No se ven las cosas igual en un país que en otro, en Europa o en África, a un lado o al otro de la playa del Tarajal, en el Este o en el Oeste, en el Atlántico o en el Pacífico, al Norte o al Sur del Mediterráneo, de América o de Europa”

OPINIÓN. Charlas con Nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

17/01/23.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la perspectiva: “Andaba hablando con Nadie sobre puntos de vista, sobre cómo cambian la conclusión sobre unos mismos hechos a partir de tus ideas previas, tu ideología, tus simpatías, incluso aunque hagas un esfuerzo de objetividad o intentes verlo desde...

...donde el otro mira, con dos subjetividades, la de él o la de ella y la tuya propia”.

Perspectiva

Andaba hablando con Nadie sobre puntos de vista, sobre cómo cambian la conclusión sobre unos mismos hechos a partir de tus ideas previas, tu ideología, tus simpatías, incluso aunque hagas un esfuerzo de objetividad o intentes verlo desde donde el otro mira, con dos subjetividades, la de él o la de ella y la tuya propia.


Ya saben, Nadie y ustedes, mi debilidad por acudir al Diccionario de la Real Academia Española para intentar dar precisión al lenguaje, a partir de la lengua a las ideas para, a su vez, con esa precisión, aumentar en lo posible la limpieza del razonamiento, hacerlo aunque sea modestamente más ajustado, fiel a la norma común para intentar conseguir entendernos, al final quizás no sea más que deformación de los que nos dedicamos al derecho, me parece presuntuoso calificarse de jurista, pero lo cierto es que no dejamos de trabajar con palabras, aunque las palabras también tienen perspectivas desde donde oírlas o leerlas.

Sorprende la riqueza de significados que acumula la palabra perspectiva. Proviene del latín tardío perspectivus, que deriva del latín perspicere que significaba mirar a través de, observar atentamente.

Sus significados actuales se dividen en dos grupos: los que tienen que ver con la representación gráfica que intenta reproducir en una superficie plana la profundidad del espacio y la imagen tridimensional con que aparecen las formas a la vista, al fin y al cabo, engañándonos, porque la perspectiva nos hace ver tres dimensiones donde solamente hay dos; otro conjunto de significados tiene que ver más con nuestra conducta en sociedad y en cómo vemos o interpretamos las cosas que nos ocurren.

También sucede con los hechos y con las ideas, ciertas perspectivas pueden darnos una apariencia o representación engañosa y falaz de las cosas, claro que sí.

Pero podemos poner distancia para ver las cosas con perspectiva, observar el panorama desde un punto determinado, especialmente cuando está lejano, puede darnos una visión de conjunto.


El diccionario también define perspectiva como la visión, considerada en principio más ajustada a la realidad, que viene favorecida por la observación ya distante, espacial o temporalmente, de cualquier hecho o fenómeno.

Hasta los académicos de la lengua se muestran prudentes en su definición y la matizan, puede ser, en principio más ajustada, pero cualquiera sabe.

Es interesante pensar en las dos perspectivas que esa definición señala, la espacial y la temporal.

No se ven las cosas igual en un país que en otro, en Europa o en África, a un lado o al otro de la playa del Tarajal, en el Este o en el Oeste, en el Atlántico o en el Pacífico, al Norte o al Sur del Mediterráneo, de América o de Europa.

Por eso nos interesa lo que pueda decir la prensa extranjera de nosotros, y algunas veces resultan que sus argumentos los revestimos de autoridad, precisamente porque damos importancia a la perspectiva, pese a que en la lejanía con la que nos observan probablemente pierdan matices esenciales, qué difícil equilibrio. Algo parecido nos ocurre con el Derecho comparado, buscamos en la legislación de otros países visiones distintas que mejoren nuestra forma de aproximarnos a nuestros propios problemas.

Pero lo cierto Nadie es que empecé estas líneas pensando sobre todo en la perspectiva temporal y lo distinto que debe parecer el Mundo que yo creo que es, visto desde ayer, como inevitablemente lo ven los mayores, o vislumbrándolo desde el mañana, como obligatoriamente lo miran los jóvenes.

A medio camino estamos los no tan mayores o los no tan jóvenes, que debíamos tener ambas perspectivas, pero que intoxicados de presente como estamos, quizás no tengamos ni la una ni la otra.

Por eso a veces utilizamos la frase <visto con ojos de hoy>, una advertencia  que, en si misma, ya nos dice lo lejos que estaremos de entender bien, pero lo cierto es que no tenemos más que los ojos de hoy para mirar y lo único que podemos añadir, como los programas que tratan imágenes, son filtros y más filtros para intentar entender el blanco y negro del pasado, filtros hechos en el presente irremediablemente. Pronto, sin darnos cuenta, también seremos blanco y negro para los que vienen detrás. Incluso el tecnicolor ahora nos parece acartonado siendo la revolución que fue en los años 30 del siglo pasado.

Basta querer explicar a tus hijos cómo era tu vida en la niñez para darte cuenta de que es imposible trasladarles tus sensaciones, emociones, olores, gustos, sentido del tiempo, expectativas, ilusiones, relaciones con tus padres, situación económica.

El jueves circulaba junto a un Renault 12 por la autovía volviendo de Sevilla, cuando era niño se trataba de un estupendo coche, visto desde ahora, un coche antiguo, parecía un vehículo débil, daba miedo verlo circular con cierta velocidad, aunque gustase mirarlo.

Estas reflexiones también nos sirven para cuando hablamos de perspectiva de género, qué importante intentar ver la realidad como es para la otra mitad de la Humanidad, sabiendo como sabemos que ha sido, y por eso sigue siendo, aunque en otra medida, maltratada por el machismo que nos mancha como un pecado original.

Y qué hacemos si tan impedidos estamos de entendernos con el pasado, de vislumbrar el futuro, quizás por eso tengamos que quedarnos con la acepción de la palabra perspectiva que menos nos gusta y conformarnos sabiendo que solo vemos una apariencia o representación engañosa de las cosas.

Es parecido a lo ocurre con los mapas, si no tuvieran escala serían tan grandes como la realidad que representan, para entender de verdad otras vidas habría que haberlas vivido, tengamos al menos la bondad de considerarlo cuando nos cueste entenderlo.

Por todo lo dicho, qué difícil es juzgar, qué meritorio quién lo hace bien, incluso quién lo intenta hacer honestamente, aunque no lo consiga, no basta para eso el derecho, no nos engañemos, hay que despojarse de muchos condicionantes si se quiere ser justo.

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