“Cuando acudimos a un incendio sin un mando oficial cualificado, cuando acudimos al rescate de una persona ahogándose con sólo un chaleco salvavidas y en ropa interior, cuando acudimos a un escape de gas sin detectores de gases revisados, cuando nos montamos en un camión en servicio de urgencia con falta de mantenimiento… nos está pasando por el cuello el filo de una navaja, y detrás de cada navaja hay una mano que la sustenta”

OPINIÓN. Bomberos en lucha. Por Encierro Bomberos de Málaga. @EncierroBombMlg

13/06/19. Opinión. Los Bomberos del Ayuntamiento de Málaga hacen una reflexión en su colaboración semanal para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre como el Ayuntamiento sigue saltándose la ley y no dota al Cuerpo con medios y personal necesarios para mantener un nivel de seguridad preciso y estable para vecinos y profesionales. Reflexionan sobre como sienten que cada...

...vez que acuden a una emergencia sin materiales ni personal una metafórica navaja les recorre el cuello peligrosamente. Y no quieren que alguna vez alguien se corte. “Esperamos y deseamos que se le empiece a poner solución a todo esto, siempre hemos tenido tendida la mano y buscado el diálogo, pero si hay algo que esperamos y deseamos aún más es que, mientras esto ocurre (o no), no nos corte a ninguno, bombero o ciudadano”, denuncian desde @EncierroBombMlg.

Bomberos al filo de la navaja

EN alguna ocasión hemos podido ver o escuchar en las noticias como ha sido condenado a prisión una persona que ha robado algo de escaso valor, sobre todo si lo comparamos con la pena impuesta privativa de libertad, como por ejemplo puede ser el robo de una bicicleta, un jamón o un simple bocadillo, incluso sin haber provocado ni tan siquiera lesiones leves a la víctima del robo.



ESTAS
noticias son muy llamativas en sí mismas porque contrastan con otros casos, en principio de mucha mayor gravedad, como pueden ser delitos de corrupción en los que los investigados (antiguamente llamados imputados) son absueltos, o condenados a penas privativas de libertad inferior a 2 años, por lo que si no tienen antecedentes penales lo más seguro es que no pisen la cárcel.

¿QUÉ
puede hacer que sea más grave el robo de un jamón (sin lesiones a su legítimo dueño evidentemente) que el desvío de dinero público, la prevaricación o quedarse con el dinero de una ONG destinado a construir un hospital para enfermos del “tercer mundo”? La respuesta es la situación de peligro que se ha generado durante el robo, aunque la misma no haya producido ninguna consecuencia.

Y
es que si te ponen un cuchillo en el cuello para robarte un jamón han puesto en peligro tu vida, aunque haya sido temporalmente y ni siquiera te haya arañado, mientras que si aprovechando un descuido o por la posición de poder que ocupa una determinada persona hace alguna fechoría, lo más probable es que, al menos directamente, no se haya puesto en peligro la integridad física de ninguna persona.

PUES
esto mismo es lo que está ocurriendo en el Ayuntamiento de Málaga con la situación actual del Real Cuerpo de Bomberos. Por la alarmante falta de personal, medios materiales e incumplimientos en materias de prevención, se pone en peligro en cada intervención a los bomberos y a los ciudadanos. Y para más inri, en el nuevo acuerdo de funcionarios los sindicatos ‘no de bomberos’, acuerdan incluir en el texto la reducción del personal mínimo de bomberos que tiene que haber en un parque para que, en una complicidad sin precedentes, intentar evitar que el Ayuntamiento siga siendo denunciado por incumplir el documento de servicios mínimos que ellos mismos han decretado.


CUANDO acudimos a un incendio sin un mando oficial cualificado, cuando acudimos al rescate de una persona ahogándose con sólo un chaleco salvavidas y en ropa interior, cuando acudimos a un escape de gas sin detectores de gases revisados, cuando nos montamos en un camión en servicio de urgencia con falta de mantenimiento… nos está pasando por el cuello el filo de una navaja, y detrás de cada navaja hay una mano que la sustenta.


SI
ni nuestros jefes, ni nuestros responsables políticos, y ya en última instancia, ni los jueces, son capaces de verlo o bien miran para otro lado, solo nos queda seguir batallando.


ESPERAMOS y deseamos que se le empiece a poner solución a todo esto, siempre hemos tenido tendida la mano y buscado el diálogo, pero si hay algo que esperamos y deseamos aún más es que, mientras esto ocurre (o no), no nos corte a ninguno, bombero o ciudadano.

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