“Se lee para disfrutar, es estúpida esa costumbre de que si comienzas un libro hay que acabarlo por narices, igual que no es necesario comerse todo lo que hay en el plato”

OPINIÓN. Charlas con Nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

05/07/22.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre lecturas veraniegas: “Cuando se localiza a alguien que sintoniza con tus aficiones de lectura, con tus gustos, tus inquietudes, realmente encuentras un tesoro, te ahorra mucho  esfuerzo porque te desbroza el camino y te lleva a elegir obras que verdaderamente...

...sabes te harán disfrutar”.

Lecturas

En cualquier momento es fácil encontrar recomendaciones de lectura, pero hay dos épocas en el año donde resulta imposible evitarlas: la primera, por supuesto, la Navidad, cuando la recomendación se confunde con la publicidad y es difícil no percibir que, ante todo, se trata de la invitación a regalar, pero además de hito comercial, como las navidades señalan el fin del año, las propuestas incluyen las novedades del próximo y también el recuerdo de cuáles han sido los libros señalados como los más vendidos, los best sellers se enumeran, miden, catalogan; la otra época del año que está inevitablemente unida a la lectura es precisamente en la que nos adentramos, el verano, cuando se supone que gozaremos de tiempo para poder leer.


Cada semana, cada mes, en las páginas culturales de los periódicos podemos ir leyendo reseñas, algunas tan bien escritas que casi has leído la obra, en todo caso te permiten saber de qué van muchos libros que no vamos a leer

<Libros para el verano: 80 novedades recomendadas para estas vacaciones BABELIA, El tiempo libre y la relajación invitan a leer. De la narrativa al ensayo, pasando por la historia, el cómic y la poesía, los expertos de ‘Babelia’ proponen decenas de títulos para aliviar los calores de estas fechas>.

Recomendar casi un centenar de libros te acerca a la frustración. No es Babelia la mejor revista de lecturas, a veces excesivamente exigida de intelectualidad u originalidad, aunque sí es una revista que te permite conocer bien el contenido de la actualidad editorial con estupendas reseñas.

Pero igualmente es muy recomendable visitar La Lectura en El Mundo, Cultura/s en La Vanguardia, el muy buen suplemento ABC Cultural, etc.

El diario más leído de España, sin embargo, no tiene suplemento cultural, que yo sepa, aunque el deporte también es cultura, probablemente en alguna página de Marca acabemos encontrando alguna recomendación de libros para el verano.

Aunque la lectura en muchos aspectos tiene carácter universal, en el sentido de que normalmente las buenas obras gustan a la mayoría, es cierto que cada uno tenemos nuestros gustos de lectura y, entre tanto publicado, es difícil encontrar lo que realmente deseamos elegir, así que muchas veces es el azar o el escaparate de la librería los que finalmente acaban aconsejándonos.

Por eso, cuando se localiza a alguien que sintoniza con tus aficiones de lectura, con tus gustos, tus inquietudes, realmente encuentras un tesoro, te ahorra mucho  esfuerzo porque te desbroza el camino y te lleva a elegir obras que verdaderamente sabes te harán disfrutar.


No es fácil encontrar a esas personas. Una de ellas, muy vinculada a esta Revista El Observador, lector empedernido, lector por placer, me dio uno de los mejores consejos que me han dado al respecto de la lectura, creo que ya antes lo he compartido aquí: se lee para disfrutar, es estúpida esa costumbre de que si comienzas un libro hay que acabarlo por narices, igual que no es necesario comerse todo lo que hay en el plato, como a muchos nos educaron, si un libro no te gusta lo mejor que puedes hacer es abandonarlo y abrir otro.

Soy consciente de la osadía que es hacer recomendaciones de lectura, pese a que más osado aún pueda ser atreverse a escribir semanalmente una charla con uno mismo de la que lo único bueno seguramente es Nadie. Tengo un amigo que los martes me dice que tiene mucho mérito escribir semanalmente, pero es demérito, es haber perdido la vergüenza, aunque también es cierto que sufres sensación de vértigo cuando te sientas ante el ordenador sin saber qué decir, eso sí, es un consuelo pensar que tampoco hay quien espere el artículo, bueno sí hay alguien, la redacción.

Me dice Nadie que no caiga en la tentación de recomendar libros y tiene razón, por esta vez le haré caso, así que hemos pactado que no recomendaremos sino que diremos los que tenemos pendientes de leer, haciendo entender que nada tenemos que ver en su elección, se trata de libros recomendados por terceros, o por revistas o suplementos, así que de manera expresa nos eximimos de toda responsabilidad.

Puedo contar pues que me queda que leer alguna de las treinta y seis entrevistas a científicos y humanistas que reflexionan en torno a la inteligencia, la conciencia, la energía, la materia, la filosofía, la física cuántica, el universo primordial y el nanocosmos, la inteligencia artificial, los bits cuánticos, la COVID-19, etc. Están recogidas en un libro titulado <DE NEURONAS A GALAXIAS. ¿Es el universo un holograma?> de Adolfo Plasencia, editado por PUV, Universidad de Valencia, en gran parte incomprensible para mí, pero me gusta la sensación de que voy a descubrir en sus paginas una explicación mágica clarificadora del futuro.

Una amiga me regaló <Cualquier tiempo pasado fue anterior>, de Nieves Concostrina (La esfera de los libros) que, con mucha ironía y humor, la escucho en la radio, repasa episodios históricos desde otra perspectiva. Con este espero sonreír, que es además la intención de quien me lo regaló.

Tenemos, Nadie y yo, igualmente pendiente de leer <La anomalía> de Hervé Le Tellier, editado por Seix Barral, creo que me lo recomendó el azar, en Proteo, y esa vez tuve suerte al parecer, lo he prestado dos veces antes de poder leerlo, a dos personas excepcionales como lo son todos los que se demuestran capaces de devolver un libro prestado. Ambas personas han hecho una muy buena critica del libro.

Pendiente igualmente de leer <Aquellos días del Sáhara 1973-1975>, (Ediciones del Azar) de Pascual Ortuño, el magistrado que, ya retirado, novela sus recuerdos de aquella época en aquel lugar, después del éxito de su obra <Justicia sin jueces> (Ariel 2018), lo adquirí en la presentación del libro por el propio autor, también en Proteo.

Igualmente pendiente, <Una historia ridícula> de Luis Landero (Tusquets); con este libro me atranqué en mis lecturas, no por él, sino por el trabajo y los viajes, que antes servían para leer, pero ahora, inexcusablemente, el trayecto también es un tiempo que se utiliza para trabajar, culpa de los milagros de la tecnología.

Tengo igualmente atrasos con mi Revista CLAVES de Razón Práctica, varios números de lecturas atrasadas, el último dedicado al dinero; otros tantos ejemplares de Andalucía Económica, donde busco ser consciente de la realidad de mi tierra en ese aspecto, o <La economía del bien común>, del premio nobel de economía Jean Tirole que se pregunta ¿Qué ha sido de la búsqueda del bien común? ¿En qué medida la economía puede contribuir a su realización? (Taurus).

Qué ganas de vacaciones, pero aún hay que transitar por el duro mes de julio.

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