“Todo va a cambiar y es nuestra responsabilidad que haya instrumentos de solidaridad que eviten que los cambios, en esencia mejores para el ser humano, no acaben con la libertad y la paz que ha generado el estado del bienestar

OPINIÓN. Charlas con nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

27/04/21.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el coronavirus y sus consecuencias: “Como ocurre cuando nos cae una tromba de agua, como bien conocemos en Málaga, de repente aparece el sol y vemos los efectos del desastre; eso corresponde hacer ahora con los efectos de la tromba vírica que...

...ha caído sobre nuestras vidas, ver sus consecuencias en nuestras relaciones, la economía, la tecnología, los hábitos y tantas otras cosas afectadas”.

Todo

Una semana difícil la que acabamos de superar, en otras circunstancias una semana de Feria de abril, pero lo cierto es que Sevilla estaba con restricciones más severas que las de Málaga, con cierre de comercio y hostelería a las ocho de la tarde y las calles casi vacías, aunque la oportunidad de pasearla en esas circunstancias es un lujo que compensa tener que trasladarse por trabajo en esta situación.


Había algo de animación al mediodía, pero los rastros de su maravillosa Feria eran menos que testimoniales, unos farolillos detrás del Ayuntamiento y en la Plaza de El Salvador, poco más a los ojos del visitante.

Ni tan siquiera el olor de azahar que tanto unen a Málaga, Córdoba y Sevilla ha sido intenso en esta semana lluviosa.

Sin embargo, se respira en el ambiente la esperanza de que superamos este bache profundo de la pandemia y se transmite que esta va a ser la última Semana Santa perdida, la última Feria perdida, los coletazos de un estado de alarma que ojalá no sea necesario en muchos años repetir.

Que el número de dosis de vacunas disponibles aumente rápidamente y que en consecuencia podamos vacunarnos cada vez más población obra el milagro de la esperanza y la recuperación.

Como ocurre cuando nos cae una tromba de agua, como bien conocemos en Málaga, de repente aparece el sol y vemos los efectos del desastre; eso corresponde hacer ahora con los efectos de la tromba vírica que ha caído sobre nuestras vidas, ver sus consecuencias en nuestras relaciones, la economía, la tecnología, los hábitos y tantas otras cosas afectadas.

La esperanza de que superamos el bache no oculta la incertidumbre sobre cuáles van a ser sus consecuencias, creo que existe una certeza en el subconsciente colectivo de que en todo caso serán consecuencias profundas.

De manera directa la pandemia ha supuesto un acelerón para la medicina que, en las vacunas basadas en ARNm, ha desarrollado rápidamente una tecnología que abre puertas para su uso en otras muchas enfermedades incluido el cáncer.

En el teletrabajo, sobre todo en el uso intenso de la tecnología de comunicación en línea, nos ha dejado una alternativa a viajes y reuniones que sin duda alguna se mantendrá, como las características de los centros de trabajo, ventilación, distancia, etc.

Pero mencionado lo obvio creo que empezamos a ser conscientes de que bajo el disfraz de la normalidad recuperada nada volverá a ser igual, porque se han desencadenado fuerzas enormes para mover el Mundo que aceleran los procesos que subyacían ya en nuestra realidad globalizada.

Es como si se hubiese levantado la interdicción de soñar, repentinamente podemos imaginar un mundo mejor gracias a la ciencia y las tecnologías aplicadas desde parámetros de sostenibilidad, respeto medioambiental, economía circular, energías renovables.

Podemos soñar con todo, un mundo más amable, con menos ruido, sin contaminación, con mejores hábitos de consumo alimenticio, con huellas de carbono leves, en el que la alianza con las máquinas, la inteligencia artificial, los robots nos hagan la vida más cómoda.

Los peligros de ese todo imaginado, que se puede casi tocar, también son evidentes, el poder se transforma y cambia de forma y de lugar, como la energía, podríamos decir que el poder no se destruye, se transforma y como ocurre con la materia se resiste a la transformación; en la Historia de la Humanidad esas resistencias han generado a veces enormes catástrofes, será un inmenso reto gobernarlas, será un reto global.

En el ámbito de la economía cotidiana, la disrupción que provoca la tecnológica en nuestra economía está cambiándolo todo y el proceso se acelera, que se lo digan a la banca, o mucho antes a los medios de comunicación.

Ese proceso disruptivo de la tecnología, que aplica inteligencia, es diferente de procesos no inteligentes anteriores. No necesariamente la necesidad de emplear el trabajo de las personas tiene que mantenerse, ese axioma de que se creará un trabajo distinto me parece cuanto menos muy discutible.

Por eso, si queremos preservar la paz y la libertad es imperativo que pensemos en la solidaridad.

Es visible que en eso empiezan a alinearse el pensamiento y los poderes, la renta vital básica ya no es un anatema, una fiscalidad internacional armonizada empieza a oírse como propuesta liderada por Estados Unidos, nada menos USA en busca de una mayor solidaridad fiscal.

Y es que la crueldad de la insolidaridad fiscal resulta apabullante:

Según publicaba el 31 de marzo El Periódico:

<Amazon registró en 2020 unos ingresos brutos totales de sus actividades en España de 5.400 millones de euros… El gigante del comercio electrónico también ha desvelado que su contribución total a las arcas del Estado fue de más de 261 millones de euros el pasado ejercicio. Así, pagó en concepto de impuestos directos totales (donde incluyen el Impuesto de Sociedades, los impuestos pagados por la adquisición de terrenos o construcción de instalaciones, los impuestos sobre las nóminas y la seguridad social pagados por Amazon y las tasas de aduana) 140 millones de euros y más de 121 millones de euros indirectos recaudados (incluyen el IVA y las retenciones de impuestos pagados por nuestros empleados).>

Netflix, según publicaba Business Insider en noviembre,  <cuenta en España con más de 4,1 millones de suscriptores, según datos de la consultora Digital TV Research recogidos por Expansión, tan solo declaró en sus cuentas de la sociedad española Los Gatos Servicios de Transmisión de 2019 unos ingresos de 18,8 millones de euros y un beneficio neto de 924.627 euros, con lo que pagó 294.441 euros de impuesto de sociedades, según datos del Registro Mercantil detallados por Cinco Días. En 2018, Netflix pagó en España los mismos impuestos que un trabajador que cobre 24.000 euros.>


Netflix comenzará a cobrar las suscripciones de sus abonados españoles a través de su filial en el país a partir de enero de 2021 en lugar de a través de la matriz holandesa, como venía haciéndolo desde que llegó al mercado español en 2015, según han confirmado fuentes de la plataforma de cine y series Cinco Días.

La decisión de Netflix sobre sus pagos en España se produce apenas unos meses antes de que entre en vigor la llamada 'Tasa Google'.


Todo va a cambiar y es nuestra responsabilidad que haya instrumentos de solidaridad que eviten que los cambios, en esencia mejores para el ser humano, no acaben con la libertad y la paz que ha generado el estado del bienestar.

Para eso es necesario dialogar en todos los ámbitos, esta semana hemos comprobado que no nos equivocábamos con algunos con los que no es posible ni tan siquiera hablar.

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