“Desde los distintos medios de comunicación nos bombardean con mensajes que incentivan el consumo de drogas (incluyendo el alcohol, obviamente). Las referencias sociales de gran parte de la juventud son los personajes de ‘Mujeres, Hombres y Viceversa’ que tienen unos hábitos de vida que no pasan ni por el estudio, ni por el trabajo”
OPINIÓN. Málaga desde dentro
Por Antonio Soler. Secretario político del PCPE en Málaga
05/07/18. Opinión. El secretario político del PCPE en Málaga, Antonio Soler, (@AntonioSolerF92) habla en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre un estudio elaborado por la Junta de Andalucía acerca del consumo de drogas entre adolescentes malagueños. Soler reflexiona sobre los resultados del mismo. “Detrás de este consumo habitual de drogas se encuentra el interés de las...
...empresas de producción y distribución, que enriquecen a sus propietarios a costa de la vida de miles de jóvenes”. El secretario político del PCPE indica además que “los vecinos de los barrios obreros de Málaga, como San Andrés o Huelin, no tienen la culpa de que sus hijos estén en el parque o en las escaleras del barrio consumiendo drogas. Los hijos de la clase obrera acaban soñando con ser Pablo Escobar, pero la realidad es que acaban siendo el Cuco de Torrente”.
Tu hijo se droga, ¿quién tiene la culpa?
UN estudio realizado por la Junta de Andalucía en varios institutos de la Axarquía revela que los adolescentes de Málaga están, estadísticamente, al mismo nivel que el resto de adolescentes del país respecto al consumo de drogas. El 80% de los adolescentes han probado el alcohol, el 34% el tabaco y el 25% el cannabis. Los datos son preocupantes, la media de edad en consumo de drogas ronda los 15 años.
EL estudio ha demostrado que los adolescentes cuyos padres están en situación de desempleo tienen mayor riesgo de ser consumidores de drogas. Además, las relaciones familiares también es un elemento a tener en cuenta, ya que las buenas relaciones hacen disminuir esta tendencia.
HAY drogas como el alcohol que están tan aceptadas socialmente que no es de extrañar que los jóvenes se emborrachen cada fin de semana y tomen algunas cervezas durante los días laborables. Pero, ¿por qué ocurre esto?
DESDE los distintos medios de comunicación nos bombardean con mensajes que incentivan el consumo de drogas (incluyendo el alcohol, obviamente). Las referencias sociales de gran parte de la juventud son los personajes de “Mujeres, Hombres y Viceversa”. Las personas que acuden a este tipo de programas, y que acaban siendo seguidos por miles de jóvenes, tienen unos hábitos de vida que no pasan ni por el estudio, ni por el trabajo. Salir de fiesta todos los fines de semana y reflejarlo así en las redes sociales es el único planteamiento que se les ocurre a este tipo de individuos.
CON la publicidad que se le da a este tipo de hábitos, más bien poco saludables, y la facilidad actual para conseguir cualquier tipo de drogas -legales e ilegales- a precios competitivos, ya que un botellón o fumar cannabis sale más barato que comprar un libro o ir al cine, orienta a la juventud hacia la deriva de las adicciones.
DETRÁS de este consumo habitual de drogas se encuentra el interés de las empresas de producción y distribución, que enriquecen a sus propietarios a costa de la vida de miles de jóvenes. Por el beneficio de unos pocos se está retrasando el desarrollo de barrios enteros, se empobrecen las familias de los consumidores y se crea un ambiente de violencia en nuestras calles.
LOS vecinos de los barrios obreros de Málaga, como San Andrés o Huelin, no tienen la culpa de que sus hijos estén en el parque o en las escaleras del barrio consumiendo drogas. Los hijos de la clase obrera acaban soñando con ser Pablo Escobar, pero la realidad es que acaban siendo el Cuco de Torrente.
LA juventud de extracción obrera y popular de Málaga debe rechazar toda publicidad al consumo de cualquier tipo de drogas. No nos podemos dejar engañar por los cantos de sirena que intentan convencernos de que ser narcotraficante o un ser descerebrado de los sábados noche es a lo máximo que podemos aspirar. Debemos demostrar al mundo que los hijos de los trabajadores somos capaces de avanzar hacia la España de la cultura y del trabajo, y eso solo se demuestra con los hechos.
MILES de jóvenes se están organizando para cambiar la realidad que les rodea, los malagueños no nos podemos permitir quedarnos atrás en esta lucha contra lo establecido, en esta lucha contra la degradación de nuestra juventud. El alcalde no va a ir con los empresarios de nuestra ciudad a convencernos de que no nos droguemos, ellos nos quieren anulados. Si con las diferentes drogas están ahogando las inquietudes y la actitud crítica de los jóvenes, es sin duda una victoria de ellos, del enemigo de clase.
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