“Amoral, mala persona, da igual lo que haga, esos calificativos cerrarán cualquier conversación. Y si la obamafobia la causó la crítica del presidente Obama a Wall Street, la pedrofobia tiene muchos padres y madres”
OPINIÓN. Charlas con Nadie
Por Manuel Camas. Abogado
17/12/24. Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la fobia promovida contra Pedro Sánchez: “En un mundo donde más que las ideas o las razones deciden los sentimientos, haber demonizado a la persona por encima de su ejercicio político se ha constituido en un arma de oposición al gobierno que contribuye decididamente...
...a la polarización de nuestro país”.
La pedrofobia
Podría pedirse a la Real Academia que incluya este año en el Diccionario un nuevo sustantivo, la pedrofobia, la fobia a Pedro Sánchez, que figurase entre las nuevas palabras, aunque sea un término no muy utilizado sí lo es el concepto que representa, en definitiva es una forma de sentir. Casi setecientas nuevas palabras se han introducido en la actualización del Diccionario en 2024: spóiler, lobista, dana, son algunos ejemplos, también se ha incluido macrojuicio, pero cabría añadir el término largojuicio, que podría predicarse de aquel proceso judicial que, por su extraordinaria duración, concluye con un resultado inevitablemente injusto. Por qué no añadir igualmente pedrofobia.
En un mundo donde más que las ideas o las razones deciden los sentimientos, haber demonizado a la persona por encima de su ejercicio político se ha constituido en un arma de oposición al gobierno que contribuye decididamente a la polarización de nuestro país. Es difícil concluir una conversación sobre actos del presidente del gobierno que, aunque puedan valorarse positivamente por el interlocutor, no concluyan con un: sí, pero es que es…
Fobia es una aversión exagerada a alguien o a algo; en términos psiquiátricos las fobias se saben absurdas y se aproximan a la obsesión.
Un buen ejemplo lo constituye la entrevista a Arturo Pérez-Reverte en El Hormiguero en diciembre del pasado año, se despachó sin pudor alguno diciendo cosas como “si fuera buena persona sería la leche”… “En el aspecto social ha hecho cosas muy bien, pero es un personaje profundamente amoral”.
Claro que las ideas de Pérez Reverte sobre política se resumen en “Los políticos son casi todos infames, son capaces de vender a su madre”, así que mejor disfrutar leyendo Alatriste, pero eso sí, hagan caso a Nadie, nunca lean Cabo Trafalgar, novela por encargo, evítense la sensación de vergüenza ajena si han disfrutado de Trafalgar, el primer episodio nacional de Benito Pérez Galdós.
La idea de la pedrofobia no es original, la tomo de la última columna de Paul Krugman para The New York Times, publicada por El País el pasado sábado. Con motivo de su despedida de ese periódico tras veinticinco años, el premio Nóbel de Economía echa un breve vistazo a ese cuarto de siglo, me entretuve en el párrafo dedicado a la crisis financiera de 2008, se refiere a los amos del universo, los lobos de Wall Street, de los que dice que no tuvieron ni arrepentimiento ni gratitud por haber sido rescatados: “Lo que obtuvimos en su lugar fue la obamafobia, la aversión hacia el 44º presidente por insinuar siquiera que Wall Street podría haber tenido parte de culpa en el desastre.“
Junto a Krugman se retira de Univisión Jorge Ramos, el gran referente informativo de la comunidad latina en EE UU, el que hizo durante treinta y cinco años las preguntas más incómodas, lo destaca El País también el sábado pasado: La despedida llega en mitad de una crisis de identidad de la cadena y entre críticas por su acercamiento a Trump. Si la prensa incómoda deja de existir, incluso antes de que llegue Trump, mal vamos.
Pero volvamos a nuestras fobias nacionales: amoral, mala persona, da igual lo que haga, esos calificativos cerrarán cualquier conversación. Y si la obamafobia la causó la crítica del presidente Obama a Wall Street, la pedrofobia tiene muchos padres y madres: una estructura orgánica desmantelada en el propio partido que se revuelve porque piensa que es injusto, la verdad es que ser sustituidos siempre tiene algo de injusto; el Partido Popular expulsado del Gobierno en una moción de censura (la primera que prospera en nuestro país), tras una sentencia que habla de la corrupción del propio partido, apoyada por diestra y siniestra; un poder judicial que se considera agredido por otro poder del estado y se convierte en abogado de sí mismo…
Imagino a Salvador Illa, en cuestiones de humor merecería parecerse a Eugenio, podría comentar muy serio, pero sin fumar: lo cierto es que de un tiempo a esta parte existe en Cataluña honda preocupación por lo que pasa en Madrid.
The Economist, el prestigioso diario que hace dieciséis años anunció, refiriéndose a España, la fiesta ha acabado, es ahora quien sostiene que la economía española es la mejor del mundo, la que presenta mejores datos. Que nuestra economía vaya tan bien no significa que no tengamos problemas, el principal es la dificultad que entraña que los resultados macroeconómicos se traduzcan en bienestar general, que disminuyan las desigualdades, que haya planes de vivienda que solucionen el drama de su carestía, entre otros muchos. También afecta a las comunidades autónomas que deberían financiar mejor la educación, la sanidad, la dependencia, pero con muchas de ellas parece que no va el tema.
En cualquier caso, ya saben, si no están de acuerdo con el gobierno no es necesario que argumenten, para qué pensar que es cansado, aleguen pedrofobia y a otra cosa.
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