“Es lastimoso la falta de empatía de algunas personas que, bajo el letrero de la sostenibilidad, viven sostenidos de una teta que no sueltan y desde la que nos escupen a diario”
OPINIÓN. Bomberos en lucha. Por Encierro Bomberos de Málaga. @EncierroBombMlg
13/10/22. Opinión. Los Bomberos del Ayuntamiento de Málaga llevan más de cuatro años en huelga en protesta porque el alcalde, Paco de la Torre, no los dota con los equipos necesarios para preservar la seguridad de los malagueños: los ciudadanos están en peligro, han avisado muchas veces. Inexplicablemente, el dinero que debería ir a mejorar la situación y las dotaciones de los bomberos de Málaga, se gasta...
...en otras cosas que el alcalde decide. En su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com hablan sobre el maltrato de los dirigentes del Ayuntamiento de Málaga a sus ciudadanos.
La falta de empatía “sostenible” de nuestros dirigentes
Nos creíamos los bomberos del Ayuntamiento de Málaga el centro del mundo, o el municipio en este caso, cuando al participar en los plenos municipales trasladando una serie de problemas de nuestro colectivo a los responsables políticos, estos nos recibían con calificativos despectivos tales como ser unos privilegiados, nos mandaban a callar y trabajar, nos acusaban de estar politizados, nos intentaban poner a la ciudadanía en contra (y sin el más mínimo escrúpulo utilizaban a algunos medios de comunicación), o utilizando las herramientas que deberían de estar a nuestro servicio y no al suyo, nos imputaban delitos por lo penal para amedrentar bajo la amenaza de cárcel o expulsión del Cuerpo de Bomberos a quienes solo pedían ser escuchados y que pusieran solución a sus problemas laborales.
Hoy vemos como lo que creíamos nuestro, esa “marca de guerra” de la que, a pesar de todo, seguimos de pie y con más fuerza que nunca, no es ya de nuestra exclusividad, sino que otros vecinos o colectivos que han acudido a los plenos han recibido el mismo trato, y aquellos que han “osado” presentar batalla legal, son amenazados con el yugo jurídico que ellos mismos, o nosotros los bomberos, e incluso usted estimado lector, paga religiosamente con sus impuestos.
Es lastimoso la falta de empatía de algunas personas que, bajo el letrero de la sostenibilidad, viven sostenidos de una teta que no sueltan y desde la que nos escupen a diario.
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