“No sólo es que el alcalde considere que el Ayuntamiento “es” el PP, o que la oposición no existe, sino que no sabe lo que pasa a su alrededor. Lo que significa, ni más ni menos, que falsea la realidad o que está desnortado”. “Si el alcalde espera que le crean los malagueños, tanto en Limasa como fuera de ella, ¡está muy equivocado!”

OPINIÓN. Mascarón de proa
Por Carlos Hernández Pezzi. Arquitecto

22/06/18. 
Opinión. El arquitecto Carlos Hernández Pezzi reflexiona en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el debate del estado de la ciudad que acogió el pasado lunes el salón de plenos del Ayuntamiento de Málaga, después de cuatro años sin celebrarse. “Del discurso de Dani Pérez –portavoz y candidato del PSOE- no se deducen estrategias de ciudad. Salvo que se...

...considere que Cupertino -la ciudad de California de 60.000 habitantes y sede de muchas empresas norteamericanas que evaden impuestos en paraísos fiscales- es nuestro modelo para hacer del PTA de Málaga un engendro parecido: ‘la Cupertino de Europa, haciendo una polis de verdad, parque, city, tecnópolis’. Eso sí, en Cupertino no hay rascacielos imposibles”, en referencia  al edificio de 150 metros que un promotor catarí quieren levantar en el dique de Levante, en plena bahía de Málaga.

El debate sobre Cupertino y otros desatinos

DA
la impresión de que el debate sobre el estado de la Ciudad de Málaga celebrado hace unos días hubiera tenido lugar en 2003 y que sus principales protagonistas -el portavoz del Gobierno, alcalde entonces y ahora, y el portavoz de la oposición mayoritaria, cambiante como siempre- ignoraran lo ocurrido desde entonces. Que no supieran incluso que el “debate del día de la marmota” ya estaba caducado a estas alturas de 2018, precisamente cuando todavía falta menos de un año para las sorpresas que la vertiginosa vida política española nos deparará el año electoral de 2019, tanto en el ámbito nacional como también en el local.

EL
PP se hunde en su propio sistema de contabilidad y los candidatos se hunden también en su crisis de credibilidad. Ni siquiera los nombres de las listas acaban de confirmarse después de los patinazos propios y ajenos. No sólo es que -como sostiene Teodoro León Gross en ‘El Aguijón’ de la Ser (1)- el alcalde considere que el Ayuntamiento “es” el PP, o que la oposición no existe, sino que no sabe lo que pasa a su alrededor. Lo que significa, ni más ni menos, que falsea la realidad o que está desnortado. C´s no sabe qué candidato tiene o tendrá, después de apuntalar en el último minuto la estrategia de la araña de la corrupción que ha dado al traste con sus cándidas aspiraciones regeneradoras, aquí y allá, en Andalucía y España. C´s tampoco sabe qué hacer con Málaga salvo adular a su permanente candidato a alcalde favorito.


DEL discurso de Dani Pérez no se deducen estrategias de ciudad. Salvo que se considere que Cupertino -la ciudad de California de 60.000 habitantes y sede de muchas empresas norteamericanas que evaden impuestos en paraísos fiscales- es nuestro modelo para hacer del PTA de Málaga un engendro parecido: “la Cupertino de Europa, haciendo una polis de verdad, parque, city, tecnópolis”. Eso sí, en Cupertino no hay rascacielos imposibles, ni desmadres como los del patrimonio que, en un grandísimo ejercicio de hipocresía, se pone en el “limbo de las moratorias” incumplidas, a la vez que se acosa de forma inclemente hasta el último inmueble, paisaje o sitio público malagueño. Incluso el más importante, el paisaje humano patrimonial del Centro.

