“La postura del alcalde es irresponsable, porque no ha hecho nada por crear las infraestructuras necesarias para que exista carril bici; y radical, porque no ha buscado alternativa alguna, más que echarnos al asfalto y sostener que los vehículos irán en algunas vías a 30 km/h”
OPINIÓN. Charlas con nadie
Por Manuel Camas. Abogado09/02/21. Opinión. El prestigioso abogado Manuel Camas escribe en su colaboración de hoy para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el carril para bicis y coches: “El problema de la carretera no es solamente los vehículos que circulan por ella, es que un simple error del ciclista puede fácilmente acarrear un accidente mortal, por no hablar de baches en el asfalto o los simples...
...alcorques de pluviales que pueden fácilmente hacerte caer y si caes lo normal es ser atropellado”.
La bicicleta
Desde septiembre de 2017 utilizo la bicicleta para desplazarme al trabajo.
Tomé la decisión pensando en que favorecía el medioambiente, evitaba emisiones contaminantes, también ruido, a la vez que servía para introducir en mi cotidianidad el ejercicio; así que compré por doscientos euros, en El Corte Inglés, ese mes de agosto, mi bicicleta de paseo, con seis velocidades, su cesta, sus alforjas, luces con dinamo, nada de pilas.
Desde entonces, casi a diario, hago al menos dos trayectos de algo más de seis kilómetros, desde El Palo al centro de la ciudad y vuelta. La bicicleta ha entrado a formar parte del decorado de mi despacho.
Mi trayecto buscaba circular por espacios seguros respecto del tráfico rodado y no molestar, parte de él transcurría por la acera del Paseo Marítimo, el escasísimo carril bici desde los baños del Carmen, las aceras de calle Bolivia, para subir por Pedregalejos y cruzar el río hacia El Palo.
Al llegar a la altura del Miramar entraba por las calles de la Malagueta, Plaza de Toros, y por detrás del Ayuntamiento subía por Cister.
Las horas en las que uso la bicicleta esos espacios no están nada frecuentados, al contario que la carretera para la que es hora punta (pandemia aparte).
En estos años no he temido ningún incidente, ni he visto ningún incidente, algún sobresalto eso sí, aunque los más que recuerdo han sido provocados por personas haciendo deporte, corriendo. Ciertamente hay algún ciclista irresponsable que no pasea, sino que va a una velocidad claramente inapropiada, casi todos ellos porque llevan motor, al igual que ocurre casi sistemáticamente con los patinetes.
Sin embargo, la bicicleta resulta molesta a los peatones que, conforme nos hacemos mayores le tenemos miedo al solo hecho de que pasen por la acera, por ancha que sea, por despacio que vaya.
Según la web del propio Ayuntamiento:
<Málaga es una ciudad potencialmente favorable para la bicicleta, una parte significativa de su superficie es prácticamente llana o presenta pocas pendientes y cuenta con una climatología excelente con un índice de días de lluvias muy bajo.
No obstante, para conseguir que la bicicleta sea competitiva frente a otros tipos de transporte es necesario contar con una serie de infraestructuras ciclistas que comprenden una red de carriles exclusivos y seguros, zonas de aparcamiento, un eficaz sistema de préstamo de bicicletas que facilite y acerque estos vehículos al ciudadano y un marco normativo que regule su uso.>
La verdad es que el Ayuntamiento, pese a lo dicho en su web y pese a que suscribió un Acuerdo Marco, hace más de seis años, el 22 de enero de 2015, con la Consejería de Fomento y Vivienda, cuyo objetivo es fomentar la movilidad en bicicleta y su integración en la movilidad urbana de la ciudad, ha hecho muy poco para crear las infraestructuras necesarias para que la bicicleta pueda implantarse.
Realmente su política ha consistido básicamente en permitir el uso compartido de las zonas peatonales, por la vía de hecho y a veces de derecho, como ocurría hasta ahora en el Paseo Marítimo.
No obstante, ahora se ha decidido cambiar de manera radical de modelo, imagino por la presión que genera la proliferación de vehículos con motor (patinetes, bicicletas con motor, etc.) tan distintos de la tradicional bici.
La radicalidad ha sido pasar de que el espacio de convivencia fuese entre peatón y bicicleta, a optar porque la bicicleta conviva con coches y motos, sobre el asfalto. La pérdida de seguridad desde luego es disparatada y nada proporcional.
Su actitud como decía es ciertamente desmesurada, radical y lamento decirlo ridícula.
Siguiendo con el ejemplo del Paseo Marítimo, pretende que en una vía donde es raro el vehículo que respeta la velocidad a 50 km/h, circulen ahora por uno de sus carriles, pudiendo cambiar además de uno a otro, a menos de 30 km/h.
Probablemente se harán campañas de control de velocidad, que no serán continuas. Invito a cualquier conductor a circular a 30 Km/h por el carril derecho del Paseo Marítimo, no es agradable, se lo aseguro.
Pese a que hay poco tráfico como consecuencia de la pandemia, no es nada seguro circular en bicicleta por la carretera, ser adelantado por camiones, autobuses, vehículos a alta velocidad o algunas motos que no respetan distancia alguna.
El problema de la carretera no es solamente los vehículos que circulan por ella, es que un simple error del ciclista puede fácilmente acarrear un accidente mortal, por no hablar de baches en el asfalto o los simples alcorques de pluviales que pueden fácilmente hacerte caer y si caes lo normal es ser atropellado.
La postura del alcalde es irresponsable, porque no ha hecho nada por crear las infraestructuras necesarias para que exista carril bici; y radical, porque no ha buscado alternativa alguna, más que echarnos al asfalto y sostener que los vehículos irán en algunas vías a 30 km/h.
En el Paseo Marítimo todos sabemos que la acera de enfrente al mar está desértica, por ejemplo, que a la hora de ir a trabajar el número de peatones no es el mismo que los fines de semana cuando se pasea.
Sería más sencillo aplicar el esfuerzo policial en controlar un buen uso de las bicicletas que el de la totalidad del tráfico, establecer reglas diferentes para los vehículos que añaden motor, como patinetes y algunas bicicletas.
Tanto el sábado como el domingo pasados, entorno al mediodía, he contado al menos seis policías locales en el tan repetido Paseo, multando ciclistas.
El alcalde con estas decisiones perjudica gravemente la imagen de la ciudad, ocultan una mala gestión, están faltas de realismo y exponen la vida de muchas personas, es una irresponsabilidad.
Los ejemplos del ridículo llenan los periódicos, el carril bici que iba a construirse por la zona del propio Ayuntamiento no se hará, porque no podría enlazarse con la Alameda Principal, por ser peatonal… Es necesario aclarar que niñas y niños, menos mal, sí pueden ir en bici por las aceras, porque se explica que esas bicicletas son juguetes, pero no pueden ir acompañados por sus padres en bicicleta que en ese caso todos al asfalto.
Es para sonrojarse, al final se ha optado por eliminar incomodidades peatonales ciertas, ocasionadas por falta de planificación e inversión, pero que no pasan del nivel de incomodidad, una incomodidad que podía ser aliviada con control policial, algo de previsión en horarios, zonas, y una normativa para los que usan motor; se ha preferido echar las bicicletas al asfalto y con ello cambiar incomodidad por inseguridad, una decisión muy irresponsable.
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