OPINIÓN. Charlas con nadie
Por Manuel Camas Jimena. Abogado
22/03/18. Opinión. El prestigioso abogado Manuel Camas Jimena, exdecano del Colegio de Abogados de Málaga, habla en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el anuncio de Francisco de la Torre de presentarse a la alcaldía en las elecciones de 2019. A través de su habitual diálogo titulado Charlas con nadie, Camas refleja dos...
...consecuencias negativas sobre la posible reelección de De la Torre, la primera es que los cargos que no tienen limitación temporal pueden usar el poder que les proporciona este puesto para perpetuarse en él. La segunda es que estos dirigentes “son prisioneros de sus aciertos y de sus errores, cuanto más tiempo peor”, además de creer que son los únicos aptos para solucionar los problemas. En el texto además se hace un compendio de los temas pendientes de la ciudad, como la distribución equitativa entre la población del éxito que está teniendo Málaga en los últimos años y la riqueza que esto genera, el descuido en medioambiente o la reactivación de algunas zonas.
Mi ciudad
- TE veo bien, te acompaño y así aprovecho para saber qué opinas del anuncio de Francisco de la Torre, acerca de que nuevamente será el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Málaga, en las elecciones municipales de mayo de 2019. ¿Es bueno que intente seguir en el cargo un nuevo mandato, pese a los años que ya lleva?
- RECUERDO una conversación que mantuvimos en su despacho de la alcaldía, a finales de 2012. Yo entonces era Decano del Colegio de Abogados y aproveché una reunión en el Ayuntamiento, para agradecerle las buenas relaciones institucionales mantenidas con los abogados durante los años que los representé.
ME preguntó por qué no volvía a presentarme, le contesté que los Estatutos del Colegio prevén una única posibilidad de reelección, que yo ya había agotado, y que personalmente creía que la limitación de mandatos era buena para la democracia y las instituciones.
ME contestó que consideraba que la experiencia hacía que desempeñásemos mejor el cargo conforme pasaban los años, por lo que no estaba de acuerdo con la limitación de mandatos y que seguramente, yo ejercería mejor mi puesto gracias a la experiencia adquirida.
- PODRÍA ser un argumento.
- CREO que no tiene razón, fundamentalmente por dos motivos.
EL primero se explica fantásticamente en La Democracia en América, de Tocqueville, cuando trata la duración de los mandatos de los Presidentes de los Estados Unidos. Comenta que en los debates de la Constitución Americana se plantearon un único mandato del Presidente, de seis años de duración. El argumento a favor de un único mandato era evitar que el Presidente emplease su enorme poder para ser reelegido, partían de la base, a mi juicio del todo acertada, de que el poder se utiliza, en primer lugar, para mantenerse en el poder. El debate siguió contraargumentando que seis años podría ser un mandato excesivo si el Presidente era un inepto, por eso acabaron consensuando que una única reelección, permitiría echar al Presidente que no fuese bueno, pero le concedería normalmente ocho años para culminar sus proyectos, aceptando que la primera legislatura se utilizaría principalmente para ganar la reelección.
CREO que tenían toda la razón, el cargo se utiliza, en primer lugar, para intentar seguir. Cuántas decisiones se aplazan o dejan de adoptarse porque el que se ve nuevamente candidato piensa no le serán rentables electoralmente.
- ¿Y cuál es el segundo motivo?
- EL ejercicio de ese tipo de cargos, en los que necesitas un equipo muy numeroso, agota los círculos de confianza, hace que el paso del tiempo vaya cerrando y descomponiendo el entorno. Los colaboradores del que los ejerce van desapareciendo, el grupo se enrarece, empeora, acaban creyendo que solamente los que están en esas funciones entienden realmente lo que pasa, nadie les parece válido, por lo que se resisten a la renovación y finalmente acaban viviendo una falsa realidad.
EL dirigente y su equipo piensan que tienen las mejores soluciones para los problemas, y que los que no han solucionado es porque no tienen arreglo, o porque no han tenido tiempo suficiente, por mucho que lleven, y las alternativas nunca son válidas, porque no son suyas y las han combatido; pero la historia nos demuestra que en un porcentaje muy elevado simplemente se ha acabado la capacidad política de ofrecer soluciones o de gestionar nuevas políticas. Son prisioneros de sus aciertos y de sus errores, cuanto más tiempo peor.
- Y eso le ocurre a Francisco de la Torre.
- SÍ, como a cualquiera que alargue sus mandatos al frente de instituciones durante tanto tiempo, está en el gobierno municipal desde 1995 y como alcalde desde el año 2000, llevará 19 años de alcalde cuando se presente a la reelección y eso en sí mismo, es malo para la ciudad.