ASÍ
lo cuentan las crónicas, desmintiendo que soterrar el tren o hacer un hub –centro de conexión- internacional del aeropuerto sean novedad alguna. Nada nuevo bajo el sol. Ni fechas, ni cifras, ni proyectos tangibles. Ni hechos. Sólo insinuaciones demagógicas. «“¿Quieren 1.500 pisos más en Repsol, con sus 3.000 vehículos circulando por la zona o prefieren un Central Park como el de Nueva York?”. Y de ahí a “invertir en los barrios es querer que Málaga crezca más allá del Centro”» (2). De los grupos de izquierda se apunta su fraccionamiento constante y la necesidad de una autocrítica que recomponga nuevas alternativas tras el fiasco de 2015, pero poco más. Seguimos a la zaga con una división que no parece fácil de reconducir desde la situación actual.

ESO
sí, nombrar en vano al alcalde Pedro Aparicio se da muy bien. Para denominar calles o avenidas, es un recurso siempre agradable y placentero; pero de nada vale nombrarlo para utilizarlo, sin aportar ni una de sus virtudes como regidor. El mejor alcalde desarrollista de la historia ha sido Francisco de la Torre, pero eso no da derecho a ocultar que el mejor estratega de la ciudad de Málaga fue el alcalde socialista. Especialmente con el gobierno que cambió el franquismo municipal por la democracia local -apoyado por tres grupos y con una oposición de centro derecha moderada y demócrata-. Eso fue hace 40 años, en 1979. Nada que ver con la atosigante historia del PP que “creó Málaga, de la nada, en tres días” como parece apuntar la concejala preferida del alcaldable, que acabará como él por ser expulsada del “paraíso” de la corporación en la que se han comido tantas manzanas equivocadas.

DE
los vecinos, de la cultura, del centro, de los equipamientos y de las agresiones al paisaje se ha hablado poco y con “sabor antiguo”. Si el alcalde espera que le crean los malagueños, tanto en Limasa como fuera de ella, ¡está muy equivocado! Es un personaje amortizado como líder, sin ideas para los próximos años, que no sean edificar, edificar y edificar; facilitar negocios de otros e incumplir cualquier promesa electoral, como hace ininterrumpidamente desde 2007.


DESDE 2011 a 2015, hasta 2018 no ha hecho más que cambiar ciudadanos por turistas del centro a la periferia y sacar conejos falsos de la chistera de los inversores. No ha cumplido un mínimo del programa, salvo “ocurrencias estrella” y minucias que le ha dado a C´s como gominolas. ¡Y encima le jalean por ello! Protestar por el tercer hospital, el metro, alargar trámites en todo lo que sea ceder suelos para usos productivos es la seña de identidad que se llama “marear la perdiz”, como se ha hecho con la empresa de limpieza. Los equipamientos brillan por su ausencia, piscinas, polideportivos, suelos para producción, logística, vivienda accesible, industria cultural o talleres de diseño no hay. Nada nuevo al este o al oeste, salvo la extirpación del corazón del centro. Mientras tanto, el PSOE juega a todo, pero juega mal. Apuesta por la torre del Puerto, retrasa de forma vergonzante el Instituto de Teatinos, tontea con la ampliación del Centro de Salud o distrae la piscina cubierta de El Palo. Aunque sigue su romance con C´s diciendo ¡sí! a todo lo que el PP no pueda conseguir solo.

SI
las necesidades vitales de los malagueños hubieran sido el objetivo del debate del estado de la ciudad 2018, serían muy diferentes los asuntos que se habrían tratado. Este circunloquio ha sido un repetitivo y monocorde alarde de justificación, ya caducado de antemano. Aparte de otros desatinos que solo se pueden tomar con sentido del humor o del sarcasmo... Pero ya queda menos para que el gobierno de Málaga cambie de manos. Eso requerirá de otras personas, otras estrategias y otros debates.


NOTA(1): Teodoro León Gross. ‘El Aguijón’ de la Ser (https://t.co/jWBJzXgG1g).
NOTA
(2): R. QUIRÓS, Pilar. "La Casona del Parque". Diario Sur.  20 de junio de 2018 (http://www.diariosur.es/malaga-capital/dani-perez-particular-20180618165655-nt.html).


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