario público también se decide en este tipo de resoluciones, que pueden parecer técnicas, pero que arrastran consecuencias muy reales: humanas, académicas y sociales.