“Las circunstancias exigen negociar para obtener una mayoría que permita gobernar este país. El rechazo de casi todos los partidos a la alianza del PP y VOX supone que la negociación se mantenga entre fuerzas políticas muy diferentes

OPINIÓN. Charlas con Nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

10/10/23.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la necesidad de llegar a acuerdos: “que los políticos no sepan llegar a acuerdos tras unas elecciones, que nos aboquen a una repetición electoral sería un fracaso, de ahí el título de este artículo que me dicta mi contertulio Nadie, necesidad. Existe necesidad de llegar a acuerdos...

...partiendo del resultado electoral decidido por el conjunto de los españoles que quisieron votar, el 70,4% del censo”.

Necesidad

Los militantes del Partido Popular difunden insistentemente que once millones de votos legitiman a Feijóo para ser presidente del Gobierno y que si la aritmética parlamentaria no lo permite deberían repetirse las elecciones.


La afirmación parte de una falsedad, el Partido Popular no ha obtenido once millones de votos, sino 8.091.840, un 33,05%, el Partido Socialista un 31,70%, 7.760.970 votos, 330.870 votos menos.

La distancia con el resto es abismal, prácticamente empatados VOX (3.033.744, 12,39%) y SUMAR (3.014.006, 12,31%), a muchos votos ERC (462.883, 1.89 %) JUNTS (392.634, 1.6 %) BILDU (333.362, 1.36 %) PNV (275.782, 1.12 %) BNG (152.327, 0.62 %) Colación Canaria (114.718, 0.46 %) y UPN (114.718, 0.46 %).

Los famosos once millones de votos del Partido Popular surgen de apropiarse, sin matizarlo, de los tres millones obtenidos por VOX.

Resulta, no obstante, que al otro lado de esos once millones se colocan bastante más de doce millones de votos, con toda rotundidad, además representan un número mayor de escaños en el Congreso, muchos lo hacen en oposición a lo que supone VOX para nuestro país y a su enorme influencia sobre el Partido Popular.

Por otra parte, que los políticos no sepan llegar a acuerdos tras unas elecciones, que nos aboquen a una repetición electoral sería un fracaso, de ahí el título de este artículo que me dicta mi contertulio Nadie, necesidad.

Existe necesidad de llegar a acuerdos partiendo del resultado electoral decidido por el conjunto de los españoles que quisieron votar, el 70,4% del censo.

A la palabra necesidad la completan dos expresiones muy castellanas, obedecer a la necesidad, hacer de la necesidad virtud.

Obedecer a la necesidad es obrar como exigen las circunstancias (RAE), y las circunstancias exigen negociar para obtener una mayoría que permita gobernar este país. El rechazo de casi todos los partidos a la alianza del PP y VOX supone que la negociación se mantenga entre fuerzas políticas muy diferentes, pero representan un millón de personas más.

Si existe la necesidad de llegar a acuerdos, debemos hacer que esa necesidad se convierta en virtud.

Salvador Illa este fin de semana nos ha dejado importantes pistas sobre las intenciones, sobre cómo se trabaja para hacer de la necesidad virtud; en la entrevista que concede a El País manifiesta que no se pide a nadie que renuncie a sus ideas políticas, a los independentistas se les pide que reconozcan la pluralidad de Cataluña, pero la negociación debe concluir en un texto anclado en la Constitución, buscar políticas generadoras de convivencia, ayudar a restaurar la concordia.

Carlos E. Cué, también en El País del domingo, califica el procés como la mayor crisis política que ha vivido España en su historia reciente, el relato sobre qué ha sido el procés es el quid de la posible negociación con los independentistas, aunque esa tampoco es la única negociación, ni mucho menos, no solo se negocia con independentistas catalanes.


El acuerdo con ello sin embargo debe incluir alguna garantía de que no habrá una nueva apuesta por la unilateralidad, el acuerdo no puede discutir las sentencias judiciales, ni puede ser una enmienda al trabajo de los jueces. La base debe ser reconocer que el procés fue un gran fracaso colectivo, una fractura política que hay que reparar para restaurar la concordia, como dice Illa.

Marqués Perales escribe para los diarios del Grupo Joly que la solución de medio plazo, la que serviría para otros 30 años de tranquilidad, exige de un compromiso de aceptación de la otra parte, un reconocimiento a España, a su Constitución, a su Gobierno y a su Jefatura del Estado, opina que sin esa transacción la amnistía sólo será un trágala a España para salvar cuatro años.

José Asenjo en los mismos diarios dice que el PSOE se juega algo más que una investidura en todo esto y espera que lleguen a un acuerdo que, sobre todo, pueda ser asumido por la mayoría social de nuestro país.

El domingo se celebraba una manifestación contra una amnistía de la que no se sabe su contenido, Feijóo ya la ha calificado de “cacicada impropia” y de decisión “reaccionaria”, y Ayuso ha acusado a Sánchez de actuar de forma “tirana” por siete votos para cambiar el “destino de una nación”.

Y la mayoría, con precaución, afortunadamente habla de concordia.

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