OPINIÓN. LOL. Por Alberto R. Aguiar
Periodista

21/04/17. Opinión. Un juego de móviles que consiste en dar bandazos le recuerda a Alberto R. Aguiar, en esta colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, a la política municipal del PP en el Ayuntamiento de Málaga, consentida por sus delfines de Ciudadanos. El nuevo (que no último ejemplo) es la controversia que trae desde hace años el traslado que no llega de las...

...caballerizas municipales para los coches de caballo para turistas.

A bandazos con las caballerizas

RESULTA que ahora paso mis ratos muertos en el metro jugando a un juego para teléfono (de origen malagueño, por cierto) llamado Restless Pulse. La mecánica es sencilla: manejar una nave entre varios carriles sorteando obstáculos y al ritmo de la música. Dando bandazos y vaivenes.

NO es una analogía muy resuelta, pero ya no se me ocurre de qué forma se puede definir, caracterizar o explicar cómo funciona el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Málaga y cómo responde parte de la oposición, parte de sus ‘delfines’. Los bandazos y vaivenes políticos y mediocres de siempre.

PARA los medios de comunicación nos es muy fácil banalizar con una situación que no sufren más que unos pocos vecinos de la ciudad. Por eso en un giro estilístico se habla con cierta equidistancia de que los desplantes y desmanes de la administración local para con las caballerizas de Teatinos son un nuevo ‘culebrón’.

SIN embargo, la realidad (que siempre han defendido los cocheros) es que ese culebrón lleva lustros sucediéndose en la joven barriada de la capital, dado que esas caballerizas estaban ahí antes de que se construyesen los bloques de pisos. Los coches turísticos de Málaga se resguardan en una edificación construida en un terraplén en una vía que sube desde la Plaza Sandro Boticcelli, en el distrito de Teatinos.

LA concentración de los animales y el estado de deterioro de las instalaciones han provocado ya problemas de insalubridad, malos olores o presencia excesiva de moscas para los residentes de la zona. Parece una simple broma o una exageración, pero las circunstancias son las que son y ya hay familias que han tomado la decisión de marcharse del barrio por esta razón. Es una queja que la asociación de vecinos de la zona, por ejemplo, tiene presente.

EL último peloteo de pin-pon, los últimos vaivenes, han tenido lugar en una comisión extraordinaria de Urbanismo. El concejal de Ciudadanos, Alejandro Carballo, se congratulaba hace un par de semanas en las redes sociales porque el partido naranja había votado a favor de un nuevo emplazamiento para las caballerizas. Carballo es edil en la Casona del Parque desde hace ya dos años. ¿Todavía no sabe de qué va la película?

ES bien sabido el respeto que el equipo de Gobierno del PP de Francisco de la Torre le tiene a las mociones que se aprueban en sus comisiones y plenos municipales. Y efectivamente, la gracia no duró ni unos días. El PP dio marcha atrás y se desdijo. Lo que no había escrito antes: ni los cocheros ni la oposición (el resto de la oposición, la otra oposición, la oposición, vaya) ven con buenos ojos trasladar las caballerizas hasta el polígono industrial del Guadalhorce, por el sufrimiento de los equinos que no solo tendrían que caminar más hasta el Centro, sino que sufrirían de más estrés por aguantar más tráfico además de que congestionaría buena parte de la zona oeste de la urbe ante el trasiego de estos vehículos de velocidad reducida.

¿LO nuevo? Una reunión esta misma semana en la que Urbanismo dice ahora que volverá a estudiar posibles emplazamientos para las caballerizas. La ubicación del polígono del Guadalhorce que tiene a todo el mundo en contra y que el PP planteó y que C’s votó es la opción que se tiene desde hace años. ¿Ahora se va a hacer un nuevo estudio? Al final, y como siempre, serán los vecinos los que tengan que volver a cerrar sus ventanas para que no entren decenas de moscas en sus casas estos veranos.

CIUDADANOS volvió a ser víctima colateral de un enésimo bandazo del equipo de De la Torre, como los que yo doy en el Restless Pulse hasta que llego a mi parada. Sin embargo, los naranjas volvieron a pagar el pato de intentar hacer nueva política y no ser capaces de estar siquiera a la altura de la vieja.

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