“Desde 2002 a 2011 el PIB per cápita andaluz estuvo por encima del 75% de la media nacional, en 2005 llegó al 77,6%, en el 2022 y 2023 se mantiene en el 74,9%”
OPINIÓN. Charlas con Nadie
Por Manuel Camas. Abogado
02/04/24. Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la economía andaluza: “Andalucía es la última en PIB per cápita de España por tercer año consecutivo, ser la penúltima o la antepenúltima tampoco sería un gran consuelo. Pese a ello hay que decir que la economía ha crecido, pero crece menos que...
...en otros lugares, la paradoja es que estamos mejor que antes, pero más lejos de la media española, estamos peor en la comparación”.
Proyectar
Andalucía es la última en PIB per cápita de España por tercer año consecutivo, ser la penúltima o la antepenúltima tampoco sería un gran consuelo. Pese a ello hay que decir que la economía ha crecido, pero crece menos que en otros lugares, la paradoja es que estamos mejor que antes, pero más lejos de la media española, estamos peor en la comparación.
Desde 2002 a 2011 el PIB per cápita andaluz estuvo por encima del 75% de la media nacional, en 2005 llegó al 77,6%, en el 2022 y 2023 se mantiene en el 74,9%. La burbuja inmobiliaria nos hizo crecer más, la crisis nos hizo caer más, nuestra recuperación tras la pandemia también es peor que la del resto.
Además la sequía en parte es motivo de nuestro bajo crecimiento, el año que viene, si lloviese, alguien se apresurará a presumir de la mejora de nuestro producto interior bruto, habrá ocurrido sin planificación, sin estrategia, será agua caída del cielo, ojalá caiga.
Las explicaciones de nuestra situación pueden venir de muy lejos en la historia, la diferente velocidad de la reconquista, muy lenta en la mitad Norte peninsular respecto de Andalucía, hizo que se entregasen enormes extensiones de territorio en el Sur a los nobles y las órdenes religiosas militares, a diferencia de lo que había ocurrido en Castilla y Cataluña, la concentración del poder económico y político, por la que unas élites impiden a grandes sectores de la sociedad tener un papel activo en la economía, es un escollo para el desarrollo, somos por eso fruto de una colonización imperfecta, que generó una oligarquía que a su vez creó las condiciones de una sociedad desigual. La explicación nos la ofrecen los profesores de la Universidad Pablo Olavide, Daniel Oto-Peralías y Diego Romero-Ávila, que siguen los trabajos de Acemoglu y Robinson sobre por qué fracasan los países.
Bien, conocemos las causas, deberíamos tener un plan para que eso no se mantenga por siempre jamás. Andalucía tiene un poder político democrático que le permitiría cambiar las bases de esa anciana realidad, que debería poder incidir en los elementos negativos, en los factores que nos retrasan, que podría concentrar esfuerzos en lo que acelere cambios profundos, que modifique ese determinismo histórico en el que parece que se nos quiere colocar, que incluso asumimos y que tanto daño nos hace. El propio PP abunda en los tópicos y nos lanzaba el mensaje, el mismo Día de Andalucía, de que gracias a ellos Andalucía ha abandonado el conformismo, de eso a decir que vienen a transformar al andaluz indolente, poco trabajador y amante de la fiesta no hay distancia, el Gobierno andaluz admitiendo nuestros tópicos más oscuros. José Ortega y Gasset, estudiante en el Colegio jesuita de las playas de El Palo entre 1891 y 1897, en su Teoría de Andalucía (dos artículos publicados en el madrileño Diario El Sol en el año 1927), calificó la actitud vital de los andaluces como hedonista, perezosa y holgazana, decía: <En vez de aumentar el haber, disminuye el debe; en vez de esforzarse para vivir, vive para no esforzarse, hace de la evitación del esfuerzo principio de su existencia.> Al niño Ortega no debieron ponerlo a sacar las redes del copo o a varear aceitunas. La verdad que leyendo esta mañana de domingo lluvioso el ensayo de Ortega y Gasset no puedo evitar tacharlo de frívolo; Nadie se apresura a regañarme: sí, Nadie, asumo que no soy quién, pero me sale de la misma alma decirlo.
Andalucía necesita un proyecto, tener un plan, una estrategia y los medios para su ejecución, como ciudadanos exijamos a los responsables políticos que lo tengan y lo expliquen, como ciudadanos pidamos a nuestra sociedad civil que colabore, lo reclame, contribuya a definirlo y también lo impulse desde nuestros distintos ámbitos de actuación, universidades, empresas, trabajadores, sindicatos, profesionales.
Lo contrario de proyectar es improvisar, que según el Diccionario es hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación. Tengo la sensación, compartida con muchos, de que nos movemos entre la improvisación y la mera coyuntura, lo circunstancial, lo ocasional.
Hoy, que llueve, por qué no decidimos comenzar a trabajar en un proyecto, en una estrategia para Andalucía, una estrategia que evite que permanezcamos lejos del resto, tenemos cultura, identidad, autogobierno, población, territorio, formación, capacidad, de nuestra iniciativa depende principalmente.
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