“Hace falta otra conquista para que la igualdad entre hombres y mujeres, entre los seres humanos, sea una realidad. Hace falta un cambio de mentalidad y parece que este asunto nos va a llevar más tiempo del que pensábamos”
OPINIÓN. Caleidoscopio. Por Laura Martínez
Cofundadora de la Asociación Enjipai para mejorar las condiciones de vida de los masái de la aldea de Mfereji, Tanzania
25/11/21. Opinión. La cooperante internacional Laura Martínez, en esta nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre el camino que aún nos queda por andar para conseguir una igualdad real: “Lo que está claro es por donde hay que empezar. La infancia es lo que más debería preocuparnos porque en ella se forja lo que vendrá después...
Un niño que ve como se maltrata a su madre constantemente, o en el peor de los casos, presencia su propio asesinato, será un niño destrozado”.
Versos escritos para el Día contra la violencia de género
(Cada año millones de niñas son forzadas a casarse, forzadas a renunciar a su derecho a la educación, a la atención sanitaria y a su bienestar y desarrollo físico y emocional. Forzadas a abandonar su infancia, forzadas a dejar de ser niñas. Para finales de esta década se calcula que 142 millones de niñas habrán sido obligadas a casarse).
Antes de que le toque la luna
La niña se ha criado entre hierbas
hiedras
helechos
en el bosque
en la selva
y aunque no conozca al poeta
canta verde,
verde que te quiero verde
y se trenza el cabello,
enredadera de sus sueños.
Pero ese mundo se secó
y antes de que le toque la luna
la niña prepara su ajuar
y su pupitre de la escuela ha quedado vacío
y su sueño ha quedado vacío
y la niña que quería ser enfermera
cayó enferma de pena
y las amapolas han comenzado a llorar.
Fulano posó la mirada sobre ella
y apenas hubo nada que hacer.
Se llevó la flor del jardín.
Ella solo puede ya frotarse el corazón.
Cierra los ojos y evoca la magia
y en silencio canta
verde que te quiero verde
aunque ya nada quede en pie.
Gran fotografía de Salvador Ruiz
La ‘adenda’
La igualdad jurídica entre personas no basta. Lo vemos cada día, cada semana, cada mes, cada año y también lo hemos visto en demasiadas vidas truncadas. Hace falta otra conquista para que la igualdad entre hombres y mujeres, entre los seres humanos, sea una realidad. Hace falta un cambio de mentalidad y parece que este asunto nos va a llevar más tiempo del que pensábamos.
Hubo un tiempo en el que incluso pensé que estaba todo hecho, porque cuando era niña a quien admiraba era a Pippi Calzaslargas, esa niña que hacía lo que le venía en gana y la mayor parte del tiempo era feliz y también hacía feliz a los demás, o al menos, lo intentaba. Y admiraba también a Gloria Fuertes. Cuando crecí y de repente me encontré en plena adolescencia, admiraba a Ana Torroja y a Madonna. Una, cantante de Mecano y otra cantante solista, tan pequeñitas de estatura pero que a mí me parecían tan grandes. Y también a Marilyn Monroe, con su sensualidad y su carga de problemas. Más mayor que no más adulta, me apasioné con Virginia Woolf y Emily Dickinson, y Alejandra Pizarnik y Piedad Bonnet. A día de hoy sigo admirándolas.
Una se da cuenta que en la búsqueda de referentes, tan necesaria, casi siempre se intenta encontrar a personas del mismo sexo. Te miras en ellas y aprendes. Y sufres y disfrutas. No eran demasiadas las mujeres que en mi época y en otras épocas han saltado a la palestra, sintiéndose libres y sabiendo que el fondo al que iban a llegar les iba a costar, en algunos casos, la vida.
Nunca lo tuvieron fácil. Ahora tampoco lo tenemos. Son tantos los asuntos que causan desigualdad que no cabrían en un libro. Son tantas las libertades que aún faltan por conseguir que tan solo pensarlo una se apabulla. Ser analfabeto en ideas tampoco ayuda demasiado, y todo este tiempo atrás hubo mucha gente analfabeta. Ahora parece que no, pero si, si que la hay. Hay mucho trabajo por hacer. Se nos están quedando muchos niñas y niños atrás. Y muchos hombres y mujeres también. Y no es necesario que salgan los “ismos”, especialmente el feminismo, para conocer las trabas y los condicionantes que tienen las mujeres para perseguir sus deseos, sus sueños. Siempre evitando esa mirada condescendiente. Más libertad que antes claro que la hay, de eso no hay duda. Aún así, nos queda aún mucho camino y el clima actual, que es bastante agresivo, no ayuda demasiado.
Lo que está claro es por donde hay que empezar. La infancia es lo que más debería preocuparnos porque en ella se forja lo que vendrá después. Un niño que ve como se maltrata a su madre constantemente, o en el peor de los casos, presencia su propio asesinato, será un niño destrozado. Es espeluznante como se tratan estos asuntos. Fue por celos, por hacer daño, estaba enfermo. Esta es la profundidad de los medios de comunicación actuales. Y ahora, además, quieren eliminar la Filosofía de la educación. No son pocos los aspectos por los que hay que seguir en la lucha. Poner el foco sobre los aberrantes ejemplos de la realidad (y a poder ser sin deleite) es necesario. La violencia es un tema de primer orden. Y la violencia contra la mujer, aún más. La conciencia social ha cambiado, eso es verdad también, la repulsa social salta a las calles, pero aún así, tenemos una sociedad enferma que hay que sanar, y eso nos corresponde a todos. Todo debe mejorarse.
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