- QUÉ problemas no es capaz de resolver.
- CREO que principalmente ha desequilibrado la ciudad socialmente, económicamente, en el reparto de derechos y obligaciones. A mi juicio en el apoyo del éxito de la ciudad no ha sabido repartir sus beneficios entre sus ciudadanos.
LA ciudad está de moda afortunadamente para los malagueños; a ello han colaborado los gobiernos del estado, de Andalucía y de la propia ciudad, sin ningún género de duda; las infraestructuras de transporte, aeropuerto, autopistas, alta velocidad, cruceros, son la piedra angular de todo ese éxito.
EL Museo Picasso, Picasso, nunca suficientemente valorado por Málaga, nos ha puesto en el mapa y de verdad ahora somos, junto a la Costa del Sol, un atractivo turístico muy competitivo a nivel nacional e internacional.
EL Ayuntamiento ha apoyado acertadamente esas posibilidades haciendo crecer, junto al Picasso, un grupo de museos verdaderamente dignos; la inversión privada en Muelle Uno y en todo el centro de la ciudad la ha potenciado.
SIN embargo, el Ayuntamiento no está siendo capaz de gobernar ese fenómeno que genera una enorme afluencia al centro de la ciudad.
NO ha sido capaz de ampliar la dimensión del propio centro, aunque lleva mucho tiempo hablando de incorporar calle Carretería y Álamos. No sabe qué hacer con la Plaza de la Merced. Ha impulsado la zona de Muelle de Heredia, pero es una zona perjudicada por dos obras también retrasadas, la del Metro en la Alameda y la del Muelle Cuatro, que actuará sobre la propia avenida de Muelle de Heredia.
NO ha sido de momento tampoco capaz de hacer que la Alameda Principal deje de ser una estación reguladora de las líneas de transporte en autobús.
DE la gestión del uso de espacios públicos, ocupados por terrazas o la necesidad de regulación del alquiler turístico, mejor no hablar.
TODA esa actividad genera una riqueza privada y pública que el Ayuntamiento no ha sido capaz de distribuir solidariamente. Primero expandiendo el centro, para que beneficie a mayor número de propietarios, que verán aumentar el valor de sus inversiones, haciéndolo además más cómodo por menos masificado y reinvirtiendo lo que el centro produce en el resto de la ciudad, en limpieza, seguridad, aparcamientos, jardines, etc.
MÁLAGA tiene un descuido alarmante en materia de medioambiente. La política de parque y jardines es inexistente; el solar de los depósitos de Repsol una verdadera pena, en una parte de la ciudad con una densidad de población exagerada. La movilidad, el apoyo a la bicicleta, es ridículo. Hace pocas semanas Sevilla alcanzaba los primeros puestos en calificación turística internacional, destacándose especialmente por el impulso al transporte en bicicleta y, es cierto, la bicicleta hace muy amable la ciudad; en Málaga, su uso es una odisea, lo que se ha hecho en carriles es pura decoración, pero lo peor es el propio servicio de alquiler, verdaderamente deficiente.
LA inversión en repoblación forestal en el perímetro de la ciudad es inexistente, no se ha abordado, pese a lo gastado en expropiaciones y estar contemplada en el PGOU. La falta de suelo industrial, el deterioro de los polígonos, no se aborda, al margen de la incertidumbre sobre las cargas urbanísticas de los que pretenden desarrollar suelos.
LAS dificultades que se ponen a las inversiones de otras instituciones en la ciudad, que el alcalde ha utilizado habitualmente para la lucha política, lo retrata magistralmente el Metro; las obras han sido retrasadas durante años, la incomodidad nos afecta a todos por intervenir vías principales, ahora en especial a los vecinos de la zona de El Corte Inglés y la Alameda Principal; la imprescindible línea Norte, a la zona de Eugenio Gross y Ciudad Jardín, pese a estar acordada se boicotea.
ESTOS simples ejemplos de lo que debería ser y no es, malamente serán solucionados con diligencia por los equipos que llevan dirigiendo el Ayuntamiento durante los últimos veinte años, para empezar no lo reconocerán porque son los responsables principales.
- Y sin embrago a todos nos gusta nuestra ciudad.
- ASÍ es, pero no debemos olvidar que puede ser mucho mejor, más solidaria, más compartida, más amable, más nuestra.
TE dejo que ¡llueve!
PUEDE ver aquí anteriores artículos de Manuel Camas Jimena:
-01/02/18 La reforma de la Constitución
-20/10/17 Charlas con nadie, en octubre de 2017