“Preguntaría al Sr. Feijóo si piensa que a los que pueda convencer de barbaridades como la de que Pedro Sánchez es un capo mafioso votarán al PP o se inclinarán por partidos mucho más extremistas”
OPINIÓN. Charlas con Nadie
Por Manuel Camas. Abogado03/06/25. Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las declaraciones de Feijóo, que “llama a los ciudadanos el 8J a defender la democracia frente a la mafia: “Esto no va de siglas, va de decencia”, así lo recoge la propia página web del Partido Popular. El partido del presidente del Gobierno es tildado de...
...mafioso por el jefe de la oposición que llama al presidente capo. Todo muy edificante, bonita forma de hacer país”.
Mafia
Feijóo llama a los ciudadanos el 8J a defender la democracia frente a la mafia: “Esto no va de siglas, va de decencia”, así lo recoge la propia página web del Partido Popular. El partido del presidente del Gobierno es tildado de mafioso por el jefe de la oposición que llama al presidente capo. Todo muy edificante, bonita forma de hacer país.
Mafia tiene distintas acepciones en el Diccionario de la Lengua Española, organización clandestina de criminales es la más usada, pero en beneficio de Feijóo podríamos imaginarlo consultándolo y, para bajar el nivel de la frivolidad, explicar que se refiere a la tercera: grupos organizados que tratan de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos. La Real Academia Española destaca en todo caso su carácter despectivo.
Si nos colocamos en el debate de la falta de escrúpulos, de quién tiene más o menos escrúpulos, nos estamos yendo al terreno de la ética, discutiremos sobre si algo es malo o no se debe hacer desde un punto de vista moral, al menos nos distanciamos de lo criminal.
No estamos en momentos de la política mundial en lo que los dirigentes sean muy escrupulosos la verdad, si de falta de escrúpulos va la cosa, la forma de expresarse del líder de la oposición puede tacharse de ella, va mucho más allá de cualquier proporción.
Nadie y yo pensamos que Feijóo no cree realmente que el Gobierno o el PSOE sean una organización clandestina de criminales, sinceramente creemos que no, aunque no tiene escrúpulos para decirlo. Ninguno de nuestros dos partidos centrales son organizaciones criminales, ni PP ni PSOE, sí son elementos esenciales de nuestra democracia y nuestra convivencia. Podemos añadir pese a ello que ninguno de los dos está como para tirar cohetes o arrojar la primera piedra, esta semana ha ingresado en prisión quien fue Secretario de Estado de Interior con Rajoy y la acusación pide 15 años de prisión contra quien fue su Ministro de Interior, la pareja de Ayuso reconoció un delito fiscal derivado de las ganancias en la venta de mascarillas durante la pandemia, los protocolos de atención médica en las residencias durante el COVID, el desastre de gestión de la DANA en Valencia; por el otro lado el ex ministro y secretario de organización del PSOE, Ábalos, sin duda avergüenza. Muchos, muchas, al leer este párrafo añadirán otros asuntos, los mencionados me parecen suficientes para sacar conclusiones, ambas organizaciones tienen problemas con determinadas personas.
Sin embargo, aunque seguro que Feijóo no piensa que el principal partido que apoya al Gobierno y el Gobierno mismo sean una banda de criminales, quien escucha o lee la expresión mafia no se entretiene haciendo disquisiciones lingüísticas como Nadie y yo, probablemente cuando oye mafia le viene a la mente un grupo criminal que uso la violencia y comete ilegalidades para conseguir sus fines. Las imágenes del cine que retratan a la mafia acudirán en su auxilio.
Después de escribir esto miro por la ventana de casa, lo que me serena, y me pregunto si de verdad merece la sociedad española este nivel de crispación, incluso preguntaría al Sr. Feijóo si piensa que a los que pueda convencer de barbaridades como la de que Pedro Sánchez es un capo mafioso votarán al PP o se inclinarán por partidos mucho más extremistas. Si la cosa fuese tan grave como dice, tampoco parece que pueda eludir la responsabilidad de ir al Congreso y presentar su alternativa en una moción de censura, que tendría que pactar con VOX, que lo retrata, y con algunos más, pero resulta que tampoco Junts y PNV están por la labor de aparecer en semejante fotografía.
Así que su proyecto no tiene el respaldo de los votos que emitieron los españoles en las últimas elecciones, hace solo dos años, aunque sigue argumentando que muchos de esos votos no son legítimos porque van contra los intereses de España, tan aburrido como insoportable eso de que unos votos valen más que otros, son más legítimos que otros o mejores que otros. Un amigo, hace muchos años, jugaba a provocar diciendo que cómo su voto o el de un ingeniero podía valer lo mismo que el de alguien sin cultura o que no supiera leer y escribir, a veces alguna persona caía en la provocación y defendía la idea de su superioridad frente a los demás para su propio escarnio.
Mientras tanto resulta que nuestro país funciona, es mirado con envidia dentro y fuera de Europa y, aunque el PIB no se come, lo cierto es que sí da de comer y nos permite llevar el debate al de las desigualdades y las prioridades.
Qué empeño en hacer un retrato de nuestro país tan feo, qué pena describir nuestra realidad tan maloliente, que insistencia en hacernos creer que España es el peor de los lugares posibles y está lleno de malas personas. No obstante, es legítimo, como lo es pedir que los ciudadanos se manifiesten contra el Gobierno, legitimo, pero falto de escrúpulos por dañino para la convivencia. Ofrecer una alternativa de Gobierno, explicar qué se quiere hacer y cómo se piensa hacer, intentar convencer sería más consecuente.
Todo siempre es mejorable, las acciones de cualquier gobierno y también la forma de hacer oposición.
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