“La segregación de Podemos en dos grupos ha representado una pérdida de 875.410 votos, por lo que la ruptura, más que sumar, ha resultado restar, aunque en su conjunto solo han perdido un escaño”

OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

02/07/24. Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, escribe una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las elecciones europeas: “Si estas últimas elecciones se tratasen de comicios locales, autonómicos o nacionales, el PP necesitaría apoyos, pero los votos de Vox no bastarían como ocurre donde gobierna en coalición con este último partido, ya que...

...sumarían 28. Para que el PP pudiese gobernar, tendría que contar, además de Vox, con Se Acabó la Fiesta para alcanzar un mínimo justito de 31 escaños. Pero en este caso estaríamos ante lo que tanto se ha repudiado machaconamente: tripartito y populismo”.

Elecciones europeas, una visión divergente

Las últimas elecciones europeas han sido profusamente analizadas con todo tipo de comentarios. Algunos de ellos siguen de forma partidista, por lo que he tratado de buscar aclaración a este asunto con un análisis diferente. Para ello, se ha partido de los datos electorales difundidos, utilizando en este caso la información de El País, para agrupar los votos en los dos apartados siguientes.



Con respecto a las elecciones de 2019, en el Gráfico 1 se aprecia que el PP ha ganado 1.443.869 votos, pero si se tiene en cuenta la práctica desaparición de Ciudadanos y se estima que sus votantes se han desplazado al PP, este partido habría perdido más de un millón de votos. Vox ha tenido un incremento de 284.534 papeletas, por lo que, juntando los votos de este partido con los del PP y lo que ha quedado de Ciudadanos, se aprecia una disminución de 882.391votantes, cifra muy similar a los que han apoyado en 2024 al nuevo partido de Se Acabó la Fiesta. Sin embargo, el total de votos obtenidos por los partidos mencionados han experimentado en las actuales elecciones una disminución de 81.628 partidarios en relación con las habidas en el 2019.

En relación con los escaños obtenidos por los partidos indicados, cabe destacar que en las últimas elecciones el PP ha obtenido 22 escaños y en los anteriores comicios junto con el Cs se alcanzaron 21. Sin embargo, habría que precisar que en las elecciones del 2019 se asignaron a España 59 representantes y en las actuales esta cifra ha subido a 61, por lo que se puede deducir que, teniendo en cuenta el sistema electoral establecido, en el 2019 hubiesen sumado 22 o 23. En consecuencia, con la corrección indicada la cifra de los diputados logrados por el PP en las últimas elecciones sería igual o de uno menos que los que se hubiesen alcanzado con el Cs en el 2019.

En relación con la gobernabilidad parlamentaria, se aprecia que el PP ha obtenido 22 escaños, cifra muy por debajo de la mayoría que es de 31. Si estas últimas elecciones se tratasen de comicios locales, autonómicos o nacionales, el PP necesitaría apoyos, pero los votos de Vox no bastarían como ocurre donde gobierna en coalición con este último partido, ya que sumarían 28. Para que el PP pudiese gobernar, tendría que contar, además de Vox, con Se Acabó la Fiesta para alcanzar un mínimo justito de 31 escaños. Pero en este caso estaríamos ante lo que tanto se ha repudiado machaconamente: tripartito y populismo.


En relación con el resto de los partidos, en el Gráfico 2 se detallan igualmente los escaños y votos que han obtenido en las elecciones de 2019 y 2024. La segregación de Podemos en dos grupos ha representado una pérdida de 875.410 votos, por lo que la ruptura, más que sumar, ha resultado restar, aunque en su conjunto solo han perdido un escaño. El PSOE ha perdido igualmente otro escaño, a pesar de haber experimentado la bajada más significativa de votantes con más de dos millones de papeletas.

Otros descensos importantes de votos ponen de manifiesto la disminución de apoyos a partidos independentistas catalanes. De otras bajadas significativas, se puede citar a la de Ahora Repúblicas, aunque mantiene el mismo número de escaños. Los partidos que no han obtenido representación son diversos y con pocos votos relativos cada uno, a excepción de PACMA. Este último partido habría podido conseguir un escaño en las últimas elecciones si hubiese mantenido el apoyo de sus votantes.

El conjunto votos de los partidos recogidos en ambos Grupos supera los ocho millones y medio de papeletas depositadas, pero con una diferencia a favor de los integrantes del Grupo 1 en votos decisorios que representan un escaño. Si el reparto electoral fuera por cómputo de votos puros, el total de votantes entre los 61 escaños daría un resultado de algo más de doscientos ochenta mil papeletas, cifra que viene a coincidir con el voto sacado de más por el Grupo 1.

En cuanto a la fidelidad de voto, se aprecia que, mientras que la tendencia política de los partidos indicados en el Gráfico 1 se ha mantenido con el apoyo de sus simpatizantes, en el resto de los partidos recogidos en el Grupo 2 se ha producido una pérdida de votos de más de cuatro millones, cifra pareja con el incremento de las abstenciones. En todo caso, una abstención superior al 50% no es un buen ejemplo para una democracia, ya que el partido que ha obtenido mayor número de papeletas no llega al 20% del total de los posibles votantes censados, lo que no hace más que añadir incertidumbre al panorama político español, ya que los resultados con una alta abstención no son representativos ni proyectables.

Por último, cabe señalar que en estas elecciones se habla de interferencias ajenas a la política, de chascarrillos manipuladores, de peleas barriobajeras, de un sistema electoral mejorable y de otras cuestiones que no son el objeto de este artículo. Los números expuestos ponen de manifiesto la realidad de unas elecciones en un sistema que ha sido igual para todos.

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